JIMIN

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Parte 2:

Jimin(16)

Me encontraba en clases de idiomas, a mi lado Iseul tomaba apuntes y atendía como la buena princesa que era; en cambio, Hyorim y yo nos pasábamos papelitos comentando lo amargada que era nuestra profesora.

—Príncipe Jimin, debería atender mejor ya que este no es su fuerte.

Rodé los ojos, en esos momentos pensaba en salir con Beom y Hyorim a la ciudad tras las clases de modales. Había preguntado a los demás, ninguno quería ir y los menores tenían pendiente un partido de fútbol con los hijos de algunas sirvientas...Eric me comentó que me dedicaría un gol; amaba a ese pequeño.

Papá estaba en la segunda capital, exacto, segunda; por lo que di en historia, más bien, por lo que atendí en historia hace un par de días: era la capital de aquel reino que conquistaron hacía unos cuántos años. Mamá estaba ocupándose de unos asuntos con el tío Taehyung por lo que estaría lo suficientemente ocupada para no saber que saldríamos; era la escapada perfecta.

Ambos nos permitían salir, pero debíamos avisar e ir con mínimo un guardia...pero esa última parte no nos agradaba de la misma manera.

Me metí en la ducha, mi pelo había crecido demasiado para mi gusto, cualquiera diría que era emo. Me miré unos segundos en el espejo y sonreí al ver mis abdominales trabajados, Beom y yo hacíamos ejercicio con frecuencia desde mis catorce que correspondía a sus trece. Me puse unos pantalones negros vaqueros pegados y una camiseta blanca. Bajé para ir a comer, el aroma llegaba hasta la segunda planta.

—Buenas Susi—dije sentándome al lado de Iseul y Luca.

Luca había crecido mucho, a sus trece años, tanto él como Eric medían más que Iseul; mucho más. Sobrepasaban el uno setenta. Tanto Beom como yo medianos entorno a uno setenta y cinco, Iseul no llegaba casi a uno sesenta y dos y Hyorim había crecido más que su hermana mayor, medía un par más.  Sinceramente tenía envidia de las pecas de los pequeños, en sí somos una familia de atractivos, pero esas pecas les daban ventaja; ¡Mamá yo también las quería!

—¿Qué te paso enano?—pregunté al ver a Luca concentrado en unas hojas.

—Mamá me dio esto para ti—dijo enseñándome el pequeño montoncito.

Iseul se asomó también a ver aquel pequeño taco de hojas, al parecer eran nombres de princesas. Sonreí ante su intención de que tuviera novia.

—Te ve solo—dijo riendo Hyorim al levantarse para ver las hojas.

—Hay hasta hombres, ¿eres gay?—preguntó Eric asomándose también—Porque es lo que te faltaba.

—Soy bisexual, ¿okey? Pero prefiero las mujeres—dije sonrojándome por la pregunta tan directa del menor.

Desde hacía unos años ambos habíamos desarrollado una adoración hacia el contrario bastante fuerte. La personalidad abierta del menor se debía a mí y mi forma de pensar era muy parecida a la suya ya que siempre quise actuar como él; cómico pensar que el mayor aspiraba a ser como el menor.

Iseul río y siguió leyendo su libro mientras traían la comida. Beomgyu se sentó frente a mí. Se había duchado como yo ya que su cabellera estaba más oscura de lo habitual y eso solo podía significar que estaba húmedo. Él tenía un color marrón claro en el cabello y dudo que en su sano juicio se tiñera.

—¿Te buscan novia?—preguntó sacándome la lengua.

Mamá tenía miedo de que fuera un mujeriego, y lo que acabé siendo es un adolescente al que le dan pánico las conversaciones con mujeres desconocidas.

—¿Qué más te da?—pregunté mirando las hojas.

Lo bueno de mis padres era que me preguntaban por mi opinión o gustos, no me obligaban a estar con princesas perfectas ni hacían tratos a mis espaldas con otros reyes; todo lo contrario, me hacían listas a mi gusto y yo elegía con quién tener una cita...aunque aún no había dicho que sí a ninguna. Era un príncipe solicitado en el mercado y aunque suene mal era verdad. "El heredero de Daraen, el Reino más rico, amplio y con satisfacción del ciudadano más alta, es soltero" eso llamaba a cualquiera que estuviera metido en política.

—¿Seguro que luego...?

—No lo dudes—dije sonriendo de lado a Beom.

No había intención de echarnos para atrás en cuanto a ir a la ciudad. Dejé las hojas a un lado y comenzamos a comer sin los adultos.

Tras la clase de modales a las cuatro, Beom llamó a mi puerta y entró encontrándome a mí atándome las botas. Ambos vestíamos de negro con pantalones cargo. Me coloqué el cubrebocas y me despeiné el cabello.

—¿Hyo?

—Casi lista—dijo sentándose en mi cama.

—¿Se lo vas a decir?—pregunté guardando alguna de la ropa que saqué del armario.

—¿Que me gusta? No, está chiquita y no quiero tener que ver con el incesto—dijo haciéndome reír.

Hyorim tenía catorce años, para mí no era chiquita pero para una relación ya me lo pensaba como hermano protector que era.

—Como hermano la quiero virgen hasta el matrimonio, como tu primo te recuerdo que es incesto y como amigo te animo a estar con ella porque no sois de sangre.

Exacto, Beom fue adoptado aunque eso no afectaba en nuestra cercanía.

—¿Gracias?—preguntó riendo ligeramente.

—¿Vamos con Adam?

Adam Lee, el hijo de al parecer uno de los amigos de mamá: Mark. Accidentalmente nos hicimos amigos hacía un par de años y cuando le dije a mamá se le salió el agua por la nariz...buen recuerdo.

—¿No estaba en la segunda capital con la familia?

—Cierto—dije guardando la cartera en mi bolsillo.

Tocaron la puerta y se asomó Eric también vestido.

—¿Te unes?—pregunté levantando una ceja.

Asintió abriendo del todo la puerta mostrando a Hyorim también.

—Luca me dijo que si quería venir que viniera, puede jugar solo con los demás.

Ciudad allá vamos...

—Tres intentos, todos fallidos—dijo Beom riendo al ver como suspiraba audiblemente.

Tres chicas se ma habían acercado en lo que llevábamos de tarde caminando por la ciudad. Ya era algo más de noche,  principalmente estuvimos en la zona rural en el lago donde mamá y papá se hicieron pareja. Después comimos en la pequeña tienda del pueblo que era del amigo de mamá, Jackson. Al final acabamos de paseo por las calles hablando de qué podríamos hacer al día siguiente.

—Hermano, déjalo y sal con chicos—dijo Eric haciendo reír a Hyorim

—Hará lo que quiera, y dijo que le interesan más las mujeres, idiotas.

—Gracias Beom...

—Tiene mal gusto, seguro que acaba siendo uke si se busca un hombre...

—Yo no quiero incesto al menos—dije provocando un silencio y un empujón de mi primo.

Lo que nunca pensé fue que aquel empujón que me hizo chocar con una chica cambiaría mi vida.

King Jeon - "JK"Where stories live. Discover now