-Largense a ver qué comen del refrigerador y déjenme bañarme en paz.

-Pero- Reclamó Jeremy.

-Bye- cerré la puerta en su cara.

-Bye- cerré la puerta en su cara

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No entré a la ultima clase.

Los días de mi cumpleaños son como una maldición.  Siempre ocurre algo malo, por eso no pude confiarme de nada especialmente este día.

-¡Oye chico malhumorado!

-¿Qué haces aquí,ridícula? Se supone  que tienes que estar en clase con Fernández.

-Se supone, pero le he dicho que tenía una gran emergencia porque me avisarón que mi perro se tragó algo que lo intoxicó.

-Tú no tienes perro ,Wattson.

-Dah, eso es más que obvio tonto.  Pero se que es tú cumpleaños y quería salir antes para felicitarte.

-No te molestes,  para es un día cualquiera.

-No empieces Vandort - comenzó a molestarse.

-Eres demasiado terca Wattson.

- Un poco-mucho, si- Se acercó a mí dándome un pequeño beso en la punta de mi nariz. -¡Oh por Dios!- exclamó emocionada.

-¿Qué?

-¡Vandort ,te sonrojaste!- Mierda.

-No, yo nunca me sonrojo.- la pelinegra sacó su celular para  tomarme una foto. 
¿Una buena pose para una foto? Muéstra tu dedo corazón.

-Tenía que guardar la evidencia.

-Exagerada.

-Si ,y tú eres un ridículo.-  guardó su teléfono dentro de su mochila. Tomó mi mano obligándome a levantarme.- Vamos, se nos hace tarde.

-¿Tarde para qué?

-Es una sorpresa tonto.- A ella nunca podía decirle que no.- Me vale un cacahuete si no quieres ir. Yo nunca acepto un no como respuesta.

-Eso lo sé. -Me levanté de la mesa vieja e abandonada que hay en la cancha de baloncesto; su fina ,delicada mano sigue sosteniendo la mía. Reí al ver lo gracioso que se venía a lado de la mía.

Una pequeña curiosa junto a un gigantesco ogro.

-¿Qué es tan gracioso?

-Que tu mano parece la de nenuco a lado de la mía.

"Algo más que simples cartas"   (TERMINADA)Where stories live. Discover now