—¡Yo sólo quería...!

—¡Follen! —Jungkook rompió a llorar (otra vez)—. ¡Malos! ¡Malos... alfas! ¡Malos! ¡No me... no me aman...!

Jimin rascó su nuca.

—Bueno, TaeTae, si puedes ponerte en cuatro... —comenzó a decir Jimin, antes de que Taehyung se atragantara con su saliva.

—No me jodas, Jimin —balbuceó Tae—. El delta en este celo eres tú. En cuatro, ahora. Creo que hay lubricante en un cajón...

Jimin iba a comenzar a llorar porque no creía que estuvieran hablando de eso, pero una mirada hacia Jungkook, que estaba balbuceando palabras entre lágrimas, le hizo desistir de su plan de lanzarse por la ventana.

Mientras Taehyung agarraba algo en el cajón, Jimin se giró y puso boca abajo, desnudo y un poco incómodo por la situación en la que estaba. Por sentirse tan expuesto de pronto.

Su alfa interior comenzó a chillar que no, que se diera vuelta y tratara de someter a Tae, pero desistió, pues el lugar donde el mayor mordió el día anterior pareció arder en señal de advertencia. Taehyung había ganado justamente. Era el Alfa a cargo en ese celo. Quizás en el siguiente podría cobrárselo, pero por ahora...

—Relájate, Jiminie —susurró Taehyung, acariciando su cintura de forma repentina, con Jungkook mirándolos atentamente—. Si es demasiado, me avisas y pararé.

Tomó aire, forzándose a relajar sus tensos músculos de su cuerpo, y tomó la mano de Jungkook para sostenerse, mientras sentía los dedos del alfa comenzando a acariciar su trasero.

—Vaya —comentó Tae—, tienes mejor culo que Jungkook, quien lo– ¡POR UN DEMONIO, JUNGKOOK!

El grito del mayor resonó en el cuarto cuando Jungkook le lanzó ahora su zapato.

Jimin comenzó a reírse sin control alguno, tanto por la situación como por los nervios, pero antes de poder decir algo, jadeó cuando Tae, mascullando por lo bajo, apretó la botellita del lubricante, soltando el líquido entre sus nalgas.

—Ven —instó Taehyung, agarrándolo de las caderas y tirándolo hacia la orilla de la cama—. Apoya tus pies en el suelo, pero no te endereces. Separa tus piernas y eleva tu culo, sí, así —alabó Tae al verlo obedecer—. Ahora, Jungkookie, ¿qué tal si le chupas la polla mientras lo preparo para relajar a tu alfa?

Jungkook gimoteó, asintiendo con torpeza, deslizándose por entre las mantas y acomodándose de rodillas en el suelo, entre las piernas de Jimin. Agarró su miembro con los labios para comenzar a chupar.

Jimin jadeó por la ola de placer que lo recorrió, inevitablemente relajándose un poco más cuando Jungkook agarró su pene, y casi no notó el momento en el que Tae deslizó un dedo en su interior.

Se sobresaltó por completo, pero no por el dolor: bueno, sí, era algo incómodo y con un pequeño dolor punzante, pero no era demasiado. Podía... Podía acostumbrarse.

Miró hacia abajo, con su rostro entre sus brazos, observando a Jungkook mirándole atentamente mientras seguía chupando su polla, sus mejillas coloradas y sus ojos brillando.

—¿Cómo se siente? —preguntó Tae con voz ronca detrás de él, entrando y sacando su dedo de su interior.

—Ex... extraño... —contestó Jimin, respirando aceleradamente.

—Meteré un segundo —dijo Tae, antes de echar más lubricante en su entrada y su mano, juntando dos dedos para presionarlos contra su entrada.

Bien, ahora sí dolió un poco más.

Yuanfen [YoonSeok]Where stories live. Discover now