𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟖

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𝐿𝒶 𝒸𝒽𝒾𝓈𝓅𝒶 𝒹𝑒 𝒞𝒶𝓁𝒸𝒾𝒻𝑒𝓇 𝓎 𝑒𝓁 𝓇𝑒𝑔𝓇𝑒𝓈𝑜 𝒹𝑒 𝒞𝒶𝒷𝑒𝓏𝒶 𝒹𝑒 𝒩𝒶𝒷𝑜

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____ y Sophie subieron las escaleras y se encontraron con todas las telarañas y suciedad en el techo y paredes. Al menos ____ había barrido y encerado el piso así que no tendrían tanto trabajo. ____ se puso un poco nerviosa, le tenía fobia a las arañas, las cuales había en montón. Sintió algo caer en su cabeza, algo con patas, que empezó a caminar en su cabello. En efecto, una araña grande había decidido que la cabeza de ____ sería un buen lugar para explorar. Sophie sabía de la fobia de ____, así que intentó calmarla, ya que la pobre se paralizó, respirando con dificultad.

-____, quédate quieta- dijo Sophie, acercando sus manos a la cabeza de su amiga para quitarle la araña, quien se sintió amenazada y saltó a la cara de la joven. Al tener al monstruo arácnido en su cara, la chica dio un grito aterrado, que sonó en toda la casa. ____ se abofeteó a si misma, tratando de quitarse la araña de encima. Abrió la primera puerta que encontró y entró sin pensarlo, afortunadamente no había arañas ahí.

Se fijó en el lugar en el que había entrado, y se preguntó si era mejor estar ahí o seguir con una araña en la cara. Era el baño de Howl, que estaba demasiado sucio, las paredes tenían moho de diferentes colores, el agua de la bañera estaba café, y mejor no hablemos del inodoro. El lugar entero olía terrible, una combinación de humedad y químicos.

-Santo cielo...- dijo Sophie al entrar, rápidamente abriendo la ventana para que se fuera el olor. Ella y ____ sacaron sus cabezas para respirar aire fresco, y se dieron cuenta de que estaban volando, bueno, no volando ya que el castillo caminaba con sus patas de metal, pero se sentía como si estuvieran volando. Impresionadas miraron a su alrededor, dejando que el fuerte viento las despeinara. ____ bajó las escaleras con prisa, para llegar a donde estaba Calcifer.

-Calcifer ¿Eres tu el que mueve el castillo?- preguntó emocionada, asomándose por la barandilla de las gradas.

-¿Pues quién crees?- respondió Calcifer con sarcasmo

-¡Vaya! ¡Estoy muy impresionada, es maravilloso! ¡Eres un demonio fuego de primera! ¡Tienes la chispa!- lo halagó la muchacha, subiendo de nuevo con rapidez, dejando a Calcifer sin habla, nunca le habían hecho un cumplido así, no pudo evitar sonrojarse -¿Tengo chispa?- se dijo a sí mismo -¡Tengo chispa!- exclamó emocionado, creciendo varias veces su tamaño, haciendo que el castillo fuera más rápido.

Sophie y ____ fueron a un balcón que encontraron al abrir una de las puertas, se agarraron con fuerza de la baranda para no caerse, admirando la hermosa vista que decidió iluminar sus ojos aquel bello día. Ciervos salvajes corrían por la pradera, cuyo césped tenía un agradable tono de verde y habían varias flores que le daban más color a la escena. Lejos, podían ver las montañas, sutilmente cubiertas de nieve, casi como una delicada pincelada de blanco sobre las negras cúspides. El cielo era azul, y estaba despejado, dos o tres nubecitas felices adornando el firmamento como si de una obra renacentista se tratara.

Al avanzar un poco más, notaron un gran espacio acuático azul oscuro, que parecía brillar con las suaves caricias del sol. Varios pinos rodeaban el cristalino lago de aguas relucientes que parecía dormir tranquilamente, sin un solo problema que molestara su serenidad, la serena brisa que ocasionalmente movía las tranquilas aguas parecía ser la única evidencia de movimiento o vida allí, además de los pájaros que volaban sobre ellas con elegancia sin igual.

-Es bellísimo- suspiró ____, apoyando sus codos en la baranda de metal

-Si, es el lago estrella- dijo Mark, quien se había unido para admirar el paisaje

-Un nombre bastante adecuado- dijo Sophie sonriendo

El momento fue brevemente interrumpido por un palo metido en algún hueco del castillo, moviéndose de acá para allá tratando de liberarse. Al verlo, Sophie, ____ y Mark lo tomaron, atrayéndolo con fuerza. Cuando al fin lograron sacarlo de ahí, se encontraron con el viejo amigo Cabeza de Nabo, a quien Mark aún no conocía.

-Un espantapájaros...- dijo Mark extrañado

-Le llamo 'Cabeza de Nabo'- explicó Sophie, mirándolo saltar y dar piruetas en el aire, saltando en el duro metal del castillo, probablemente como una forma de agradecimiento por haberlo sacado de ahí -Nos sigue a donde vayamos- dijo la anciana. -Perece que le caímos bien

-¿Están seguras de que no son brujas?- preguntó Mark, mirándolas con curiosidad

-¡Oh, claro! ¡Somos brujas de lo peor!- bromeó la joven ____, agachándose y haciéndole cosquillas al niño, quien cayó al suelo, no pudiendo parar de reír. ¡Limpiamos y somos malvadas, comemos niños para el desayuno!- rió de nuevo, haciendo un sonido tratando de imitar el gruñido de un monstruo

-¡Basta, basta!- reía el pequeño, retorciéndose, tratando de alejar las manos de la muchacha, quien finalmente se detuvo al ver al castillo dejar de caminar, quedándose a las orillas del bello lago de antes. Mark, suspiró aliviado, secando las lágrimas que la risa le había sacado, aún con una sonrisa en su rostro.

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Mark, ____, Sophie y cabeza de Nabo comenzaron a lavar la ropa, ____ la lavaba en el lago, Sophie y Mark la extendían y ponían en un cable que Cabeza de Nabo estiraba para atarla a alguna parte del castillo y se secara. Era tanta la ropa que estuvieron ahí un buen tiempo, hasta que decidieron que podían darse un descanso, por lo que colocaron una pequeña mesa con tres sillas e hicieron una especie de picnic a las orillas del lago.

-No dudaría que fuera un demonio- dijo Mark refiriéndose a Cabeza de Nabo, quien saltaba alegremente para extender la ropa.

-Tal vez lo sea- dijo Sophie, tomando un poco de té

-Pero si lo es, es uno bueno porque el nos trajo hasta aquí...- suspiró ____ con una voz soñadora, pensando en todas las cosas buenas que le habían pasado desde que encontraron el castillo, especialmente aquel joven mago en el que, por alguna razón, no podía parar de pensar.

-Que extraño- dijo Sophie, mirando a las montañas -jamás había sentido tanta paz interior- se levantó de su silla y se dirigió al castillo, ya que la ropa había terminado de secarse.

𝙴𝚕 𝚌𝚊𝚜𝚝𝚒𝚕𝚕𝚘 𝚟𝚊𝚐𝚊𝚋𝚞𝚗𝚍𝚘; 𝙷𝚘𝚠𝚕 𝚡 𝚛𝚎𝚊𝚍𝚎𝚛Where stories live. Discover now