Cada mes pasaba llevándose la felicidad de muchos hogares, la tristeza en la cuidad de Seattle y sus alrededores eran la emoción predominante. El término de la escuela estaba cada vez más cerca, supuestamente Emmett y Rosalie estaban en la universidad cuando la realidad era que estaban de luna de miel. Rosalie había deseado otra vez su boda. Los chicos estaban en el mismo año, todos excepto Edward y su novia además de Rosalie y Emmett. La emoción era latente en cada rincón del edificio, las ruidosas emociones de los demás tenían aturdido a Jasper todo el tiempo más de una vez Issa había empleado su escudo en él. Su protección era de suma importancia.

En esos momentos todo el alumnado estaba en la cafetería, un lugar sumamente ruidoso al haber un montón de personas hablando al mismo tiempo. A los oídos inmortales llevaban los vestigios de la conversación, el famosos discursos que lo daría la chismosa de Jessica Stanley. Y Mike Newton junto al asiático Yorckie trataban de ayudar, promocionado los típicos chicles de los discursos, lo que todos ya habían usado. Y como era de esperarse rechazo sus propuestas, en ese aspecto Issa estaba de acuerdo con ella. Para uno querer oír lo mismo de siempre, una reproductora podría hacer ese trabajo más fácil. Ella quería un discurso innovador, que representará lo que ellos y ella era.

La pequeñaja de Alice los había convencido de juntarse con el grupo de Bella, unos chicos pubertos que las hormonas guíaban su cuerpo. La mirada de todos seguían los movimientos de la reservada familia Cullen, era todo un logro verlos juntarse con los demás obviando a Bella por ser la novia del cobrizo Cullen. Alice con su típica actitud alegre y positiva, junto a un Andrew con su típica frialdad además de la pareja de Issa y Jasper, aveces creía que Jasper y Andrew eran la misma persona. Los dos habían estado en guerra pero eso de hacer casi lo mismo y sus actitudes ya era decir demasiado. Issa y Emmett bromeanban sobre eso un montón.

-Decidí hacer una fiesta.-afirmó la duendecilla.

-Después de todo¿cuántas veces nos graduaremos de secundaria?.-ironizó el rubio miel.

La noticia causó revuelo en la mesa, era algo sorprendente que fueran a dar una fiesta en una casa que nadie a visto nunca. Y como si fuera llamado la respuesta del cobrizo ni se hizo del rogar.

-¿Otra fiesta, Alice?.

-Va a ser divertido.

-Eso fue lo que dijiste la última vez.-apoyó la castaña a su novio-como era de esperarse-.

-El dúo pesimista, entra en acción.-murmuró para todos la cubana.-A veces me pregunto si ustedes de verdad son estudiantes de secundaria y no ancianos de un asilo. La diversión por sus venas es nula, son una ofensa a los comediantes, al mismo de la risa.-se burló de los dos, en ese momento las risas y los comentarios inapropiados de Emmett hacían falta.

Risas poco discretas de esparcieron por toda la mesa, algunos de acuerdo con la pelinegra y otros solo reían por diversión.

-Issa.-la llamó Jasper, un conflicto entre ella y Edward era lo menos indicado.

-Es la verdad y lo sabes, es un anciano y eso que tú y yo somos mayores que él.-refutó la latina. Lo que casi nadie noto fue el doble sentido de sus palabras.

De un momento a otro el semblante alegre de Alice cambio a uno de ausencia total, el que ya conocía el secreto de la familia sabía que están teniendo una visión. Su rostro era inexpresivo. Andrew mantenía su mirada fija en ella, la tomo el cuello y la hizo recargase sobre él. Ocultando su rostro, Edward al estar leyendo su mente también estaba en trance. Jasper sentía sus emociones, furia, miedo, cólera, impotencia, pero había una que sobrepasa a las otra el resentimiento. Era algo rarísimo esas emociones en Alice, una chica que desprendía alegría y serenidad, positiva y energética alguien a quién Jasper le gustaría tener cerca por sus emociones que eran un respiro del mundo ajeno. No era que decía que Issa no le era de ayuda, pero estaba agotado de pedirle ayuda a su mujer, y eso era algo estúpido. En cada momento de su vida, Issa estaba ahí pero él tenía el fuerte pensamiento de que un día ella se iba a cansar. Cuándo eso era un error ella nunca se cansaría de ayudar a su esposo, ellos eran un equipo y los equipos se apoyaban en las buenas, en las malas y en las más jodidas. Su amor asía Jasper era demasiado grande para algo así.

𝑵𝑬𝑾 𝑳𝑰𝑭𝑬⎯ 𝑱𝑨𝑺𝑷𝑬𝑹 𝑯𝑨𝑳𝑬.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora