Parte 7: Reina de corazones

151 13 44
                                    

N/A: Este capítulo es un poco homenaje a Perla Shumajer. ¡Espero que os guste!

*Por cierto, tuve un problema al pasar el documento a wattpad y se me quedó el texto hecho una pena. Lo he corregido, pero es posible que siga teniendo errores porque la atención a los pequeños detalles nunca fue mi fuerte, y no tengo tiempo ni paciencia para hacerlo de nuevo. Así que si veis un porque que debería ser un por qué o algo por el estilo, es eso. Sorry...


OoO


Draco estaba hastiado de aquella conversación. La clara luz de la mañana entraba por un ventanal y le hacía pensar al rubio en el tiempo perdido de forma miserable en estupideces que en realidad no le importaban. Llevaba media hora hablando con Zabini, quien insistía en su absurdo plan para traer de vuelta a Dolores Umbridge como directora. "Y yo bastante tengo con lo mío", pensaba el rubio.

-¿Así que eres un cobarde? ¿No te importa que esos malditos dumbledorianos se salgan con la suya después de lo que le han hecho a tu padre?

-¡No soy ningún cobarde! —exclamó un indignado Draco.

-¡Entonces demuéstralo!

-¡No tengo nada que demostrar! ¡Y si me permites mi opinión, te diré que tu idea es la mayor tontería que he escuchado nunca después de aquella vez en la que mi tía quiso organizar un baile para emparejar a la serpiente del Señor Tenebroso con un macho de su rango!

-¿De qué estabais hablando? —dijo Harry apareciendo casualmente tras una esquina.

-¡Nada que a ti te importe, chusma dumbledoriana! Sigue tu camino y no nos molestes, mestizo —dijo Zabini.

-Sé que estabais hablando de Voldemort, os he escuchado, ¡mortífagos!—dijo Harry señalándolos con el dedo.

-Vaya, parece que San Potter quiere pelea. Lo que me extraña es que no te hayas traído al traidor Weasley ni a tu amiga la sangre sucia ¡seguramente estará muy ocupada aliviando el aburrimiento de tu novia! —dijo Draco con altivez.

-¡Retira eso! —exclamó Harry sacando la varita.

-¿Quieres que midamos nuestras varitas, Potter? —preguntó Draco sacando la suya.

-¡Cuando quieras y donde quieras!

-¿Podría ser en un lugar en el que no nos vayan a castigar a todos por vuestra culpa? ¡No sé, podríais ir a mediros las varitas al bosque, donde no nos salpiquéis a los demás!

-¿Tú no estabas deseando rebelarte contra la tiranía dumbledoriana? ¡Ahora es tu turno de demostrar tu compromiso, amigo Zabini! —exclamó Draco burlándose del slytherin.

Unos pasos resonaron por el corredor y los chicos guardaron de momento sus varitas en las túnicas. Tonks apareció con una ceja alzada y cara de pocos amigos.

-Faltaba tiempo para que aparecieses tú también a meter las narices en nuestros asuntos —comentó Draco.

-No ha hecho falta que me esforzase mucho: habéis gritado tanto que os he escuchado desde el pasillo de al lado. Bueno, qué: ¿otra vez dando problemas? ¿No es así, primo? —dijo la aurora ignorando a los otros chicos y clavando la mirada en el rubio.

La bruja entrecerró los ojos por un momento, y Harry pensó que a veces Tonks no parecía tan inocente. En aquél momento había creído ver un brillo extraño en sus ojos oscuros, y el mago tuvo un escalofrío.

-¿Por qué no le preguntas a Potter? ¡Ha sido él quien ha venido a molestarnos!

-Normalmente suele ser al revés la cosa ¿no es así primo?

¡Solo te quiero a ti!Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt