3.- Revista

462 65 186
                                    

Realmente creyó que ese día sería normal.

Ja ja, su hermano era Atsumu, ningún día era normal.

Todo iba bien, había comido su comida favorita e iba camino a acostarse un rato, pero apenas entró a su cuarto vio a Atsumu casi tirar algo en la cama de arriba. Lo escondió.

Si no fuera porque su hermano se veía bastante nervioso, lo hubiera ignorado. Pero ahora necesitaba saber que era. Por fines netamente científicos.

–¿Qué era?– le preguntó acercándose a la litera, se paró en la escalera para poder llegar a su altura, notando entonces que el rostro de su hermano estaba rojo.

Qué mierda estaba viendo Atsumu.

–Nada. – respondió rápidamente.

–Si, era algo– trató de buscar con la mirada aquel objeto pero no lo encontró, por suerte él si tenía neuronas, no como su hermano y se dio cuenta de que si no estaba arriba, debía de estar abajo.

Muy buena conclusión.

Bajo rápidamente para buscarlo pero Atsumu pareció leer sus pensamientos y prácticamente se tiro para poder evitarlo. No tuvo suerte.

Era una revista.

Espera.

–¿Qué es esto, Tsumu?– nunca había visto una revista de ese tipo, se suponía que las revistas mostraban cosas de interés o para vender. No chicas.

Mucho menos chicas en trajes de baño. Semidesnudas.

¿Tal vez vendían trajes de baño...?

O tal vez...

–Que asco, le diré a mamá– era su venganza, la verdad no le importaba mucho eso, pero no perdería la oportunidad de amenazar a Atsumu.

–¡No! Te la doy si quieres.

Osamu empezó a reír.

–Claro, porque las mujeres me interesan tanto– su hermano frunció el ceño.

–El sarcasmo es de mala educación.

–Ver mujeres que te duplican la edad también.

Le ganó la discusión.

–¿Si te consigo una no le dirás a mamá?– su hermano estaba incómodo y nervioso, la verdad era que no le diría a su mamá, sería humillante para su hermano, pero molestarlo era una de sus actividades favoritas.

–Ya te lo dije, no me gustan las mujeres, no quiero una revista así.

–Debe de haber alguna con hombres, te consigo una y te quedas callado.

No sabía si ofenderse o algo. Sabía que no estaba pequeño ya, pero no era grande tampoco, estaba como atrapado en una categoría extraña, ya se le hizo muy incómodo tener un sueño raro con su mejor amigo, pero de ahí a tener una revista de ese tipo, era raro.

Aceptó el trato.

No había nada que perder.

Ya se le había olvidado el trato después de unos días, hasta que Atsumu le entregó dos revistas.

¿Le debía preguntar de dónde las sacaba?

Lo miró extrañado y se retiró del cuarto.

Abrió una página al azar y lo primero que vio fue un chico, de tal vez veinte años, lindo, muy lindo. Tanto que lo hacía sentir horrible.

Estaba sin camiseta y no tenía mal cuerpo.

Y lo hizo sentir muy inseguro de sí mismo. Sabía que tan solo tenía trece años, y que su cuerpo aun no podía verse así, que le faltaban años. Pero de todas formas se sintió horrible.

PUBERTY, IS NOT FUNNYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora