𝖮 𝗇 𝖼 𝖾

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× Capítulo largo

× Intento de escribir algo lindo 😔🤛

× Gustabo      Yo
                    🤝
Llorar con Pedro Infante

× Estoy altamente avergonzada.

El día de hoy este escrito está dedicado a dream_0605 y pogotrisste

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𝙲𝚘𝚗𝚠𝚊𝚢, 𝚞𝚗 𝚌𝚘𝚖𝚙𝚕𝚒𝚌𝚊𝚍𝚘.

Era un día común en comisaría, entre bromas, balas pérdidas y reclamos de gente pendeja en la recepción, en medio del caos se encontraba el superintendente de los Santos tratando de mantener todo en orden a base de porrazos y amenazas que todos se pasaban por los cojones, Jack Conway podría ser el super pendejo más grande de la ciudad pero aún así era un hombre guapo, uno que no le daba bola a nadie, ni a un lindo chico de ojos azules.

— Disimula, Gustabo, disimula— pidió Horacio mientras le daba un codazo, el rubio era primerizo en el amor y no contaba con que toda su fachada de chico rudo y sin sentimiento se cayera en presencia del viejo.

— Yo no estoy haciendo nada, inventas cosas— soltó Gustabo siendo presa de la vergüenza, tiñendo su rostro de rojo— cállate puerco.

— cállame perro—

Los hermanos iban a lanzarse a los golpes cuando un gritó conocido les hizo voltear a la entrada de la comisaría.

Saquenme de aquí, tengo que salir pa' afuera, nadie dijo que tenía derecho a guardar silencio, nadie dijo que tenía derecho a guardar silencio— gritaba cierto mexicano mientras era sujetado por dos agentes, sea cual sea el motivo por el que estaba ahí significaba que detrás suya venía media mafia sexy.

De hecho, Emilio, tienes derecho a guardar silencio, lo que no tienes es la capacidad— bromeó Gustabo mientras se acercaba al mexicano, ignorando por completo a su hermano el cuál seguía con que era muy obvio con su gusto por el viejo rabo verde sexy que no le daba bola.

Por motivos obvios Gustabo termino siendo quien procesará a Emilio el cuál siempre si venía sólo, al parecer fue al único que lograron atrapar por motivos que no quiso decir, quizás por entretenerse con un culito de cierto gallego que había llegado a “visitar a Horacio” visitar a Horacio y una mierda, venía a pagar multas y de paso a la visita conyugal con el mexicano — Par de guarros— pensó Gustabo mientras se regresaba a la recepción de nuevo.

Horacio hablaba animadamente con varios denunciantes, ese día por decreto real del rey de los payasos Conway, ambos se quedaron en comisaría atendiendo denuncias no había acción y cada cierto tiempo le tenían que ver la cara al superintendente, Gustabo no se quejaba para nada pero prefería soñar despierto mientras manejaba la patrulla que soñar despierto en comisaría teniendo un tomulto de gente gritando, quejándose y lloriqueando.

— ¿Qué tal? ¿Cuándo saldrá Emilio?— preguntó Segismundo, el cual había estado esperando sentado como niño chiquito en una de las sillas de la recepción.

ONE-SHOTS [ⁱⁿᵗᵉⁿᵃᵇᵒ]Where stories live. Discover now