Capítulo 5

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Hugo, Adri y yo nos quedamos mirando a Jaime mientras se llenaba un vaso de agua y se lo bebía como si estuviese en su casa.

- Ese es mi vaso. De mi propiedad.

-Qué pena.

-No vives aquí. ¿Desde cuando tienes vaso propio? -Le preguntó Hugo a Adri, pero le callé dándole un golpe en el brazo.

Jaime siguió a lo suyo y Adri cerró el puño mientras lo observaba. Lo nudillos se le pusieron blancos y yo ya me tenía lo peor.

Una pelea, sangre, huesos rotos, policía y cárcel. Socorro, no quería ser testigo de nada. Seguro que había venido a decirme que mis padres estaban muy enfadados, que me necesitaba y que éramos un equipo para estar a cargo de la empresa, que me estaba comportando como una cría egoísta...

Se había rapado el pelo y debajo de la manga de la camiseta se asomaba un trozo de tatuaje. ¿Me había ido y ya se había revolucionado? Jaime ha pasado de ser el chico elegante a uno de los que él siempre criticaba. Ironías de la vida.

-Tu padre me tiene en el punto de mira porque piensa que te has ido por mi culpa.

-En parte tiene razón. Eres un puto mentiroso. -Levanté los ojos, frustrada- ¿Con Carla, en serio?

Adri carraspeó detrás de nosotros y miró a Jaime con sospecha. Vale, no quería que todos los de esta casa se enterasen de nuestros asuntos, porque yo era muy gritona y si sacaba las garras no quería que Adri o Hugo estuviesen ahí para presenciarlas.

-No es tu primo. -Adri se colocó enfrente de mí sin ningún atisbo de luz en sus ojos.

Adri me cogió del brazo y me llevó hasta una esquina del salón. No quería que se metiese en problemas. Enredé un mechón de pelo entre mis dedos y empecé a darle vueltas hasta que Adri puso ambas manos en mis hombros e hizo que lo mirase sin opción a retirar la mirada.

-Puede irse de aquí si me lo pides. Hugo y yo podemos hacernos pasar por dos matones y meterle miedo.

-No digas tonterías -Miré a Jaime, que estaba mirando los cuadros de la casa mientras nos miraba de reojo.- Puedo decirle a Claudia y a Hugo que me cambio de piso. Ya les estoy mareando demasiado.

-Ángela, no digas...

No lo dejé terminar porque él intentaría hacerme entrar en razón sobre que yo era una más del piso y que no pasaba nada. Bla, bla, bla...

Volví al salón para buscar a Hugo, pero me encontré a Claudia con dos libretas en la mano, en pijama y con un moño deshecho. Miraba a Jaime con la boca entreabierta. Cogió el cuchillo que Hugo tenía en las manos y que había dejado en el sillón minutos antes.

-¡Hugo, nos roban!

-Se ha ido. Ha dicho que esto no es de su incumbencia. Tengo que hablar con ella. -Jaime me señaló.

Claudia se giró para mirarme y su expresión no me dio ningún tipo de confianza. Dentro de mí notaba que aquí solo había llegado para causar problemas y dar revuelo en cada parte de esta casa. Desde que estaba aquí, todos estaban pendientes de mí y notaba que era un estorbo. Hugo al parecer estaba harto de mis asuntos, Claudia me miraba como si fuese un bicho raro, y Adri pasaba mucho tiempo conmigo, no sé porqué, e intentaba ayudarme en todo. No sé si por pena o porque no quería que sus amigos se viesen perjudicados por mí.

En resumidas cuentas: Me sentía incómoda con todos esos pensamientos y tenía que irme durante un tiempo sola o... con otra persona. Es eso o irme con mis padres, con Jaime y estar encerrada en una casa donde solo quieren que tenga el futuro que no quiero.

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⏰ Última actualización: Aug 17, 2021 ⏰

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