Sintió como unos brazos lo rodearon por completo sin esperar alguna reacción. Era como un sueño vivido y...

¡San lo estaba abrazando!

Por dios, Wooyoung no tenía ni idea de como actuar por lo que optó solo por devolver el gesto lentamente, era mágico. Cerró sus ojos y aspiró aquel aroma tan embriagante del mayor, se sentía tan bien estar en los brazos de su mayor que no quería, ahora, separarse de ellos.

—Wooyoung —. Le habló su jefe pero no dijo nada. —Lamento... haberte besado sin permiso, no era mi intención hacerlo pero... no sé que me llevó a realizar tal cosa —. Explicó el pelinegro aún manteniendo el abrazo.

El rubio soltó un suspiro y se separó poco a poco. Choi lo estaba observando con curiosidad esperando su respuesta.

—Esta bien, no se preocupe por eso ahora... supongo que lo... necesitaba —. Comentó con simpleza ganándose una mirada molesta por parte del contrario. —¿Dije algo malo? —. Dijo un poco asustado.

—Me gustas, Wooyoung... —. Soltó San, el rubio estaba por decir algo pero él prefirió hablar primero. —Sí, me gustas, pero no creo estar listo para una relación formal así que...

—...¿No quiere intentarlo? —. Cuestionó el menor con curiosidad en voz baja pero audible para el mas alto.

—Escucha, no quiero forzarte a nada, sabes como soy y... no creo poder ser como los novios típicos o normales, sabes bien que detesto ciertas cosas —. Aclaró.

—Yo... digo... usted, puede intentarlo, puede intentar, no cambiar, sino mejorar como persona —. Sinceró. —¿Qué dice? Si quiere... yo puedo ayudarlo...

San soltó aire dando a entender que se rendía.

—Esta bien —. Aceptó el pelinegro sin mas.

Obvio que no le agradaba para nada esa idea pero tal vez debía darse una oportunidad de mejorar. Al menos lo intentaría.

—¡De acuerdo! —. Mencionó el rubio con fuerza; su mirada, semblante y voz reflejaba lo feliz que estaba y eso le gustaba al mayor. —Comenzaremos desde mañana. Yo sé que usted puede —. Aseguró.

Choi lo miró y luego rodó los ojos, claro que podía, sin embargo, no era fácil y eso era lo peor.

—Sé que no le será fácil al principio, pero le aseguro que haré lo posible por ayudarlo —. Aclaró el rubio al ver el ceño fruncido del mayor.

—¿Qué si no puedo lograrlo?

—No diga eso, yo sé podrá hacerlo —. Sinceró el menor mostrando una sonrisa alegre en sus labios.

El pelinegro asintió sin decir nada mas. No estaba muy convencido pero al menos podría pasar mas tiempo con el contrario, no era algo que esperaba pero tampoco algo que rechazaría sin pensar primero.

Minutos después, ambos se encontraban caminando hasta la habitación del mas joven, como siempre, en silencio. Wooyoung iba tarareando una canción en su mente mientras que el mayor no pensaba en nada, solo quería dormir y olvidarse de lo malo que había sucedido en la mañana y parte de la tarde.

—Hasta que aparecen —. Habló el mas alto una vez que vio a San y Wooyoung llegar.

—¿Qué ocurre? —. Cuestionó Choi al notar el semblante preocupado de su amigo.

—San, necesito hablar contigo un momento —. Aclaró Park sin mas, algo que hizo que el mencionado lo mirara con el ceño fruncido.

—De acuerdo, nos vemos mañana —. Dijo revolviendo un poco el cabello rubio de su asistente logrando que Park lo viera raro y luego mostrara una sonrisa no tan notoria.

—Bueno, hasta mañana jefe Choi, descanse bien, usted igual señor Park —. Mencionó el menor con una sonrisa antes de entrar a su por completo a su habitación y cerrar la puerta.

—¿Qué es ahora?

—Será mejor que vayamos a tu habitación, tengo que... mostrarte algo importante —. Comentó el mas alto mostrando su celular, Choi estaba un poco confundido.

—Esta bien, sea lo que sea, espero que no haga estallar mi cabeza, bastante tengo con lo que pasó hace unas horas —. Soltó el pelinegro con voz no tan amable, sonaba más a que estaba molesto por lo que Seonghwa prefirió quedarse callado y esperar para decirle a su amigo lo que sucedía, o mas bien, lo que estaba por suceder si no se tomaban medidas drásticas.

El pelinegro se sentó en la orilla de su cama después de haber colocado su celular sobre el buró a lado de su cama. Seonghwa lo siguió en el acto mientras buscaba algo en su celular.

—Sinceramente... creo que Seojeong, a pesar de que le mentiste y ella ya lo descubrió por su cuenta y esta enojada por ello... tomó la decisión de ayudarte...

—... ¿Ayudarme con qué?...

—... Ayudarte con ChanHee, pero ese no es el punto, la cosa es... Esto... —. Confesó mostrándole, en su celular, una conversación.

—¿Y esto? —. Cuestionó tomando el móvil con su mano izquierda para luego comenzar a leer.

—Seojeong me mando esas capturas de pantalla de la conversación de tu padre y el señor Lee, según ella, dice que su padre no quiere tener nada que ver con él pero... no lo sé...

—¡¿Y esto qué?! —. Gritó San asustando al contrario. —¡¿Sabes lo grave que es esto?! ¡Ese viejo loco que se dice llamar mi padre! ¡Quiere...! ¡Ashhhh! No es posible

—Lo sé, Seojeong también me dijo que su padre, el señor Lee, habló con Wooyoung para advertirle que tuviese cuidado con tu padre —. San miró a Seonghwa con sorpresa. —Supongo que fue aquella vez que le dijiste que fuera a ayudar a la decoración de la "fiesta"

—Wooyoung, no tiene que caer en manos de mi padre, y mucho menos de ChanHee, ambos están locos. A parte, no puedo creer que quiera poner como nuevo jefe de la empresa a ese loco sumiso que tiene por hijo —. Soltó con brusquedad.

—Seojeong se encargará de ChanHee porque su padre se lo dijo, el señor Lee no esta conforme con la nueva decisión del señor Choi —. Aseguró Park mientras San se llevaba ambas manos a su rostro, estaba frustrado. —San, si no hacemos algo... seguro que ChanHee intentará algo malo con Wooyoung y su madre no estará nada feliz si le llega a suceder algo grave —. Explicó Seonghwa.

Choi lo miró con preocupación y luego desvió la mirada hacia el suelo, tenía que pensar en algo, no deseaba que su "hermano" tocara al menor, si lo hacia, se vengaría y de eso no había duda; estaba dispuesto a matarlo, si la situación lo requería claro, no iba a manchar sus manos así como así.

—Reserva un vuelo para mañana en la noche, regresaremos a... —. Las palabras del pelinegro se vieron interrumpidas por unos golpes desesperados en la puerta de su habitación.

—Abriré la puerta —. Mencionó Park yendo hasta la entrada.

Al abrirla, un Wooyoung con cara de susto entró corriendo hasta llegar al pelinegro y lanzarse contra él en un fuerte abrazo a la vez que escondía su rostro en el pecho del mayor. San lo tomó de la cintura sin saber qué hacer ya que el menor estaba llorando.

—Woo...

—Un tal Shiwon me llamó y dijo que me iba a hacer daño pero que lo iba a disfrutar —. Confesó el rubio entre sollozos llenos de terror. —Su... su voz me dio miedo... y más, lo que dijo —. Dijo mientras se aferraba aún más al cuerpo de su jefe sin importar que Park estuviese presente.

San abrazó al contrario a la vez que le sobaba la espalda para que se calmara. Seonghwa miró al pelinegro a los ojos, tenían que hacer algo, y rápido. A Park le dolía ver al joven echo pedazos en los brazos de San pues... Wooyoung le recordaba al San que alguna vez había tenido entre sus brazos mientras lo calmaba para que parara de llorar. Seonghwa no quería que la historia de hace años se volviera a repetir, no deseaba que el rubio pasara por lo que su amigo de cabello negro estuvo a punto de sentir.

El odio que Choi sentía hacia su hermano y padre no solo era por lo de su progenitora o por el hecho de que ambos tenían una relación, sino por algo aún peor que todo eso junto.

Lo intenté // SanwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora