~•~•12•~•~

708 75 15
                                    

Una enorme sonrisa se formó en su rostro al verlo. Si quería sorprender a su madre pues no lo había logrado ya que el sorprendido había sido él.

El contrario le había engañado, y aunque era algo que no le gustaba, no podía enojarse pues estaría mal. No deseaba molestarse con alguien al que no había visto por bastantes meses, sin siquiera saber nada del mayor o sin siquiera recibir un simple mensaje de "estoy bien". Aún así, no pudo evitar llorar de felicidad y correr a él para abrazarlo y sentir los brazos del mayor rodear su cuerpo con cariño.

Era como si hubiesen estado separados por miles de décadas y ahora se estaban reencontrando. Las lágrimas continuaban bajando por sus mejillas mientras sollozaba de gusto, su pecho se sentía un poco adolorido y su cuerpo temblaba. Sentía como si sus piernas fuesen perdiendo fuerzas de a poco y su único soporte fuesen tan solo los brazos del contrario que rodeaban su cintura con un agarre fuerte.

-Te extrañé tanto Young -. Murmuró el más alto a la vez que acariciaba el cabello del menor con delicadeza.

El mencionado se separó del cuerpo contrario con una sonrisa, el mayor limpió con sus pulgares las pequeñas gotas cristalinas que aún bajaban por las mejillas, ahora rosadas, del menor con suma delicadeza. Había hecha do de menos aquellos lindos ojos que lo miraban con dulzura, aquella mirada y sonrisa inocente que hacía que su corazón despertará y la tierra con fuerza y velocidad chocando contra su pecho.

Amaba la sensación tan cálida que sentía al momento de abrazar aquel cuerpo frágil.

-También te extrañé, Johnny -. Sinceró mirando al de cabello cobrizo.

Tener a su amigo de vuelta era lo mejor que le pudo haber pasado.

-Wooyoung -. El mencionado observó a su madre con atención. -¿Por qué estás aquí? -. Preguntó curiosa.

El menor sonrió mientras caminaba a la sala para poder sentarse en uno de los sofás.

-El jefe Choi dijo que ya no me necesitaba por hoy y me dejó salir. También dijo que mañana no asistiera porque debo preparar las maletas -. Confesó con una sonrisa.

-¿Te irás? -. Cuestionó el cobrizo con una ceja alzada sin poder creerlo.

-Si. Sé que recién llegas pero... El jefe me ordenó que fuera con él pues... Son... Asuntos de trabajo -. Dijo bajando la mirada.

-No te preocupes Young, yo cuidaré de ella -. Aseguró Johnny colocando una mano sobre el hombro de la mujer.

El menor no quería dejar a su madre pues en cualquier momento ella se pondría mal.

¿Qué tal si se iba y ella empeoraba?

¿Qué tal si le faltaba el aire otra vez?

Aún peor.

¿Que tal si él se iba y al regresar ya no la encontraba?

Eran demasiadas cosas.

No tenía cabeza para pensar en eso ahora, lo único que debía hacer es estar bien, por ella y por él mismo.

Su madre estaría bien y no le sucedería nada si Johnny la cuidaría. No tenía por qué preocuparse, su amigo no la dejaría, cumpliría una más de sus promesas y de eso estaba seguro.

-Esta bien. Confío en ti -. Aseguró Wooyoung con una mirada calmada.

-¿Cuándo no lo haces? -. Preguntó el mayor con una sonrisa.

El menor sólo rió por lo bajo.

Nunca lo hacía. Nunca había desconfiado de su mejor amigo pues él siempre lo apoyaba y lo protegía.

Lo intenté // SanwooOù les histoires vivent. Découvrez maintenant