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El transcurso al salón del evento era incómodo para los tres chicos que viajaban dentro del vehículo.

El más alto estaba comenzando a desesperarse pues se le hacía raro el hecho de que el menor no fuese haciendo plática. Wooyoung estaba avergonzado por lo sucedido hace unos minutos y, ante eso, prefirió no decir nada que ocasionara que su jefe se enojara aún más con él debido a su mal comportamiento.

El menor tenía en cuenta que no era su culpa sino la de su amigo Ren ya que le había estado molestando con cosas sin sentido, ya fuese por mensaje o por llamada. Tal vez debió haberse calmado antes de tocar a la puerta de su jefe, pero lo hecho hecho estaba y no había vuelta atrás.

—¿Te sucede algo? —. Preguntó Park mirando rápidamente al pelinegro.

Choi bufó y desvió la mirada hacia la pantalla de su celular pues este había comenzado a sonar.

—Diga —. Contestó fríamente.

Hola amado mio —. Respondió una voz dulce y linda del otro lado de la linea telefónica.

Choi rodó los ojos ante eso. Park inmediatamente supo de quién se trataba.

—No me digas así. ¿Por qué la llamada? —. Cuestionó con el ceño fruncido y con unas inmensas ganas de colgar la llamada.

No seas así, sabes que te quiero. Bueno, como sea, ¿Ya casi llegan?

—Si. Ahora deja de molestar —. Soltó para luego colgar la llamada.

El menor se quedó mirando de reojo el semblante serio del mayor, por lo visto aquella llamada no le había gustado para nada ya que colgó sin siquiera despedirse.

—Algunas veces quisiera que ella no estuviera presente —. Confesó logrando que el menor abriera los ojos ante eso.

—Sabes bien que es imposible, ella tiene que estar a la fuerza; mas que nada por su padre —. Aclaró Park a la vez que comenzaba a bajar un poco la velocidad para poder estacionar el auto.

—Que desagradable —. Contestó Choi bajando del auto junto con el menor.

—Sólo... Trata de no decir algo fuera de lugar —. Pidió el más alto una vez que estaba fuera del vehículo.

—No prometo nada porque las promesas se rompen —. Aseguró mientras caminaba hasta la entrada del salón.

Una vez dentro, el menor se comenzó a sentir un poco nervioso debido a las personas que estaban presentes junto con sus respectivas parejas, eran bastantes.

El lugar había quedado hermoso pero para él el ambiente era un poco denso.

—Iré por algunas bebidas —. Habló el más alto para luego retirarse.

—Señor Choi, es un placer volver a verlo —. Habló un hombre de cabello azabache con una sonrisa.

—El placer es mío, Licenciado Hwang —. Contestó el pelinegro fingiendo una sonrisa. —No esperaba verlo aquí

—El operario del señor Lee me invitó así que... Seguro es por algo —. Aclaró

Choi asintió sin prestar atención a eso y siguió su camino hasta una de las mesas vacías. Era raro que aquel conocido estuviese ahí ya que, normalmente, se negaba debido al trabajo o simplemente porque no lo invitaban.

Lo intenté // SanwooWhere stories live. Discover now