ᴏɴᴄᴇ ᴜᴘᴏɴ ᴀ ᴛɪᴍᴇ [𝑻𝒘𝒊𝒔𝒕𝒆𝒅 𝑾𝒐𝒏𝒅𝒆𝒓𝒍𝒂𝒏𝒅 × M¡! OC ]

Farewell Royal Sword Academy...

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𝕴𝖓𝖙𝖗𝖔𝖉𝖚𝖈𝖈𝖎ó𝖓

Once upon a time...

In a land far away, a certain country, an almighty king suffered an illness that brought him down to his knees.

Supporting him, he had four princes of his; even so, nonetheless the king was afraid.

When midnight came, the king called them hence, so to his side they arrived; to them, he said,

- Come, let's all benefit!

The surface of our masks hiding the truth

Promise me you'll help each other as brothers through anything

...With that, the trigger was pulled instantly

That promise leaving their lips, the four princes all joined their hands

So it was...

Poder, Amor, Feliz, Riqueza

With their hearts as one, told the king

Yes, Your Majesty

— ¡Mad Luke Liddell Wonderland, oficialmente estás EXPULSADO! - anunció el grito de una penetrante voz.-

Su voz hizo eco por todo el lugar, por lo cual todos los presentes en ese salón sabrían de la noticia, que para buena fortuna... solo estaba él y el viejo director.

— Entendido... -se limitó a decir el rubio mientras sonreía de manera siniestra. -

El joven Wonderland, comenzó a caminar en dirección a la salida mientras a sus espaldas se escuchaba los incesantes gritos del viejo barbudo, regañandole una y otra vez.

— ¡Verás algún día que tu avaricia será tu perdición Liddell! - Gritó una vez más el antiguo humano. -

Pero, simplemente se límite a reír con notable ludibrio mientras cerraba la gran puerta de un tirón.

— Ah~ ¿Qué es lo que haré ahora? Mi día será aún más aburrido que recibir clases de bondad con la hada madrina~ -bufé con sarcasmo mientras caminaba pacíficamente a las afuera del instituto, desprocupadamente silbaba con suavidad. -

Mientras descuidamente miraba hacia el bello panorama, el joven rubio mordía una manzana. Estaba arrecostado en el tronco de un viejo árbol, en tanto que miraba el pasar de las aves y la vista de la hermosa ciudad.
Sin embargo aún más alejado del lugar de donde estaba, casi al otro extremo de la isla estaba un poco más oscuro, rodeado de neblina espesa que casi no dejaba a la vista el lugar.

— El Night Raven College... - murmuró el rubio mientras ponía el corazón de la manzana en el suelo. -

Vió durante unos segundos el restante de la fruta mientras ponía su mano encima de ella, luego de unos segundos desapareció, dejando a la vista el germinar de una planta, como si está en primer lugar había sido plantada desde hace tiempo.
Aun así, una vez más enfocó su vista hacia el frente, viendo la oscura escuela con mucha curiosidad.

— ¿Qué tanto ves? - dijo una voz burlesca.

El rubio dió un respingo mientras soltaba un suspiro de alivio, buscaba por todos lados a aquella voz sin embargo, solo se hizo aparición sus ojos y sonrisa.

— ¡Che'nya, te he dicho mil veces que dejes de asustarme de esa forma! - lo regaño el rubio mientras se frotaba la cien. -

— Jeje~ Tun Tun Tun~ solo pasaba a saludarte por última vez~ ya toda la academia sabe que te expulsaron~ aunque no nos dieron detalles sobre ello, ¿que hiciste? - finalmente la voz misteriosa hizo aparición de todo su cuerpo, éste se encontraba tranquilamente reposando sobre el regazo del ajeno.-

A pesar de ello, el rubio no contestó y simplemente se dedicó a nuevamente observar el panorama mientras acariciaba el cabello de su amigo, éste en respuesta a ello ronroneaba mientras movía su cola con alegría.

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❝ᴀʟɪᴄᴇ ɪɴ ᴡᴏɴᴅᴇʀʟᴀɴᴅ
ʜᴏᴡ ᴅᴏ ʏᴏᴜ ɢᴇᴛ ᴛᴏ ᴡᴏɴᴅᴇʀʟᴀɴᴅ
ᴏᴠᴇʀ ᴛʜᴇ ʜɪʟʟ ᴏʀ ᴜɴᴅᴇʀ ʟᴀɴᴅ
ᴏʀ ᴊᴜꜱᴛ ʙᴇʜɪɴᴅ ᴛʜᴇ ᴛʀᴇᴇ ❞

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El rubio simplemente se tiró a su cama boca abajo, con un sensación de cansancio recorriendo todo su cuerpo a pesar de no haber hecho nada.

— La vida era más fácil robando rosas ¿no, pequeño dragon ? -dijo el chico en un suave susurró mientras de su bolsillo sacaba un reloj diseñado para esto.-

En el se podía ver la imagen de dos pequeños, el rubiesito bien alegre posando mientras abraza el brazo de un niño un poco más alto que él, con cabello oscuro y penetrantes ojos verdes, sin olvidar de unos singulares cuernos.

— tu me manques...

(Te echo de menos...)

Dando un fuerte suspiro, el joven simplemente cerró sus ojos mientras se aferraba a su reloj, después de todo era lo más preciado en su vida.