Maestro de la Muerte || Harry Potter

XXXIV | Planes

Severus asentía a todo lo que decía el mago, se había asombrado demasiado por lo cuerdo que se notaba su señor y estaba muy agradecido por eso.

"Respecto a mis ideales... Debo empezar desde cero, para el mundo mágico seré Lord Slytherin-Gaunt, viví mi vida en Bulgaria ya que 'mi padre' deseaba usarme para la guerra. Hui de él y fui a Durmstrang. Mis OWLS y NEWTS fueron aprobados satisfactoriamente y existe un registro de 'mi vida' en el ministerio."

Harry y él se habían encargado de tener una fachada completa. Gracias a lo absurdamente corrupto que era el ministerio fue una tarea fácil.

"Ahora que he acabado mi educación volví a Inglaterra para ser el lord de dos antiguas y nobles casas, tomar mis asientos en el wizengamot y comenzar a reorganizar leyes desde ese punto, mis mortifagos sabrán evidentemente quien soy, por ahora solo Malfoy, Barty y tu saben quién soy."

Severus volvió asentir, había olvidado que él mismo tenia asientos ahora en el wizengamot, odiaba demasiado eso, odiaba la política.

"Mi señor y ¿Los nacidos de muggles?" Su voz casi se corta un poco, estaba seguro que algunos mortifagos odiarían los nuevos ideales del lord.

"Los nacidos de muggles son magos después de todo, Harry fue quien golpeo mi cabeza con eso, tienen sangre mágica y eso es lo que importa, pero quiero crear alguna ley para renovar el estatuto de secreto, los nacidos de muggle vuelven al mundo muggle en sus vacaciones, hablan de magia con sus padres y ellos francamente pueden hablar libremente de aquello." Marvolo hizo una pequeña mueca y suspiro de forma leve

"Barty y Harry han dicho que se podría hacer un contrato de privacidad cuando los nacidos de muggles presenten magia accidental, así desde ese momento la familia estaría obligada a no revelar nada del mundo mágico y pienso que tienen razón"

Decir que Severus estaba asombrado era poco, sabia que Harry en ocasiones se reunió con los adultos mientras aún estaban en Hogwarts, pero no sabía con seguridad de que hablaban. Ahora entendía que Harry quería un lugar completamente seguro para los magos donde vivir.

Después de un tiempo en silencio y de repetir toda la nueva información en su mente Severus asintió para él mismo

"Entonces mi señor, espero ser de ayuda para cumplir sus propósitos"

Marvolo observo a Snape y sonrió, volver a tener al pocionista en sus manos le iba a servir de mucha ayuda

"Esta vez, Severus. Espero absoluta lealtad"

Dicho eso, ambos adultos procedieron a realizar los juramentos. Severus estaba deseoso por ver como se desarrollaba el futuro.

En otro lugar completamente diferente, Harry estaba frente a Ragnok, el duende le daba a Harry un recuento de sus bóvedas. Potter había tomado al duende como su corresponsal, ahora los ingresos de los Potter subían con los contratos a empresas que había hecho el Gobblin, además de que le ayudaba hacerse nombre en el mundo mágico. Claro que Ragnok recibía el 5% de sus ganancias, todo era oro para ellos.

Ragnok le había dado una lista de las propiedades de los Potter en Gran Bretaña, ciertamente habían mas de diez y eso le hizo sentir mas ira hacia sus padres por no esconderse en ninguna. Suspirando pidió un traslador hacia la mansión Potter, quería abrirla para su uso personal, después de todo sentía que necesitaba un lugar seguro para poder ser el mismo.

Con el traslador frente a él y los estados de sus cuentas completos, Harry observo directo a Ragnok.

"¿Alguien ha tratado de entrar a mis bóvedas?" Pregunto algo desconcertado, tenia una nota en la carpeta que se encontraba ahora entre sus manos

Ragnok gruño y asintió "De hecho si, cerca de Yule Albus Dumbledore trato de entrar, decía que había un artefacto que debía estar en su posesión, claramente lo echamos"

Harry asintió con el ceño fruncido ¿Un artefacto? ¿Se refería a la capa? Seguro el idiota de Dumbledore quería la capa para dársela en navidad y poder manipularlo un poco mas con eso.

"Entiendo, espero que sigas cuidando de mis bóvedas como lo has hecho hasta ahora Ragnok, avísame de inmediato si alguien de la lista negra trata de hacer movimientos en mis bóvedas"

"Sera un placer señor Potter, le enviare una carta si llega a ocurrir, seguirá recibiendo los ingresos mensuales como estaba programado"

Harry asintió y tomo el traslador después de meter en su túnica las carpetas

"Muchas gracias Ragnok, me despido. Que tus bóvedas se llenen de oro." Dijo Harry cortésmente, dándole al gobblin una pequeña reverencia.

"Y que sus enemigos caigan a sus pies, señor Potter"

Harry salió y después de cruzar las puertas del banco activo el traslador, apareciendo en los terrenos de una gran mansión, aunque claro, no tan grande como la de Draco.

Solo dio un paso cuando tres elfos aparecieron frente a él, chillando felices por tener un nuevo maestro a quien servir y cuidar. A Harry le recordaban a Dobby.

Indico que quería la mansión impecable, la quería limpia para poder habitarla y les dijo que estaría entrando y saliendo en múltiples ocasiones, para mayor seguridad se vinculo con los tres elfos.

Cuando el día llegaba a su final y Harry ya había recorrido la mansión – quedándose en la biblioteca más tiempo, aunque deseaba tener más libros oscuros como en la biblioteca Black ­– se despidió de los elfos, pidiendo que se cumpliera con lo dicho y que los llamaría si necesitaba algo antes de aparecerse en el callejón diagon, no quería conectar el Flo en la mansión Potter, en un futuro hasta la colocaría bajo el fidelius.

Hary iba a pasear un poco, quería buscar un regalo para Draco. Él ya sabia que iba a darle, pero quería también algo más aparte de lo que ya tenia en mente.

Su paseo se detuvo cuando al pasar por una nueva tienda – que parecía una cafetería para ricos – casi choca en la puerta con dos hombres. Harry levanto su mirada y sus ojos se abrieron de golpe

"Oh, Lord Slytherin, disculpe, estaba perdido en mi mente" Dijo suave tratando de aguantar una risa "¡Ministro! Me alegra mucho verlo en buen estado de salud ¿Aun esta programada nuestra cita?" Pregunto esta vez sonriendo de manera inocente hacia el más viejo

"¡Señor Potter! Un placer verlo también, claro, claro que nuestra cita sigue en orden, iba a mandarle una lechuza pronto para acordar el lugar" Dijo el ministro un poco mas alto de lo normal, Harry sabía que lo hacía apropósito para que los vieran "¿Ya conoces a lord Slytherin muchacho?"

"Estaré esperando impaciente su lechuza ministro, he estado deseando nuestra reunión" Hablo Harry, observando la diversión oculta en los ojos del señor oscuro "Oh, claro que lo conozco. Lord Slytherin y yo ya nos habíamos reunido los primeros días de vacaciones, Las casas Slytherin-Gaunt y Potter son aliadas"

"De hecho lo son, que bueno verlo heredero Potter, será una alianza que perdurara por mucho tiempo" Marvolo hablo de forma tranquila, pero sus ojos demostraban la diversión que sentía en ese momento

"¡Oh! ¡Aliados! Eso es muy bueno señor Potter, me imagino que piensa del mismo modo que Lord Slytherin en política y sobre mi mandato" Hablo hinchando su pecho de orgullo, era tan fácil tener al ministro en sus bolsillos que no le divertía tanto usarlo

"Claro que si ministro, Lord Slytherin y yo hemos tenido charlas muy profundas respecto a lo bien que usted ha desempeñado su rol, ambos deseamos que dure por bastante tiempo"

Observo a Marvolo asentir al ministro y el pecho del hombre se hincho mas en orgullo, Harry quería reír.

"Pero si me disculpan, ministro, Lord Slytherin, debo volver a mi hogar, seguro mi padrino estará preocupado porque no he aparecido, espero vernos pronto Lord Slytherin. Ministro, estaré esperando su lechuza con ansias"

Harry les dio a los hombres la mejor sonrisa que tuvo y escucho como el flash de una cámara se apagaba, después de darle la mano al hombre mayor y reverenciar a Marvolo como el protocolo indicaba, busco un lugar oscuro en el callejón para volver con Severus.

Ahora solo debía esperar de forma paciente a que saliera en el periódico, Rita debía hacer el primer movimiento.