9.

155 16 4
                                    

Habitación de Byakuaran

-¿Has conseguido contactar con el?

-No... Siempre tiene el móvil apagado. ¿Y tú?

-Me sale que no hay red pero sí aparece que su ordenador está operativo.

-Dios que raro...

Llevábamos más de dos semanas sin saber de Shou-chan. No tenía el.móvil encendido y no tenía internet.

-Byakuaran, vuelve a llamarle.

Hice lo que Spanner me dijo. Marqué por milésima vez. Dio señal.

-Da señal.

-Pon el altavoz.

Lo hice pero no cogió el teléfono.

-¡Joder!

Spanner reventó. Estábamos al límite. No sabíamos que más hacer. No sabíamos donde estaba ni si estaba bien.

-La culpa es mía...

-No es sólo tuya.

-Sí lo es... Sí no hubiésemos ido al karaoke nada de esto hubiera pasado.

-Eso no lo podíamos haberlo sabido...

Esa tarde, quedamos con uñas amigas de Spanner. Nos emborrachamos, dejamos de lado a Shou-chan y nos liamos, primero con las chicas y luego entre nosotros. Era doloroso. No sólo había sido culpa de Spanner, sino también mía... Sabemos como se debió sentir Shou-chan... Lleno de celos, de rabia... Como nosotros al saber que estaba saliendo con los dos a la vez.

-Tal vez sea el final...

-No digas eso Spanner. Seguro que vuelve pronto.

-No puedo más...

Le di un puñetazo. Yo también estaba al límite de mi, pero en ningún momento se me había ocurrido la idea de dejar a Shou-chan.

Como estábamos en mi habitación, él me empujó y caí en la cama. Nos quedamos mirando. No se porque en ese momento, Spanner me pareció atractivo. Le cogí del brazo y le tiré encima de mi.

-¿By-Byakuaran?

-Tú empezaste.

Le saqué la lengua y nos empezamos a reír. Éramos rivales en está batalla pero aún así, seguimos siendo amigos. Se tumbó a mi lado y nos quedamos mirando el techo.

-¿Crees que Shou-chan nos perdonará?

-Eso espero... No me perdonaria sí le perdiera.

-¿Incluso sí ocurriera algo más?

-¿A que te refieres?

Me tumbé sobre el y le besé. Se quedó con los ojos. Intentó apartarme y me separé de él.

-¿Byakuaran que haces? ¿No amabas a Shouichi?

-Sí, pero tanto tú como yo, echamos de menos el contacto con otro hombre...

No me lo negó, sino que su respuesta fue agarrarme de la camiseta y besarme. Se mostró bastante sumiso y obedeció a todo lo que yo le decía.

Al cabo de un rato, cambiamos de posiciones para que el también pudiese desfogarse conmigo.

Acabamos reventados, pero conseguimos matar un poco las ansias de tener cerca a Shou-chan.

-Nada de esto puede saberse.

-Tranquilo, este será nuestro pequeño secreto...

Cerramos el trato con un fugaz beso.

CONTINUARÁ

Amigos, Física y CelosWhere stories live. Discover now