▫️Capitulo uno ▫️

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La tarde de un día soleado; podría decir que todo era hermoso y las personas que caminaban por el suelo sólido de la ciudad, lo hacían con calma y tranquilidad puesto que el gremio más poderoso de todo Fiore estaba más que encendido. Y vaya que lo estaba; el gremio más escandaloso de todos: Fairy Tail. Una mitad del gremio peleaba, lanzando sillas y mesas, el fuego, el hielo y el fierro eran los elementos más notorios en la pelea, y la otra mitad, solo podíamos observar como aquel desmadrado gremio estaba cargado de emociones intensas.

Mientras platicaba animadamente con Mirajane sobre la ultima misión que tuvimos, tomaba una malteada de fresa preparada especialmente por la albina; la emoción le ganaba, el equipo había ganado mucho dinero y tenía el suficiente para pagar la renta por dos meses completos. Estaba aliviado, y no era para poco puesto que estaba atrasada en pagos y la casera claramente reclamaba su dinero.

Mientras le contaba a la albina sobre su viaje y de cómo era divertido ver a Erza perseguir con espaldas a sus dos compañeros para tranquilizarlos, el pelirosa se acercó pasando su brazo por el cuello empujándola hacia enfrente haciéndole toser lo poco que se había quedado a la mitad de su garganta.

— Oye, Natsu, avísame antes de lanzarte hacia mi – dije, volteando viéndolo furiosa.

— No me lance, solo me estoy apoyando en ti – dijo mostrando una sonrisa algo notoria.

Mirajane nos miró sonriente mientras limpiaba un vaso de vidrio — Siempre tan animados – dijo.

—Uhm,– restándole importancia, pregunte — entonces, ¿para qué me buscas?

— ¡Hagamos una misión! – sentándose a mi lado en la barra, espero mi respuesta.

— Pero apenas llegamos de una misión, ¿tan rápido quieres ir a otra? – lanzándose hacia atrás reposando su espalda en la silla me miró suplicante; volví a tomar mi malteada entre mis manos mirándolo con reproche.

— Lucy tiene razón, deben estar todos muy agotados – me apoyo Mirajane, a lo que moví mi cabeza dandole la razón.

— Lucy – mencionó mi nombre arrastrándolo —, quiero salir a hacer misiones y pelear con personas – Natsu se dejo caer en la barra apoyando su cabeza derrotado y después sonrío con malicia.

— Hace unos segundos estabas peleando con Gray y Gajeel, ¿no es suficiente? – pregunte.

— ¿Será que no quieres ir a una misión conmigo por que tienes una cita? — preguntó de vuelta.

Me atraganto con mi malteada; no, no tenía ninguna cita, pensé. Desde que me uní a Fairy Tail no he salido con nadie; una vez casi salía con un chico lindo, pero después, todo fue interrumpido por mis compañeros de equipo creyendo que era alguien jugándome una mala broma. No era así.

— Claro que no, idiota, solo quiero estar en casa después de estar una semana fuera, también extraño mi cama, ¿sabes? Los baños calientes y la relajación de no dormir en una carroza – murmuró molesta cruzándose de brazos y volteando la cara con una mueca en sus labios.

— Tienes razón, Luce, yo también extraño tu cama – volteó a verlo de mal manera, solo a una persona como a él se le ocurría decir tales cosas en el gremio.

— ¡Idiota! ¡Y que no se te ocurra meterte a mi casa otra ve--!

— ¡Escúchenme bien mocosos! – el maestro del gremio ya se hacía visible en lo más alto del gremio, llamando la atención de todos los integrantes del gremio — Tengo un aviso muy importante que darles – todo el gremio quedo en silencio en un segundo –, hoy llego una solicitud para un trabajo muy importante.

— ¿De qué trata maestro? – preguntó Erza, ya frente a la barra junto a nosotros.

"No, no, no, por favor, quiero quedarme en casa, chicos, por favor no escojan esta misión", pienso.

— El pedido es especifico; cinco magos visitaran la Isla Yotori en busca de un tesoro. – leyendo el papel, finalizó — El que quiera la misión pase con Mirajane, pero les advierto mocosos, esta misión no durara tres días, pude durar hasta uno o dos meses, incluso más.

— ¡Mi equipo la tomara! – gritó Natsu volteando la mirada a Mirajane, la albina lo miro pensativa mientras miraba a Erza de reojo preguntando.

— Espera, Natsu, ¿no crees que un mes o dos es mucho tiempo!? – Lucy se exalto al escuchar la voz de su amigo.

— Lucy tiene razón, Natsu, son dos meses, es mucho tiempo. Debes esperar a que todos estemos de acuerdo – Erza mirando a Natsu, lo reprendió.

— Natsu, puede llegar a ser muy peligroso, no sabemos que puede haber en esa isla – comentó Wendy, con calma pero aún con preocupación.

Natsu volteó a ver a Gray.

— Por mi esta bien, una misión es una misión. Para que el maestro la anunciará en voz alto debe ser muy importante – contestó Gray chocando puños con su compañero.

— ¿Y bien? – pregunto Natsu

— Si Erza va, yo también – murmuro confiada la Dragon Slayer.

— ¿Erza? – Natsu miro a su compañera de equipo con sus ojos brillantes de la emoción.

— Bien, bien. Iré. ¿Y tu Lucy? – todos miraron a la rubia en busca de su respuesta, esta solo sonrió y asintió con la cabeza en afirmación.

La emoción de Natsu estallo y poniéndose de pie choco con su mano con la barra para después decir: — ¿Cuando empezamos, Mira?

— En tres días. Otro gremio a aceptado la solicitud y harán equipo con el, pero este gremio solo insistió en que solo fueran tres personas. – comentó extrañada.

— ¿Solo tres? ¿Los conocemos? – preguntó Lucy.

— Los integrantes son Sting, Rogue y Yukino de Saberthoot – respondió la albina mirando la carpeta de misiones.

— Así que son ellos, me alegra que este Yukino, con ella tenemos las doce llaves del zodiaco y la treceava llave – contestó Lucy soltando un suspiro aliviado.

—Ya ansío volver a pelear con Sting, ¡estoy encendido! – grito a todo pulmón.

— Natsu, vamos a ir a una misión, no para pelear con ellos – lo reprendió Erza por su comportamiento. — Entonces a prepararnos, en tres días, ¡una nueva misión comienza!

— ¡Si! – gritamos los cinco.

Ignore ese mal presentimiento que crecía en mi pecho para comenzar a divertirme cada vez mas.

En solo tres días, el destino nos daría la vuelta a todo, pero nunca pensamos que esa nueva aventura, tomaría todo lo que amábamos...

Natsu...

— — —
Una vez más.
Mi primera y amada historia, regresa.
y.

Difícilmente te dire adiós » end » naluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora