━ Aunque la pequeña e introvertida niña este sufriendo, de su boca no saldría ninguna palabra, porque está herida.
Dónde después de una dolorosa muerte la vida de Seo Yewoo cambia para mal, y trata de encargarse de todos los problemas que su her...
El mayor rezaba para que alguien venga a salvarlo porque no quería dar la plática motivadora.
— Somos tus amigos. — la voz tímida del chico sorprendió a Yewoo pues no pensó que él le respondería. Ella alzó una de su cejas e inmediatamente Ni-ki bufó. — Según tus papás somos tus amigos y por eso estamos aquí. Podemos... Apo-apo...
Realmente le costaba decirlo.
— Cuenta con nosotros sí tienes algún problema, Yewoo. — Heeseung salvó a su amigo con una sonrisa nerviosa que mostraba sus perfectos dientes. — No somos Soodam, pero yo tengo su edad así que pues, puedo ser como un hermano para ti, ¿no crees?
— No lo hagan por lástima. — Miró a los dos chicos con una pequeña sonrisa. Ella no era tonta y era tan observadora para darse cuenta que el leve temblor en la ceja de Heeseung es porque no se sentía del todo seguro con lo que estaba diciendo, y la cara de horror que puso Ni-ki fue la cereza del pastel para que se diera cuenta de que ella no era bienvenida a la amistad que ellos tenían. — Vayanse ahora antes de que mis padres vengan, cualquier cosa les diré que tenían algo que hacer, realmente no me interesa tenerlos como mejores amigos o algo así.
No podía aceptar que le recordaban a Soodam y ella quería olvidar a su hermana lo más posible para salir adelante.
— Sí tanto insistes que nos vayamos... — Ni-ki se levantó del sillon para invitados y se estiró tronando todos los huesos posibles. — A esta hora tengo clases.
— Salimos de vacaciones. — le recordó Yewoo.
— ¿Y?
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Después de que Yewoo fuera dada de alta, ella junto a sus padres andaron hasta el estacionamiento.
— Hija, por favor te lo pido.— Su madre acarició su larga cabellera negra con una sonrisa reconfortante para la chica:— No te encierres, siempre estaremos aquí para ayudarte, nosotros y tus amigos.
Fue incómodo volver a recordar cómo se involucraban esos chicos con su persona. No quería tener nada que ver con ellos, no quería ni verlos a la cara.
Quería estar tranquila sin recuerdos con el pasado.
Al día siguiente fue casi obligada a comer. Unos hotcakes con miles de acompañamientos fueron su sorpresa del día. No mentiría diciendo que se sintió feliz y tal vez, sólo tal vez un poco mejor. El día de hoy Yewoo tenía muchas ganas de salir a la calle, sentir el viendo en su cara y sentir el cansancio en sus piernas.
Recordó un momento en el que ella tenía díez y Soodam tenía catorce, Yewoo quería inscribirse a una carrera de running pero tenía mucha pena de hacer las cosas mal. Soodam le animó, y le empujó hasta donde la inscripción estaba y apuntó su nombre con una sonrisa orgullosa. Se acercó a ella y le susurró:
— Confío en tí, eres la mejor corredora del mundo, Yewoo. La más rápida y la más eficiente. Tu puedes y jamás dudes de ti.
Ya no iba a llorar, ya no habían lágrimas en su organismo, así que suspiró tomando a bien el recuerdo de su hermana y sintió un leve viendo en su rostro. Es Soodam, pensó, y con ese pensamiento salió de casa con unos audífonos y comenzó a correr por toda la ciudad.
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Se había sentido bien, correr y despejarse de los problemas que tenía en mente, pero ahora Yewoo tenía hambre, un hambre descomunal. Y como buena chica paró en la tienda más cercana, en este caso una heladería.
Se secó más o menos su rostro algo mojado por el sudor con su blusa antes de entrar, una vez ya lista empujó la puerta y entró al salón. Su cuerpo tembló al sentir el aire del lugar. Caminó hasta pararse en la caja donde había un chico de cabello rosado como el helado de fresa.
— Hola, bienvenida a Happy Place, ¿Qué tipo de helado desea? — era un chico muy lindo. Cuando él alzó su mirada Yewoo se quedó petrificada ante tal belleza. Un chico de piel morena con lentes y labios hinchados naturalmente. Sus ojos viajaron hasta su gafete dónde su nombre escribía "Yeonjun" leyó.
— Hola...Y-yo quiero un helado de choco-menta, pequeño. — habló sin mirarle a los ojos, su timidez le ganaba y aunque le gustaría ver un poco más a ese chico, no tenía las agallas de verlo directamente. Ella vió de reojo la nueva que hizo Yeonjun y sonrió por lo bajo.
— ¿Está segura que quiere eso? — preguntó oprimiendo los botones de la computadora táctil. — Hay muchos sabores...
Después de terminar de pagar, el chico le dió su helado. Ya con el delicioso manjar en la mano observó una mesa vacía, así que comenzó a ir por ella.
Pero otra persona pensaba la contrario:
— ¡Hola! Soy Jung Dahyun, un gusto conocerte.
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cómo ven no hubo tanta participación de enha en este capítulo, pero también quiero que se vea la evolución de la protagonista y les digo que, el nuevo personaje, Dahyun, es un punto interesante para la trama.
Foto de Jung Dahyun aquí:
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