18 - Manipulación

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Alvaro

Tire fuertemente del brazo de Adalia, chocándola con la pared. Ella estaba temblando, apoye mis dos brazos al lado de su cabeza.

—Am-amo-amor— Respiro con dificulta.

—¿¡Cuantas veces te dije que no hables con él!?, ¿¡Eh!?— Grite enojado en su cara.

—N-no, p..pero perdóname.

—¡No le puedes hablar a nadie que no sea yo!— No podía contenerme.

—Pero...

—¡Pero, pero nada!.

Grite muy furioso y... Le pegue, por segunda vez. No pude contenerme, ella hacia que saque lo peor de mi. Su mejilla estaba roja y con gotas de lagrimas.

—Esto no hubiera pasado si me hubieras obedecido, ¡es tú culpa!.

—No quise que te enojaras— Contesto llorando.

Se veía tan indefensa, como un perrito asustado. Suspire fuertemente y la acerque más a mí, si eso era posible y puse una mano en su cintura, la otra estaba en su mejilla.

—Solo tienes que hacerme caso, amor. Si haces todo lo que yo diga, esto no va a volver a pasar, ¿está bien?

Asintió, un poco más calmada. Limpie con mis pulgares las lagrimas que todavia caían por su rostro.

—No quiero que te enojes, Alvaro— Me miro y bajo la mirada —No quiero perderte. 

La mire confundida, acababa de golpearla y ella no me reprochaba nada. Sonreí.

Todo estaba saliendo como quería, la estaba moldeando a mi gusto.

Tomé su barbilla, levantando su rostro.

—Nunca te dejaría, estaría hasta en tus pesadillas— Confesé. Y su pesadilla era yo.

Me agache, acercándome a sus labios y la bese. Puse mis dos manos en su cintura y mientras ella apoyo su mano en mi mejilla derecha, acariciándola.

—Quédate a dormir, nena— Ordene.

—No pu...

—Hey. Sí puedes.

—Pero mi mamá se preocup...

—A ella no le importas— Ella me miro sorprendida —No le importas, no te quiere— Bajo la mirada —Pero a mi sí me importas y yo si te quiero, nena.

Acaricie su mejilla y bese su coronilla.

—Ella, ella es mi mamá y, es verdad, no me quiere— Sollozo.

—Sh, sh— La abrace.

Sonreí por dentro, me gustaba verla llorar. Y más si es por mi culpa

***

Narrador Omnisciente

Alvaro poso su brazo en la cintura de Ada, abrazándola y pegándola más a él.

—Buenas noches, nena— Dijo él. Apoyo su cabeza en el hombro de ella.

—Buenas noches, amor.

***

Exactamente la relación ya llevaba 3 meses. Alvaro hacia de las suyas, mientras que Adalia se la pasaba hablando de lo maravilloso que era. Ella casi no se hablaba con sus amigos, digamos que él la tenia muy ocupada, ¿algún día abrirá los ojos?.

Las peleas que tenían eran constantes, un ejemplo, como la que habían tenido hace algunas horas. La obsesión de él, la idiotez de ella, les jugaba una mala pasada, para ella.

 Alvaro sabia como controlarla, sabia su punto débil.

Aunque, él también tiene su punto débil, no lo admite, pero lo tiene; ella. Alvaro no puede estar sin ella, es su droga, su maldita obsesión.

¿La historia podría terminar bien?

[✓] Clínica ©Where stories live. Discover now