[✓] Clínica ©

17 - Celos

Narrador Omnisciente

Alvaro espera a su novia, apoyado en su auto, mientras fumaba su segundo cigarrillo. Las personas que estaban ahí, lo miraban. Obviamente a él no le importaba.

Vi a su novia salir, con una sonrisa. Tiro su cigarrillo, mientras la pelirroja se acercaba él.

—Hola, de nuevo— Iba a besar su mejilla, pero Alvaro se dio vuelta y termino besándolo en la boca. Como él quería.

—Hay que irnos, nena.

Ella asintió y ambos subieron al auto, para que luego Alvaro arrancara.

Alvaro 

—¿Quien era él?.

—¿Él?— Dijo Adalia, acomodándose.

—El chico que quería hablar contigo, amor.

—Ah, Nick. Es mi mejor amigo— Sonrió —¿Por qué la pregunta?.

—Por nada. ¿Alguna vez él te gusto?.

Ella me miro con los ojos bien abierto.

—N-no.

—Mejor que sea así.

El resto del viaje, fue puro silencio, Ada me miraba atentamente, obviamente, yo no podía hacerlo, estaba conduciendo. Llegamos a su casa.

—¿Quieres entrar?— Me pregunto.

—No, no puedo, amor— Dije suspirando.

—Okey, como quieras— Se acerco a mi y beso mi mejilla. Luego de eso, salio del auto —Nos vemos— Se dirigió a su casa. No saque mi mirada de ella, hasta que desapareció.

Narrador Omnisciente

Las semanas iban pasando. La relación de Ada y Alvaro, simplemente era enfermiza y para nada bueno. O por lo menos para Adalia; Alvaro era demasiado celoso y manipulador.

Por otra parte, ella se había enamorado ciegamente de él, la pobre nenita se aguantaba cada uno de sus humores y agresiones. Ella estaba enamorada, él no, o quizás, sí.

Su noviazgo ya llevaba cuatro semanas y media; absolutamente nada y todo para ella.

Las agresiones verbales por parte de él, no faltaban. Solo algunos, que otros moretones. Para Adalia era normal, ¡pero no lo es!, nada de lo que Alvaro pueda hacerle es normal.

***

—¡Amorcito!— Llamo emocionada a su novio.

Él la miro.

—No me digas "Amorcito", es tan estúpido. ¿Qué pasa?.

—Ah, em perdóname, pensé que te iba a gustar el apodo. Mmm, nada, no te importaría.

La pareja estaba en la casa de éste, la mayoría del tiempo estaban ahí; ni crean que Alvaro iba a dejar que otras personas vieran a su novia, apenas soportaba que la vieran en la secundaria. Los celos que tenia él para cualquier persona eran locos, obviamente que para ella no.

Él suspiro y se acerco a su novia, mientras ella miraba vestidos de su próxima fiesta de cumpleaños en la computadora de Alvaro.

—¿Por qué miras esto?— Pregunto confundido.

—La fiesta de mi cumpleaños. Todavía no vi nada para organizarla.

—¿Eh?.

—Esta vez quiero una fiesta "formal" y estoy mirando vestidos.

—Ah. Ese es lindo— Señalo un vestido negro y dorado, largo.

—Mmm. Mejor sigue en lo tuyo— Éste negó.

—Párate.

Ella lo hizo, aun si saber el por qué; Alvaro se sentó donde ella estaba y señalo sus piernas. Adalia entendió lo que quiso decir y se sentó en ellas. Él apoyo su cabeza en el cuello de ella.

Adalia volvió a ver los vestidos, la mayoría eran hermosos, pero ella quedo encantada con uno solo; era rosa claro con blanco, largo y también se lo podía acortar. Los adornos eran de piedras, color plata. Era hermoso.

—¡Ese!— Chillo emocionada —Ah, quinientos dólares— Menciono triste cuando vio el precio.

—¿Qué pasa?— Dijo cuando vi a su novia buscar otros vestidos —¿No te gustaba el otro?.

—Sí, pero es muy caro. Tengo que buscar otro.

Él miro el precio y sonrió. La familia de Alvaro era millonaria, y ese vestido para él no era nada caro. Obviamente, la familia de ella no tenían tanto dinero.

—Yo te lo compro, no es mucho.

—¿En serio?— Ella sonrió.

—Sí.

—¡Ayyyy! ¡gracias, amor!— Beso a su novio y él la agarró de la cintura.

—Igual, el negro me sigue pareciendo lindo, digo.