—¿Fue tu primer beso? —enarca las cejas.

—¿Sorprendido? —sopeso.

—Bastante — exhala volviendo a poner la vista en el camino.

—¿Tan mal lo hice?—empiezo a sentir el ardor en mis mejillas.

—Todo lo contrario de hecho.

¿Debería tomar eso como un cumplido?

Decido no decir nada poniendo la vista en camino.

#

—¡Quita tus manos! —recriminó apartando las manos de Chase de mis papas — si quieres ve y compra, unas no tomes las mías.

—No seas egoísta — se aparta acomodándose en el sillón. Después de dos horas de camino le dije a Chase que tenía hambre por lo que se detuvo en una cafetería en medio de la carretera pidiendo comida chatarra para ambos.

—No lo soy solo compra las tuyas — me defiendo entrando unas a mi boca.

Chase voltea los ojos irónicamente tomando su soda.

—¿Ya me dirás a dónde vamos? —pregunto curiosa por cuarta vez.

—No — contesta tajante.

—¡Me castigaran de por vida! al menos merezco saber!

—¿Cuál es tu color favorito?—apoya sus manos de la mesa que nos separa.

—No me cambies el tema ...

—Solo quiero saber cuál es tu color favorito — vuelve a interrogar embozando una sonrisa.

Lo miro con la mandíbula apretada consciente de que mis intentos de saber a dónde me llevara no me servíran de nada.

—Amarillo —contesto resignada.

—Amarillo ...— murmura — pensé que dirías negro o rosa, pero ... ¿amarillo? ¿Por qué?

Pienso un segundo.

—Es el color de la alegría, el optimismo y la energía ... es un tono pálido, es lúgubre, simboliza preocupación, deterioro, enfermedad — suspiro — además representa inteligencia y originalidad — termino tomando mi soda.

—Que poético — dice encorvándose.

—¡Verdad que sí! —sonrio — deberías escribir una canción sobre eso — propongo llevando un nugget a mi boca.

—¿Sobre el color amarillo? —increpa burlón.

—No es una mala idea — me encojo de hombros.

—¿Y cómo se llamaría? ¿Yellow?

—Me gusta — asiento — deberías pensarlo.

—En tus sueños — vuelve a tomar de su soda.

—Bueno es mi turno de las preguntas — aprovecho— ¿por qué me buscaste? —interrogo curiosa — pensé que después de nuestro pequeño encuentro querías alejarte de mí, digo no es como que te allá dado la mejor impresión.

Tu deberías alejarte Lexie, lo lastimaras.

Alejo esos pensamientos.

—Me gusta quien soy cuando estoy contigo, por eso te busque— la profundidad de su mirada me pone nerviosa.

—Chase yo ...— intento hablar, pero la voz no me sale — creo que debemos irnos — informo saliendo a pasos rápidos del local. Una vez afuera siento que todo me da vueltas y no puedo sostenerme. Me recuesto de un poste cerrando los ojos fuertemente, intento pensar que solo es mi imaginación, pero cuando los abro y continuo viendo todo borroso empiezo asustarme.

—¿Estás bien? —logro escuchar a lo lejos seguido de alguien sosteniéndome por la cintura— vamos a un hospital — apenas percibo un susurro.

—No — murmuro cómo puedo — hospital no — niego — solo es el cambio de clima, vamos al auto — pido.

Sin previo aviso me toma levantándome para dirigirse al auto. Mi vista empieza a volver, pero sigo igual o más mareada que antes. Una vez en el auto recuesto mi cabeza esperando que arranque, pero no lo hace, pone las manos en volante, está tenso.

—Esto no me gusta nada, déjame llevarte a un hospital ...— dice con una mirada preocupada.

—Estoy bien — miento — solo es el cambio de clima, ya estoy mejor — le dedico una sonrisa — no quiero ir a un hospital por una tontería.

No se convence.

—¿Segura?

—Segura.

Sin quitar su mirada de inquietud enciende el auto emprendiendo nuevamente el camino.

—Chase — digo luego de unos minutos de camino en los que no dice nada — también me gusta quien soy cuando estoy contigo — confieso viendo su perfil, el emboza una pequeña sonrisa apenas perceptible.

Vuelvo a poner la vista en el camino sin volver a mencionar una palabra, me gustaba estar así, es un silencio cómodo. Los minutos pasaban y volvía haber edificios y casas pasar a través del cristal . No fue hasta que Chase se detuvo en una playa con aguas cristalina y algunas carpas, que me di cuenta de que aquí era el lugar al cual me había traído. Una sonrisa se ensanchó en mi rostro cuando vi que estaba desolada, la noche estaba empezando a hacerse presente junto a un hermoso atardecer. Me estaba empezando a gustar estar con Chase, y eso no era bueno, nada bueno, no cuando el hacia estas clase de cosas sin ser consciente de que la persona que tiene al lado no está siendo completamente sincera con el.

Antes de que te vayasWhere stories live. Discover now