CAPITULO 2

14.6K 884 292
                                    

Capítulo 2

Lexie

—Me alegra volver a escuchar tu voz Lexíe— habla la misma voz de hace rato.

—Lástima que yo no pueda decir lo mismo Chase—suelto sin pensar.

¡En serio Lexie! ¿fue lo mejor que se te ocurrió?

—Vale, a que viene eso —decreta tranquilo.

Dios me gusta mucho su voz...Maldición Lexie concéntrate.

—¿Por qué no me dijiste quien eras? —cuestiono.

—¿Eso hubiese cambiado algo? —contesta con otra pregunta.

—No, pero...

—Entonces no había razón para hacerlo—pausa—¿Cómo lo supiste?

—Bueno... no es que me costara mucho averiguarlo, solo uní las piezas, no todos los días un adolescente guapo te atropella, además cuando salí del aeropuerto había una avalancha de personas gritando por un tal "Chase Harper" pregunte quien era y pues...

—¿Me acabas de llamar guapo? —me corta en seco.

¡¿Acaso fue lo único que escuchó?!

—Y-yo no lo hice—balbuceo.

—Si lo hiciste.

—¡No lo hice!

—¡Si lo hiciste!

—¡Dije que no Harper! A todas estas como tienes mi número—cambió de tema avergonzada.

—Bueno no se si sabías que es algo anticuado y poco seguro poner tu número en la sección de teléfono—suelta—aunque bueno el simple hecho de que tengas un diario lo supera por completo.

—Acaso tu...

—Si Lexie, tengo tu diario.

¡Mierda!

—¿Lo leíste? —pregunto nerviosa.

—No, no lo hice—declara—aunque admito que mi curiosidad me está ganando.

—¡Ni se te ocurra leerlo! —advierto.

—No lo haré, siempre he dicho que los diarios son sagrados.

—No es un diario—corrijo—es una libreta.

—Es lo mismo.

—No, no lo es.

—Si lo es...—guarda silencio unos segundos—sabes que, solo envíame tu dirección para entregártelo y terminar con todo esto—sopesa.

—¡Estás loco! Apenas tengo unas horas en esta casa y crees que traeré chicos, quieres que mi tía me mate.

—Bueno, entonces descubriré el porque te asusta tanto la idea de que lo lea, adiós Lexie...—siento que va a colgar el teléfono, pero lo detengo.

—Espera—hablo—envíame tu dirección.

—¿Vendrás aquí? —pregunta con lo que parece sorpresa.

—No, es que realmente soy una gran admiradora y quiero enviarte unas hermosas rosas—ironizo—¡Claro que voy a ir tonto! Espero la dirección—no lo dejo objetar ya que cuelgo el teléfono sin saber porqué.

¿Acaso le acabo de llamar tonto? ¡qué demonios ocurre conmigo! ¿En serio iré a su casa? Tengo que hacerlo, necesito mi libreta. Pero no lo conozco ¿iré a la casa de un desconocido? bueno técnicamente no es un desconocido lo he visto en persona por lo que no es ningún viejo verde...además toda su vida está en internet ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Antes de que te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora