Primera parte. Capitulo 1.

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Estaba en medio del bosque, pero no podía oír, ni hablar.
Notaba como caían las hojas de los árboles, pero sin poder oír el leve sonido contra el suelo.
El viento y la lluvia chocaban contra mí. Intente gritar, pero no podía. Conocía de sobra ese lugar.
Cuando estaba allí era algo mágico, podía olvidarme de mis problemas, desvanecer durante un tiempo, supongo que por eso mi padre pasaba tanto tiempo aquí.
De repente un horrible sonido reboto en el silencio, era el sonido de una pistola disparando.
El cuerpo cayó contra el suelo, pero no era yo. Mi padre estaba tirado en el suelo.
Sus ojos verdes me miraban aterrorizados, y se cerraron de golpe. Mis piernas no querían responder, el asesino salió corriendo entre los árboles, pero se paró a los diez metros y se dio la vuelta, iba todo de negro, y la pistola se veían entre la larga sudadera. Se quitó la capucha que le tapaba la cara, los mechones rubios salieron al descubierto, era yo.

Me desperté entre sudores y lágrimas, eran las cuatro de la mañana, la misma pesadilla de todos los días. Sabía que ya no me iba a poder dormir por mucho que lo intentara, encendí la pequeña luz de la habitación, las cajas estaban amontonadas contra la pared. Mañana me iría de aquí, al fin, volvería a Densvil, una pequeña ciudad al sur de Pensilvanía.
Allí pase mi infancia, pero al morir mi padre, mi madre decidió que nos trasladaríamos a un barrio del norte.
Mi padre fue a la universidad de Densvil , mi hermano está estudiando allí, y yo quiero seguirles.

Aunque a veces pienso que no debería volver, no quiero revivir su muerte.
Es lo malo del pasado, te deja marcas, algunas se ven y otras no.
Pero necesito empezar de cero, empezar una nueva vida.
Lo que me empuja a ir es que Karoline se viene conmigo, es algo así como mi hermana, se que suena de locos, pero es increíble como alguien se puede convertir en una parte fundamental de tu vida, nos conocimos al empezar el instituto, y desde entonces nunca nos separamos. Conseguimos que nos dieran plaza en la universidad. Teníamos estos planes desde pequeñas, pero nunca pensé que llegarían a cumplirse.

Pase la noche mirando el techo y haciendo planes para el viaje.




- ¡Hope! - Gritó mi madre desde la planta de abajo. - Tu hermano ya está aquí.

Me levanté de la cama y fui directa al baño a prepárame, tenía unas ojeras increíbles, pero nada que no se pudiera quitar con maquillaje.
Me duche, y me puse unos vaqueros, con una bonita camiseta y una camisa atada a la cintura. Siempre he sido muy caprichosa con mi ropa, necesito ir bien vestida para todo. Me puse mis air force y me maquille. Lista.

- ¡Hope, llegaremos tarde a por Karol! - Grito Trace.

No le conteste, porque si no me metería más prisa. Cogí mi bolso y la chaqueta, y me quede en la puerta de mi cuarto. Trece había bajado las maletas y cajas. Ahora estaba todo tan vacío, echaría de menos este sitio, por mucho que me cueste admitirlo, solo quedaba la cama, la mesa y algunas fotos que había dejado sobre la pared. Hora de irse.

Baje abajo, mi hermano y mi madre estaban hablando en la cocina, y no se dieron cuenta de mi presencia.

- ¿Crees que esto la ayudará? No quiero que vuelva a recaer en lo mismo de antes, ya sabes como es. - Dijo mi madre.

Aunque veían normal que se preocuparan de mí, odio que hablen a mis espaldas.

- No te preocupes mamá, ella es muy fuerte, además estará con Karol, y yo la vigilare. - Le contestó Trece. - Voy a buscarla, es hora de irse.

Trece se levantó y yo termine de bajar las escaleras para que no notaran nada. Estaba tan guapo como siempre, su pelo moreno resplandecía, era el bueno de la familia, o lo intentaba aparentar. Porque en realidad tenemos pasados parecidos, solo que él consiguió que nadie se enterara de sus trapicheos.

Vicio y Vacío.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ