-¿Cuál es su nombre? - pregunté pero Anne ignoró mi pregunta y respondió con otra cosa.
-¿Qué crees qué haces, Eve? No lo mires.
- ¿Qué? ¿Por qué no? No creo que sea un dios para no poder soportar la mirada de una mortal. Es un chico que se cree intocable como los tipos de mi otra escuela, a mi no van a intimidarme.
-Escúchame, el no es un buen tipo Eveline es peligroso y un criminal. Aquí en el pueblo lo conocen como: El jodido chico loco.
-¿Tienen pruebas de que es un criminal?
-Amm...No
-¿Entonces por qué hablan sin pruebas? Eso es un delito y se llama difamación.
-No es difamación, es la verdad. Aún no se encuentran pruebas pero todo el pueblo sabe que es un criminal.
- Claro, es que la sociedad es un asco . Hablan mal de una persona y todos se ponen de acuerdo para tomarlo como un criminal cuando a ustedes ni siquiera les consta que sea verdad.
-Hey, tranquila- Bayron me miró.
-No quiero ser grosera chico, pero yo no soy como todos, hasta que no me enseñen las pruebas de que ese chico es lo que todos dicen no pienso creer nada de lo que dicen.
- Está bien, esta bien. Sólo ten cuidado.- me pidió Anne. El timbre sonó, indicando que la hora de descanso había terminado.
Me levanté de la mesa, tomé mis cosas y les sonreí a ambos antes de salir del comedor.
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El tiempo pasó tan lento que juró que caeré dormida en cualquier lugar en él que me quede sentada.
Anne y Bayron me dijeron que irán a la mejor cafetería , me invitaron para ir conociendo un poco las calles y acepte su invitación de inmediato.
Una vez ya en la salida esperamos a Bayron, quien se supone que solo iría rápido al baño.
El destino me juega muy malas pasadas por qué en todos lados me encuentro con el chico de cabello negro, debo de admitir que me da mucha curiosidad saber por qué siempre está de mal humor y no habla más que con el chico castaño. Se que es por todo lo que se habla de él pero algo en mi me dice que no todo es cierto, algo debe de haber detrás de esos chismes.
-Lo siento chicas- dijo Bayron una vez que llegó a nuestro lado.
-Por dios, te tardas más que una mujer arreglándose. ¿Acaso tú amigo se descontroló?- dijo Anne rodando los ojos.
-¡Anne eso es asqueroso!- grite.
Los tres reímos a carcajadas retomando nuestro camino a la cafetería, sólo espero que no esté demasiado lejos por qué no soy muy fan de hacer ejercicio.
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Risas, golpes por parte de Anne a Bayron, gritos en la cafetería dónde todas las personas nos miran como si estuviésemos dementes. Fue todo lo que estuvimos haciendo mientras "comíamos". Al final el encargado de la cafetería se hartó y nos echó muy amablemente ( en realidad nos hecho con groserías por interrumpir la paz del lugar).
Anne y Bayron me acercarón hasta mi casa, afortunadamente la suya no quedaba muy lejos de la mía. También eran mis vecinos. Me despedí de los chicos, saqué mis llaves de mi mochila y de repente tuve la sensación de que alguien me miraba, eso me inquietó bastante así voltee hacía los lados pero no vi a nadie.
Inconscientemente observe aquella ventana dónde ayer vi al chico malhumorado. Lo que no esperaba era encontrármelo y menos observando cada uno de mis movimientos como si fuera si él fuera el cazador y yo su presa...
Gracias a la luz del sol puede tener una mejor vista de su rostro.
Tenía algunos lunares en sus mejillas, sus ojos son de un color café miel, tez un poco pálida y unos labios como para querer besarlos todo el tiempo.
Mi persona carece de ser disimulada , y desconoce la palabra discreción. De tal manera que lo miré totalmente embobada. Está demás decir que se dio cuenta de mi acción de contemplarlo de esa manera, sin embargo ,no dijo nada, tan solo rodó los ojos con fastidio y cerró la ventana con fuerza.
