4. Comunicación

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Series de one shots que transcurren en la misma línea temporal (canon) que son parte de #RoyaiWeek21

Diferentes momentos de su historia que expresan sus sentimientos sin necesidad de palabras.

El universo y los personajes de Fullmetal Alchemist son propiedad de Hiromu Arakawa, a mi solo me gusta jugar con ellos.

Situado un año después de la boda. Mención de temas sensibles como el aborto. Yo ya cumplí con advertir.

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4. Comunicación

Las conversaciones incómodas son un pilar de una relación.

Se removió incómoda en su asiento, aún con el persistente olor del café en su nariz y las náuseas dominando su estómago. Tragó, enfocándose en su trabajo nuevamente. Sentía cómo su frente se perlaba por el esfuerzo de mantener su desayuno en su lugar. Ya se había excusado una vez para ir al tocador y aunque lo deseaba, un descanso estaba fuera de discusión. Contempló el reloj frente a ella, sabiendo que tenía que notificarle.

—Señor —lo llamó, poniéndose de pie. Al notar que seguía ensimismado en su papeleo, caminó hasta su escritorio—. Permiso para retirarme.

—¿Por cuál motivo? —Cuestionó firmando sin prestar atención. Eran preguntas de protocolo que debían seguir en la oficina. Respiró profundamente.

—Control general, señor —respondió manteniendo una expresión neutra. Notó cómo se le fue la pluma por la hoja, denotando su desconcierto.

—¿En esta época del año? —Asintió, ignorando todas las preguntas en sus ojos— Puede retirarse, y no es necesario que vuelva —la despidió con un gesto de mano. Hawkeye hizo el saludo correspondiente antes de ordenar su escritorio, tomar sus cosas e irse. Ni siquiera había cerrado la puerta cuando escuchó los murmullos de sus compañeros cuestionando su repentina salida—. Continúen con su trabajo —ordenó el general, pero ella sabía que estaba al borde del colapso.

Necesitaba confirmar sus sospechas. Ya había sucedido antes: su período tendía a desaparecer por semanas debido al estrés y entrenamiento militar, sin embargo, esta vez su ausencia estaba acompañada de mareos, náuseas y un peculiar cansancio, síntomas que la devolvían a un momento que prefería olvidar.

Aún es atormentada por la culpa de no haber sido lo suficientemente fuerte para conservarlo.

Y tiene dudas sobre si lo será ahora.

Una lágrima gritaba desesperada por escapar de sus ojos y destapar el dolor acumulado por años en un estrecho dique emocional.

Jamás hablaron del tema. Ella lo prefirió así, pensó mientras salía del complejo militar. Habían demasiadas cosas que calló por el bien de ambos. Una respuesta positiva por parte del médico la llevaría al lugar del que huyó por años. Respiró con resignación.

Independientemente del resultado, tendría esa conversación incómoda con él.

***

El sol estaba desapareciendo por el horizonte cuando la puerta se abrió. Cerró los ojos apretando la taza de té en sus manos, anticipando cualquier reacción de desconcierto o histeria, sin embargo, se sorprendió al ver un oso de felpa café frente a ella. Parpadeó confundida, buscando los ojos de su marido.

—Hola, coronel —la saludó dándole un beso en la mejilla, antes de envolverla en sus brazos—. Lo encontré de regreso a casa, pensé que sería una buena compañía —Riza trataba de asimilar qué sucedía. Roy lo estaba tomando... bien. Esa no era una reacción aceptable dentro de su parámetro establecido. Usualmente estaría en caos, pensando en cómo iban lidiar con un bebé tomando en cuenta sus circunstancias, los deberes con la milicia, y sus acciones anteriores, no... comprando juguetes para niños—. Riza, ¿Estás bien? —Cuestionó, visiblemente preocupado. Desvío la mirada al objeto en cuestión, sintiendo la culpa embargarlo— Lo siento, lo compré pensando en... —Se detuvo abruptamente cuando vio las lágrimas bordear las mejillas de su esposa— ¿Riza?

Razones para vivir (#RoyaiWeek21)Where stories live. Discover now