PARTE XVIII: UN RAYO DE LUZ

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Después de todos los acontecimientos que habían sucedido entre Rigan y Tyler, aunque no fuesen correlativos entre sí, habían marcado un antes y un después en la mente y en el alma de Rigan. Dispuesto a darlo todo por el amor de su vida, aunque este fuese un amor ciego, irreal, un amor creado demasiado pronto como para ser sano,


pero de esto hablaremos más tarde.


1 de Octubre


Tyler revisa su teléfono,  como había hecho rutinariamente desde hace años, aunque esta vez sería diferente. Tyler nunca había visto más allá de lo que una fotografía puede expresar y provocar, hasta este día, el día en el que decidió pasar una historia mas después de cientos ya olvidadas. Justo en el momento en el que había decidido que ya era suficiente, reposado en el cabecero de su cama, intentando dar sentido a todas aquellas emociones que alguna vez rozaron aquella madera, cuándo ya había perdido todo tipo de esperanza por todo lo que le había motivado, un rayo de luz iluminó el pozo en el que estaba atrapado.


Cómo si el mismísimo destino hubiese decidido ese exacto momento en el que todo se alinearía, Tyler vería la única historia que realmente quería observar. Esa historia, es de nada mas y nada menos que de su alma separada, su alma gemela, condenada a estar separada de él de por vida.


 Esa historia era de Rigan.

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