III. CERCANÍA MUTUA.

Começar do início
                                    

Mi hermoso ángel analizó lo que le acababa de decir y tímidamente asintió; enseguida agachó la cabeza. Nuestro silencio se vio interrumpido por un gruñido proveniente de su estómago.

-... Now I guess you must be very hungry
(... ahora supongo que debes tener mucha hambre)

Solo me sonrió y me dijo que sí. Volteé a mirar hacia la cocina y me di cuenta de que ahí me estaría esperando el relajo que dejé hace un par de horas... ¿a quién quería engañar? Lo llevaré con doña Silvia.
Me levanté y le tendí la mano, el la sostuvo y lo jalé quizás con demasiada fuerza, ya que casi se me viene encima, retorciéndose de dolor. Me disculpé y terminamos riéndonos, él con quejidos y salimos a la palapa.
Nuevamente nos fuimos en el auto, ya que no quería hacerlo caminar y terminando de comer, iríamos al hospital más cercano.
Analizándolo a profundidad, no sé por qué decidí traer a Dimash con la tía Silvia, no es que me caiga mal... pero en los años que he vivido aquí, nunca había traído a nadie y con la familiaridad que manejamos Silvia y yo... me temia que fuera a hacer comentarios impertinentes o burlas hacia mi persona con respecto a él, rápidamente, éstos pensamientos se fueron disipando, cuando recordé que de todos modos Di, no hablaba español y Silvia ni de broma entendía una pizca de inglés, mucho menos de kazajo.
Como todo un caballero, llegando donde Silvia, me bajé antes que Dimash y corrí hacia su puerta, la abrí y le ofrecí mi mano, prometiendole ser menos brusca y ayudarle con cuidado, el se sonrió y me agarró con firmeza, ahora no lo jalé, sino que solo me plante firme frente a él y espere que el solo se levantara. Solo sentí como esa, ahora familiar, electricidad me recorría al sentir su cuerpo deslizandose torpemente sobre el mío rozando nuestro pecho, ya que al pararme afuera del auto, lo hice demasiado cerca y no le di suficiente espacio para levantarse con libertad, miré sus ojos tan cristalinos pasar frente a mí, también observé su boca detalladamente y deseé besarla, siguió subiendo hasta que su pecho quedo a la altura de mi rostro. Me contuve horriblemente para no abrazarlo y solo me limité a dar un paso hacia atrás y a agachar la mirada, después del momento incómodo lo tomé de la mano y procedimos a caminar a la palapa.
Sentí su cálida mano y recuerdo haber pensado que quizás sería muy fácil acostumbrarme a sentir sus manos entre las mías, supuse que también él lo estaba haciendo, ya que para éste momento ya no se le hacia extraño, ni me miraba raro cuando lo hacía. Entramos a la palapa y a Silvia casi se le cae la mandíbula de la impresión que le causé.
- ¡Niña! ¡Pero si no andabas perdiendo el tiempo, con razon no veniste a comer en todo el dia! - me ruboricé un poco mientras Silvia analizaba al guapo muchacho que traía de la mano... Cuando se dio cuenta... -¡Virgen santísima! ¡¿Pero qué hace este muchacho aquí!? - cuestionó agresivamente. Dimash no entendió nada de lo que decía, pero por su expresión se notaba que le habia incomodado esa actitud
- ¡Silvia! -repliqué incómoda y continué casi en un susurro - no sabes quien es él, por favor, sé un poco mas discreta y cortés. (Casi suplicaba como si de mi futuro esposo se tratara)
-Niña, ¡estás equivocada! ¿Como no voy a saber quien es? ¡Si su cara sale en todos los noticiarios! Al contrario ¿acaso tú sabes quien es él? ¿¡Por qué no lo has llevado a la policía o al hospital o qué se yo!? ¡Te vas a meter en problemas!
-Claro que yo si sé quien es, solo que... -me interrumpió adelantandose a algo que yo no queria admitir
-¿Me vas a decir que no lo quieres entregar hoy porque te enamoraste de él y te lo quieres quedar?
-¡Por supuesto que no! -levante la voz haciendo obvio que estaba mintiendo
Él no es un chiquillo o un animal para pretender quedármelo porque no tiene dueño ¡O padres! -traté de justificar mi sorpresa anterior- lo que pasa es que él no quiere ir a un hospital todavía, me pidió que no lo dejara...
-¡Y tú le hiciste caso! Mira, Allison- era extraño que me llamara por mi nombre, asi que supe que la cosa iba seria- dudo mucho que éste hombre esté en sus cabales como para saber qué es lo que quiere o lo mejor para él y su familia no lo va a comprender así, salió en las noticias que están muy preocupados y ya vienen en camino, quítales una angustia más y ve a dejar a ese muchacho a donde pertenece, sé y entiendo la impresión que te causó en el corazón, porque así me sentí yo cuando mi difunto Arturo me conquistó, pero las cosas hay que hacerlas bien o mejor no hacerlas, si éste chico es para tí, aunque los separe un océano de distancia, se van a volver a encontrar, pero si no lo es, al menos permitete tener la conciencia tranquila de saber que hiciste lo mejor para todos. ¿Sabes? Muchas personas creen que el amor es sentirse bien uno mismo, pero no es así, el amor es sacrificarse por el otro solo para asegurarse de que esté bien, aunque nosotros estemos muriendo por dentro. Es el sacrificio mutuo, solo sacrificandose el uno por el otro van a ser una pareja que salga adelante frente a cualquier adversidad, pero si solo uno ama, por lo regular es quien sale perdiendo, ahí el amor se representa sabiendo soltar, soltar a tiempo, para que el ser amado resplandezca aunque sea sin tí.- no sé por qué pero un par de lágrimas rodaron por mis mejillas, Silvia tenia razón, ¿En qué estaba pensando? Ya llevábamos varias horas perdidas, horas angustiados para todo el que no sabe de su paradero... además él es una estrella internacional y yo... Yo solamente soy una simple maestra de primer año de una escuela de escasos recursos. -No llores, hija, te aseguro que si haces las cosas bien y de todas formas no resulta en lo que tú deseas, aún así te sentirás bien y él siempre te recordará con mucho amor. -finalizó limpiándome las lágrimas con una servilleta y dándome un abrazo como si verdaderamente fuera mi madre. Me soltó y se volteó para dirigirse a la cocina, yo la detuve y le pedí que antes de ir a dejarlo al hospital, queria darle algo rico de comer, ya que la comida de hospital es tremendamente mala.
Solo sonrió y aceptó con gusto, pero me advirtió que teníamos que comer muy rápido.
Me dirigí a nuestra mesa en la que el estaba esperando ansioso y al mirar mi rostro melancólico y ciertamente algo triste, me di cuenta del cambio que también habia tenido su carita, ya que pasó de estar completamente animado para comer, a bajar la mirada, algo deprimido.
-What happen? Why your'e so shy?
¿qué pasa? ¿Por qué tan callado?
-Allison? -Dudó al decir mi nombre, pero yo asentí la cabeza - I really hate to be a problem for you, the better for you is to let me anyway. I'm so sorry for all the troubles you has been have for my guilty.
(Allison?, realmente detesto ser un problema para tí, lo mejor es que me dejes en cualquier lado. Lamento todos los problemas que has tenido por mi culpa.)
-No! Di... Can i tell you Di?
(¡No! Di... ¿Te puedo llamar Di?)
-Yes... -asintió y volvió a bajar la mirada como si lo estuviera regañando.
-Di, you are not a problem to me -Lo tome de la barbilla y levanté su cabeza para mirarlo a los ojos, al hacerlo, entendí que realmente no queria perderlo y fue muy duro para mi decir lo siguiente- Di, your place is not here, is with your family, you belong to Kazakstan, with your friends, with your brother and sister, with your grand parents. You will always have the most special place in my heart and in my home... And you can come with me, whenever you want, always, because mi home is your own home.
(No eres un problema para mí - Di, tu lugar no está aquí, esta con tu familia, perteneces a Kazakstán, con tus amigos, con tu hermano y hermana, con tus abuelos. Siempre tendrás el lugar más especial en mi corazón y en mi casa ... Y puedes venir conmigo, cuando quieras, siempre, porque mi hogar es tu propio hogar.)
Dimash me miró y sus ojos se cristalizaron, entendí por fin que el sentía, si no lo mismo, al menos sí una fuerte atracción y un apego a mí como yo de él, pero pronto pensé en las palabras de Silvia, que Dimash no sabe lo que quiere, quizás sienta éste apego debido a que soy la única con la que puede hablar, pero seguramente en cuanto recobre la memoria por completo o en cuanto vea a su familia, yo ya no significaré nada para él. Éstos pensamientos hicieron que se me rompiera el corazón, nunca había sentido algo así, sentí claramente como se me formaba un nudo en la garganta que me impedía seguir hablando, gracias a Dios, en ese momento llego la comida y pudimos pensar en otras cosas aliviando la tensión del momento.

Donde nace el deseoOnde histórias criam vida. Descubra agora