II. UN SENTIMIENTO INOLVIDABLE.

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Salí de la casa de mis alumnos increíblemente aturdida, solo podía pensar en sus ojos tan perfectos y sus manos delicadas, me molestaba pensar en que un ángel como ese pudiera estar pasando por tanto dolor, sin darme cuenta, ya estaba en casa. Tenía planeado investigar un poco acerca del famoso jóven, pero al entrar me encontré con Alice, mi chihuahua de 5 años quien me saludó con gran alegría y entre saltos y chillidos, acaparó mi atención, alimenté a Alice y tome mis llaves del carro dispuesta a partir, ya en el, giré la llave y encendí el switch una, dos, tres veces, nada... Una cuarta, una quinta, regresé la llave y aceleré sin que estuviera prendido, abrí de nuevo el switch... Parece que al fin mi auto decidió encender, por mi cabeza pasó que un día de estos no iba a prender más y lo iba a tener que mandar al taller irremediablemente, saldría más caro arreglar un auto descompuesto, que mandarlo a hacer su servicio, como fuera, la desidia siempre terminaba invadiendo mi ser y olvidaba por completo que tenía que darle mantenimiento.

Me dirigía hacia donde se encontraba el jóven, más luego recordé que esa familia apenas tiene para alimentarse ellos mismos y que quizás el atender y alimentar a otra persona, les había causado algún desfalco o algo así, además de que seguramente el guapo necesitaría ropa que no estuviera rasgada y sucia... cabe mencionar que no me importaría si decidiera quedarse con esos arapos rotos, e incluso creo que podría vivir también si decidiera no traerlos si quiera. Siento vergüenza de mis pensamientos e inmediatamente me ruborizo, nunca había sentido algo así por nadie, mucho menos por un extranjero a quien no conozco en absoluto.

Luego de las compras continué con mi viaje hasta llegar de nuevo a casa de Lupita y me encontré con el jóven sentado en una silla en el patio terroso de la familia, observando el paisaje, supongo que nunca había visto un mapache, pues se le quedaba viendo fijamente a uno que estaba hurgando en la basura. Lo saludé de nuevo y se sobresaltó, yo me reí en voz alta, no pensé que estuviese tan profundamente concentrado, el solo frunció el seño y me sonrió tímidamente lo que hizo que me derritiera nuevamente por dentro, pasaron unos cuántos segundos en los que nos miramos fijamente a los ojos, no pude sostener su mirada y la retiré hacia abajo, luego le indiqué que iba a pasar a ver a doña Ema y enseguida saldría para irnos, inmediatamente sali de nuevo, ya que había olvidado darle la ropa que le había comprado, para que se vistiera mientras yo me desocupaba y nos pudiéramos ir pronto; le di la bolsa y le dije: "go and dress you" de nuevo frunció el seño como confundido y nuevamente le indiqué "I brought clothes for you, go get dressed", el tomó la bolsa y se dirigió hacia el baño que era un cuarto realmente pequeño, afuera de la casa, sentí tanta lástima al ver el dolor que le provocaba moverse, que me hubiera gustado ayudarlo a levantarse, pero me congelé en mis pensamientos y cuando caí en cuenta, ya me encontraba sola, había algo en ese sujeto que me hacia babear con solo verlo.
Doña Ema salía de su casa, sin percatarse que me encontraba ahí, así que también pegó un salto seguido de un pequeño grito y algunas palabras zapotecas que obviamente no entendí ni un poco, al escuchar esto, lupita salió a ver que ocurría y le pedí que le tradujera a su mamá que lamentaba haberla asustado (tal parece que mi maquillaje ese día estaba de miedo) también le di la despensa que les había traído y un kit de primeros auxilios, agradecí nuevamente por haber hecho una buena obra y me retiré inclinándome varias veces expresando mi gratitud, al darme vuelta, el muchacho estaba parado frente a mí un poco más repuesto, ya que se veía más alto que cuando entró al sanitario, ¡Dios! ¡no puedo creer lo alto que es! Para mi, que soy una tachuela de 1.65, m. se me hacia un hombre enorme, mi corazón se agitó, yo quería hablar, pero no me salian las palabras, solo tomé su mano y le dije: "vamos, por aquí está mi auto".
Él me siguió sin ningún problema, aunque no estoy segura de que me haya entendido, estaba tan eufórica, que olvidé que estaba lastimado y caminé a pasos muy rápidos, apretando su delicada mano herida, abrí la puerta del copiloto y le pedí que ingresara.
El asintió y lo hizo sin más.
El viaje fue silencioso, yo era un manojo de nervios, no creía posible enamorarme de alguien así... un completo desconocido, pero era algo más allá de lo físico, más bien era física pura, me sentía tan atraída por él y yo sentía que él se sentía atraído hacia mí también, nuestros campos magnéticos casi se podían tocar, al menos es es lo que yo sentí, llegamos a mi casa, metí el coche al garaje y abrí la puerta del lado que se encontraba él, tomé de nuevo su mano y sentí un calor recorrer mi cuerpo, un calor que a la vez me helaba, le ayudé a salir y le pedí que me esperara unos segundos, mientras que sacaba las cosas que había comprado en el super para mí, guardó la calma por unos pocos momentos, ya que cuando vio las bolsas pesadas que sacaba de la cajuela, en seguida fue a ayudarme a cargarlas, apenada le prohibí que lo hiciera, ya que no quería que se lastimara más, sé que me entendió, pero decidió ignorarme y tomar cuantas bolsas pudo cargar en sus hombros, así que no me quedó más remedio que correr a la puerta principal para abrirla y que pudiera entrar rápidamente.
Mi casa no es una mansion lujosa, pero tiene su toque único, mis padres me la compraron cuando supieron que me mudaría aquí y... sabiendo que ellos vendrían a visitarme muy seguido, buscaron que tuviera al menos 3 habitaciones, la mía, una para mis padres y otra para mi hermano menor que es mi adoración, así que por espacio no podríamos parar. Sumergida en mis pensamientos, no me percaté de que mi invitado corría un serio peligro, no fue hasta que escuché mi nombre venir de ese joven que pude bajar de la nube en la que andaba para atender lo que pasaba.
-¡Alice! ¡Suelta el pantalón de ese hombre!- mi perro solo gruñía jaloneando entre sus dientes los jeans que acababa de comprar para el cantante.-¡Vamos!- repliqué.- ¡No puedes ser tan mal educada con las visitas!.- le dije jalándola de sus pequeñas caderas de chihuahua- Y no sabes quien es éste hombre, nos podría demandar y quitarnos todo lo que tenemos si le haces daño- susurré entre dientes, intentando inútilmente que Alice me comprendiera, volteé hacia arriba y me encontré con un Dimash sonriente y muy satisfecho con lo que veía.
-¡Vaya que te provoco alegría! ¿No? Y aún te falta conocer a mi gato- Era obvio que no entendió, pero aun así siguió sonriendo y con dificultad se agachó, se colocó en cuclillas y comenzó a acariciar a Alice logrando que se despegara de él.
-¡Vaya! Parece que solo estabas celosa que yo tuviera toda la atención.- dije dirigiéndome a mi perra. Al parecer a ella también le hiponiza tan solo el olor del muchacho.
Él seguía acariciando a Alice hasta el momento en que su mano tocó la mía, que seguía en las caderas de ella. Sentí que me desmayaba, de dónde fuera, saqué fuerzas para no hacerlo, rápidamente quité mi mano y no pude evitar verme Dimashfóbica, automáticamente cambié la tensión sensual a una tensión bastante pesada, agobiante. Me apresuré a levantar y le ofrecí la ducha, el fingió no escucharme así que solo maldije en voz baja y me lamenté por ser tan torpe, me encaminé a la cocina y comencé a sacar ingredientes para fingir que cocinaba, ya que teniendo tan cerca y a diario a doña Silvia, la verdad deje de hacerlo desde hace mucho. Lo miré levantarse desde el umbral de la barra y podría jurar que se iluminó en una luz celestial cuando volteó y me sonrió ¡tan tiernamente!
Yo ya no sabía que hacer, así que solo dejé todo como estaba y subí a mi habitación a tomar una ducha con agua fría.

Dears... Perdón por tardar tanto en escribir 😔 la verdad la pandemia nos pegó diferente a todos y entre perder el trabajo, salirme de la escuela </3 y bueno... Entre una y otra cosa, terminé siendo panadera y pues, ya no tengo tanto tiempo como antes, pero prometo que ya voy a publicar actualizaciones más seguido, si eres lector, me encantaría escuchar tu opinión, así que no dudes en comentar sugerencias, si te gusta, si no te gusta, ¡Todo!
Muchas gracias por darme la oportunidad de leer mis pensamientos.

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