Mi hija (Camren)

Cap.58

N: si muy bien la Ketamina si funcionó y muy bien

Et: me alegro, reaccionara en un lar de horas

N: suena bien, pero debes irte

Se escucharon pasos y voces era Simón junto con los demás, Normani cerro rápidamente la habitación.

Simón observo a Elliot de pie frente a la puerta de la habitación de León

Sm: Elliot ¿que haces aquí?

Et: buscaba al jefe pero esta dormido

Sm: ¿que quieres del jefe?

Et: eso a ti no te importa, solo debo tratar ese asunto con el

Sm: claro niño, sígueme te voy a mostrar algo importante

Et: claro, te sigo

Durante el camino hacia la bodega central no se escuchaban más que los pasos de estos al pisar con fuerza el concreto

Sm: estamos aquí

Et: la bodega central ¿que pasa?

Sm: ya que te vas a quedar a cargo debes de vigilar esta puerta en especial *le señala una puerta oscura*

Et: ¿qué hay?

Sm: chicos abran la puerta

Los hombres empiezaron a abrirla y habían muchas cajas muy bien selladas y embalado, dinero perfectamente ordenado, armas, bolsas de droga, heroína y de más

Sm: lo haz visto, cuidado con querer pasarte de listo Elliot

Et: tanto miedo me tienes Simón, si me estás mostrando el contenido de esta puerta es por algo pero déjame decirte que yo soy más fiel que cualquier perro de ustedes

Sm: debes demostrarlo

Et: podría matarte si quisiera pero no lo he hecho, así que relájate León quiere que vayas con el y yo estaré a cargo, respira *parecía tan normal al hablar*

Sm: eso espero, por tu propio bien ya que si traicionas al jefe morirás

Et: como digas ¿algo más?

Sm: aléjate a de la señora de jefe

Et: me contrataron para cuidar de ella ¿que te pasa?

Sm: quieres pasarte de listo y lo noto

Et: vez cosas donde no las hay

Sm: bien por tu bien

Et: si claro ¿me puedo ir? quiero mani de la máquina expendedora que hay en el salón

Sm: es todo

Et: bien

Salieron de la bodega, el tiempo seguía su curso y el infierno estaba por desatarse.

-En casa Jauregui-Cabello, Juli había llegado para recoger a Esmeralda y Adriana.

Se acercó a la puerta y tocó el timbre, del otro lado se escuchó "voy" era la voz se sinuhe