𝑷𝒂𝒔𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒗𝒂𝒊𝒏𝒂𝒔 «𝙺𝚊𝚗𝚐 𝚃𝚊𝚎𝙷𝚢𝚞𝚗»

08. Abuela Polo

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Tae miró el papelito con indecisión, terminó por arrugarlo y lo dejó encima de la cama porque le tocaron la puerta del cuarto.

Daniel, su primo, taba sudao como que si no hubiese un mañana, respirando entrecortado, casi que en pleno yeyo.

―Marico...fui a comprar pan, una oferta de pancitos calidá, y se me olvidó la tarjeta, dámela ahí.

Tae arrugó el entrecejo, dando la vuelta para buscar en su cartera. Daniel pasó a tumbarse en la cama, esperando la tarjeta pero como buen salío, vio el papelito arrugado y lo desdobló.

― ¿Quejesta vaina, Teijiun Daniel? ¿Ya tienes un culito? Verga papi, no esperaste mucho de lo de Alexita.

Taehyun se giró con la tarjeta en la mano, pateando a Daniel pa' que dejara la vaina, le entregó la tarjeta, chasqueando la lengua. ―Habla paja, perdón pero no me llamo...-

―QUE MARICO PORQUE SI TE LLAMAS DANIEL ―y eso fue risa parejo.

Es que dio risa la vaina, pero Daniel estaba ahí recibiendo un exorcismo de un payaso será, porque se iba a ahogar, hasta se babeó y todo.

Tae le dio un coñazo en el hombro pa' que se callara y dejara la jodedera.

―Anda a comprar el pan y deja de ser tan chismoso, vaya, que quiero comer pan.

El mayor se lanzó en la cama. ―No, ya me da ladilla, eso era en Campo Alegre.

Tae peló los ojos. ― ¿Te fuiste hasta allá solo pa' comprar pan? ¿Tas creisi?

―Es que me distraje con los muchachos y bueno, terminé allá, no es tan lejos, deja la exageración.

Tae negó, sarcásticamente. ―No vale, eso es aquí mismito, dale, anda a comprarlo, no dijiste pues, ya me emocionaste...escucha.

El silencio de tres segundo dio paso al sonido de la barriga de Tae mentándole la madre.

Daniel le dio una nalgada, echándose en la cama. ―Si le mandas un mensaje a la chama yo te voy a comprar los panes que quieras.

Tae se cruzó de brazos, arrancándole el papel de la mano. ―No, me quedo sin pan...es más, yo solo voy a comprarme mi vaina ―se guardó la tarjeta en el bolsillo trasero.

Daniel le lanzó una almohada, insultándolo pero no fue por mucho porque el pana se acomodó bien, quitándose los zapatos para echar un camarón en el cuarto de Tae, aprovechando el soberano ventilador recién reparado por el vecino.

―Marico estaba arreglando mi cuarto, salte.

Daniel gruñó. ―Dijiste que ibas a comprar pan, lárgate y déjame dormir.

Tae lo miró por unos segundos. ―Después tienes el descaro de preguntarme si te extraño cuando te vas pa' donde tu papá, mamaguevo.

―Habla claro que tu sin mí no puedes vivir.

Creyéndose la gran cosa, se ganó la mala mirada de Tae, insultándolo por lo bajo otra vez.

El catire salió de su cuarto, cerrando la puerta. Buscó unos zapatos de Daniel, y un mono, porque estaba en uno de esos short quitamaridos que le había regalado Yeonjun.

Se medio peinó ahí, que igual no tenía mucho que hacer con esos tres pelos lisos. Salió avisándole a la abuela que iba a comprar pan, la señora le dio una sugerencia de donde comprar el pan.

Y ese niño se perdió.

―Tres casas después de la escuela, en la esquina cruzas hacia donde veas un toldo...blanco ―repitió las palabras de la abuela Kang, mirando pa' los lados―, coño 'e la madre.