—¿Diga? —meto mi mano sobrante dentro del bolsillo de mi pantalón.

Hello guapo... —mi tórax emite vibraciones al escuchar la voz del fondo.

—¿Grace?

—La misma.

—¿Cómo conseguiste mi número? —pregunto no pudiendo esconder mi media sonrisa.

Papá... —la escucho reír al otro lado de la línea y todo cuadra—. ¿Tienes planes para el próximo fin de semana? —miro furtivamente hacia donde Atena me espera aún sentada coqueteandole al camarero. Muerde sus gafas y juega con su cabello pasando el tacón de abuela por la pierna del pobre chico. Luce más que aterrado y sobre todo, incómodo observando hacia todas las direcciones.

—¿A qué debo la pregunta? —cuestiono debatiéndome entre aceptar a Atena quien primeramente me ha hecho la propuesta. Me sentiría mal si le dijera que no... pero muero por estar con Grace...

Ahora que lo pienso... nisiquiera es mi tipo. La mujer es coqueta con todo el que se le atraviesa, es muy en el fondo... ¿Linda?

Es amable, sí, pero no es mi tipo.

Así que no debo suprimirme y sucumbir ante los deseos que no me apetecen cumplir.

Papá quiere organizar un viaje y una cena en un resort en las costas de Irlanda. Será nuestro todo el fin de semana y estás entre la lista de invitados.

—Vaya, vaya... ¿Y a que se debe la celebración? —ella ríe.

—Mis temidos veinte años, los cumplo el sábado... espero que puedas estar aquí, cariño. —miro nuevamente a Atena impaciente en la mesa mordiéndose las uñas, me mira y aparto la mirada antes que ella.

Lo pienso y me doy cuenta que no tengo nada que pensar.

—Cuenta con ella cielo, ¿Debo llevar algún traje de prostituto sexy para ti o...? —ella se carcajea logrando que yo también ría—. Bien, entonces pactamos los detalles después, ahora debo colgar.

—Perfecto. Vi ses der, professor... —me dice en un idioma diferente... pero su voz no deja de ser candente. Dejo el celular pegado a mi oreja aun cuando la castaña ya ha colgado. Arremeto contra mis deseos carnales obligándome a olvidarlos por un rato y me encamino de regreso a la mesa. Tomo asiento.

—Lo siento, contratiempos en la empresa. —me sonríe.

—Oh, descuida. —me dice la mujer de gafas remarcando su acento irlandés.
Y me pregunto rápidamente, ¿Porqué Grace no lo tiene? ¿Sabe hablar más de un idioma? Porque aquello aunque no le haya entendido una mierda, sonó como si conociera perfectamente la lengua.
Si no me equivoco, era danés.

Esfumo mis locos pensamientos concentrandome en sacarle platica a Atena. La pobre no ha hecho más que escuchar palabras secas de mi boca, así que es mi turno de hablar mientras pienso en las posiciones diferentes en las que anhelo poner a mi sexy alumna de ojos verdes.

[...]

Grace

Mis lindos bombones irán al viaje y eso me tiene más que complacida.

Dejo el celular, sobre la cama recostandome boca abajo pensando y pensando. Han pasado ya casi cuatro dias desde la última vez que alguno de los dos me ha tocado. Los dos se ganan por igual, exceso de trabajo y lo único que me queda es jugar con los bellos aparatitos que daddy anteriormente me ha obsequiado. Son pasadas de las once de la noche, hablé con Henry hace una hora. Todos mis invitados y los de mi padre se han unido al plan de viajar a las costas irlandesas para festejar mi vigésimo cumpleaños. No son muchas personas y eso me agrada, son amigos de papá, amigos de la familia y sus familias y mis más allegados colegas.
Mis hermanos de crianza, Lena y Shawn.

𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 #𝟏 |njh| © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora