◆Capítulo 3◆ - ◇Familia◇

15 5 1
                                    

“¡Aziaaaaaa!” un lloriqueo se escucho acompañado con el sonido de un portazo, la muchacha de pelo negro estaba sudando, llevaba puesto una camiseta blanca, pantalones cortos negros y botas, parecía que acababa de venir de un entrenamiento ya que en su mano derecha tenia una espada de madera “¿Qué es lo que quieres Ayla?” La otra respondió con una voz sin mucho interés, estaba sobre una cama, muy concentrada leyendo un libro. “¡ayuda a tu pobre hermana que se está muriendo de exhaustación!” Ayla lloriqueo aún más con una voz exagerada mientras se abalanzó hacia su hermana abrazándola.

“¡Hey! ¡Estás muy sudada, vete a duchar antes puerca!” Azia empezó a protestar ante el repentino ataque a su sentido del tacto, “¡Je je!” La otra empezó a reírse mientras se pegaba aún más a su hermana. De repente Ayla fue apartada de su hermana, “¿Acaso no puedes dejar a tu hermana en paz? Voy a tener que aumentar tu entrenamiento” Cassandra le comentó mientras la sujetaba del collar de la camiseta de Ayla. Al oír las palabras de Cassandra, Ayla empezó a protestar ante la injusticia a lo cual Azia se empezó a reír de ello.

“Azia tu tampoco te escapas” Las risas de Azia se detuvieron y fueron sustituidas por reclamaciones.

✨✨✨

Han pasado tres años desde que las dos hermanas llegaron a este mundo. Las dos aceptaron el hecho de que el mundo en el que estaban era real. Y aunque aún tenían dudas sobre cómo habían llegado aquí y sobre la pérdida de sus memorias, habían decidido dejarlas atrás y adaptarse en este mundo, lo cual hicieron bastante bien.

Durante los últimos años, Cassandra quien las encontró tiradas se ha vuelto en la familia de ellas dos. Aunque a primera vista parecía alguien no tan amigable, en realidad era muy amable aunque no quería aceptarlo. Cassandra entendió lo de la pérdida de memoria de las dos y cedió a darles un hogar. Las niñas no le contaron a Cassandra sobre el otro mundo ya que sería una historia demasiado difícil de creer.

Cassandra les enseñó sobre este mundo, era un mundo donde la magia existía al igual que otras cosas monstruos, hadas, sirenas y otras cosas que cualquier mundo de fantasía tendría. La tecnología no era muy avanzada debido a la existencia de la magia, pero el mundo era muy similar del que venían, aunque la única diferencia era la existencia de la magia y seres mágicos.

Ahora mismo, ellas estaban en el bosque Lylieth, en el Imperio de Selyra, en el continente de Selephys, donde reinaban los humanos, los cuales podían utilizar magia, no trucos de magia, sino magia de verdad.

Al norte del Imperio de Selyra, se encontraba el continente místico, donde seres como hadas, elfos, enanos, druidas, personas con características animales o otros seres no tan humanos vivían. El Imperio y el continente vivían en paz, pero aun había discriminación por parte de los dos en algunos casos.

Al sur del Imperio, se encontraba el continente oscuro, aquí vivían todo tipo de monstruos o seres que no tenían ni un rasgo humanoide, también se teoriza que aquí es donde los demonios viven. Al oeste del imperio estaban los archipiélagos de celes, archipiélagos que flotaban sobre el océano, en estaba la prestigiosa academia Celes, donde numerosos talentos de todo el mundo iban a estudiar, había diferentes edificios en cada una de las siete islas. Después, al este del continente místico se encontraban más reinos humanos pero no tan grandes como el imperio, los cuales estaban separados de este por el mar y el continente místico.

Además del conocimiento básico, Cassandra les enseño a como utilizar magia y las armas. Al parecer Cassandra participó en la guerra contra los demonios y al finalizar la guerra decidió vivir en este bosque para vivir una vida tranquila con su hijo, quien se fue a vivir en la capital hace 10 años. Con sus conocimientos, enseñó a Azia y a Ayla.

Ayla destacó en en el manejo con armas, especialmente con la espada, mientras que Azia tenia una gran aptitud para la magia, ambas se complementaban perfectamente en cuanto combate.

Cassandra era estricta con el entrenamiento pero siempre era amable con las dos. Ella ya pensaba en las niñas como sus propias hijas y siempre estaba orgullosa de cada logro de las dos. Cassandra nunca lo mostraba pero sus acciones decían lo contrario, siempre les recompensaba cuando las dos lograban algo.

Las dos ya consideraban ese bosque su hogar, aunque últimamente la curiosidad de ver el mundo exterior empezaba a despertar en ellas. Desde que llegaron a este mundo, las dos han estado todo el rato en el bosque o en casa. Ocasionalmente, Cassandra saldría afuera para comprar necesidades o objetos para Azia y Ayla, aunque no las llevaba con ella ya que para Cassandra era problemático traerlas al mercado dadas las personalidades de estas dos.

Ellas dos tenían curiosidad sobre cómo era el mundo exterior, querían ver si lo que habían leído en los libros era real o una realidad mejorada o tal vez empeorada, querían conocer a otras personas y lugares nuevos. Deseaban ver el mundo por si solas, ya habían visto el bosque completamente así que anhelaban ver y experimentar nuevas cosas.

De cualquier modo, Cassandra decidió que hasta que las dos tuvieran cierto control sobre sus impulsos caóticos, no podrán ir al exterior sin supervisor.

Las dos eran prodigiosas en cuanto al aprendizaje, avanzaban y memorizaban rápidamente, pero las dos estaban demasiado distraídas. Preferían ir a investigar o jugar antes de estudiar.

En cualquier momento se escapaban para ir a un escondite secreto o simplemente para holgazanear. Obviamente en consecuencia reciben un gran regaño de Cassandra, aunque al final las perdonaba porque eran como cualquier otro niño en su plena infancia.

Como cualquier otro día, las niñas bajaron para merendar después de sus estudios o entrenamientos. Cassandra ya había preparado galletas y té, como de costumbre, las dos se sentaron juntas en el sofá delante del sillón de Cassandra.

Mientras comían, Cassandra estaba leyendo una carta, lo cual les parecía raro ya que ella casi nunca las recibía. Ayla estaba sentada con su espalda en el reposabrazos y con sus piernas en el regazo de Azia quien estaba sentada. Azia estaba leyendo mientras bebía su taza de té mientras que Ayla comía sus galletas tranquilamente, las dos parecían no estar atentas a Cassandra, pero en realidad tenían toda su atención en Cassandra.

Sabían que si Cassandra notaba sus miradas, se iría inmediatamente a otra habitación, dejándolas con curiosidad y preguntas que nunca serían respondidas.

Mientras Cassandra leía la carta, su cara era algo más seria de lo normal, cuando terminó de leer la carta Cassandra dio un suspiro “Azia, Ayla” dijo repentinamente “¿si?” el dúo respondió rápido pero algo sorprendidas.

“Mañana vamos a la ciudad, vamos, preparad las maletas ” Cassandra les ordenó mientras se levantaba, las niñas se quedaron mirando estupefactas a Cassandra mientras se iba a su habitación.

Cuando finalmente se fue, las hermanas se miraron entre sí sorprendidas, hasta que después de un rato, una sonrisa emocionada y estrellas en los ojos aparecieron en los rostros de ambas.

“Ayla..” Azia miró emocionadamente a Ayla “¡vamos a salir afuera!” Azia terminó su frase con una voz temblorosa de emoción, “¡Tía a qué esperas, las maletas!” Ayla dijo gritando mientras se dirigía al cuarto de las dos, seguidamente Azia empezó a correr detrás de ella.

Las dos corrieron emocionadamente a su cuarto arriba para prepararse para su próxima aventura.

Continuará....
---------------※---------------

1255 palabras

Fragmentos del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora