06

4 2 0
                                    


29 Enero 2021.

Parker.

No se ni que carajos hago. Solo se que acompañe a todos los demás a bailar, pero terminé yéndome de ahí a los cuantos segundos.

Ni se porque en realidad estoy enojado... bueno, si, es por cierta persona con muchas curvas y jodidamente tierna que me tiene así. Pero estoy más enojado conmigo porque solo dos o tres platicas me han afectado lo suficiente y es sorprendente porque... ¡porque wow! Apenas sabe de mi existencia.

Salgo al patio trasero donde se encuentran algunos de mi clase e ignoro sus saludos tomando en cigarro. Admitiré que pensé que Naomi vendría, pero no la he visto durante estas horas. Me acabo un cigarro y voy por otro intentando relajarme.

No sé ni cuánto he bebido.

Cuando el segundo también me lo acabo entro a la casa tosiendo y viendo de reojo qué Bryan y Sarah suben arriba, genial, alguien la pasará estupendo y yo tendré que esperar.

Mi cabeza duele.

Veo que Alexander, la pareja de Naomi, se encuentra bebiendo con una chica y este le sonríe con coquetería. Que asco. Sin saber exactamente mis acciones pasó entre ellos haciendo que él derrame su bebida en él mismo. Sonrió siguiendo caminando. Escucho que me llama pero lo ignoro saliendo afuera para tomar aire.

Alguien se coloca a mi lado como buscando a alguien, al reconocerla sonrió.

—Oye ¿has visto a mi prima? Ya sabes, a Sarah, es de este tamaño —coloca su mano a lo que sería la estatura normal de alguien de diez años, su voz suena como si hubiera bebido mucho.

La veo de reojo repasándola, no conozco tanto a la familia de Sarah, pero se que es la única prima que tiene, y que buenos genes se cargan las dos, y tres con su hermana mayor.

Pero no soy yo quien responde.

—Hey Ana —Irina llega también— no te preocupes, Sarah me ha dicho que viene a mi casa.

Ana suspira aliviada.

—Genial, porque mi tía me mataría al ver como he llegado con ella así —sonríe— cuídala y dime cuando hayan llegado a tu casa, adiós.

No sé ni con quien se va, por lo que toda la calle sabe, Ana no es de un solo novio. Aunque bueno, sus estudios son excelentes a pesar de ser alguien huérfana, eso evita que la gente hable mal de ella. Cuando se retira Irina me ve y levanto mis manos expresando que sea lo que sea que piense, no estoy involucrado.

—¿Has visto a Sarah? No se a donde se fue y estoy preocupada, le he dicho eso a su prima porque fui con la última que estuvo y no quería que me culpara por no saber dónde está —habla demasiado rápido que me mareo.

Al darse cuenta hace que me recargue en un poste.

—Se ha ido con Bryan arriba —respondo y sabe qué exactamente harán, sonríe y se recarga igual al poste.

—Entonces la espero aquí.

Ni siquiera hablamos. Solo cierro mis ojos intentando que la borrachera se me baje poco a poco. No quiero llegar a casa así.

Conozco a Irina desde hace como cuatro o cinco años. Estuvimos juntos en la secundaria, en ese momento no conocía a Sarah, sabía quién era porque vivíamos a unas cuantas casas y la veía pasar a veces vestida muy formal para alguien de baja estatura, al estar en la misma clase con Irina y compartir como dos o tres amigos hizo que aveces habláramos, sabía que era amiga de una de mis vecinas, pero no le tome tanta importancia.

Tímida Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora