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El lunes por la mañana Taehyung
puchereaba sin saber que camiseta usar, el rosa pastel era muy lindo, pero el morado pastel no lo había probado aun.
Iba tocando ligeramente la textura de algodón suave, sin picar la yema de sus deditos.

Ese día todos tenían excursión en
un museo de Seúl, el museo de
hielo, su madre le consejo vestirse muy bonito y Taehyung lo hizo con la ropa más tierna de su clóset.

Tae se sentía tranquilo sin
embargo, su lobito se movía
ansioso al saber que Kookie su
amigo, sería el encargado de llevar a los chicos de su curso.
Maquillando con un poco polvo rosa apenas visible sus ojos y algo de brillo en sus labios, tomo la maleta que le había dado su madre omega y salió de su casa a esperar que el bus lo recogiera.

Espero unos minutos pacientemente mientras tarareaba una canción y cuando llegó su transporte lo miro, sintiéndose un poco nervioso.

El bus tenía dos pisos de altura,
asientos al aire libre arriba
y asientos internos en el piso
de abajo.
Taehyung entro al primer
piso sentándose a lado de
SeokJin, uno de los Omegas más hermosos del establecimiento.

El camino se hacía aburrido en un principio, hasta que un
estruendoso sonido y música en
alto volumen aturdió los oídos de
Taehyung.

Bang Bang Bang de BIGBANG resonaba en todo el bus y Taehyung tapaba sus oídos asustado por todos los ruidos
mezclados que había a su alrededor.

Formaba muecas y soltaba fermonas de miedo con una mezcla de tristeza volviendo agrio su aroma.

El lobo de Taehyung desesperado llamo, mediante ese lazo de predestinados, a su Alfa  por ayuda, ya que su parte humana no se sentía nada bien.

Jungkook que se momento se encontraba hablando con el profesor de Historia cuando sintió aquel llamado de auxilio mediante ese lazo y preocupado le levantó de su asiento buscando rápidamente con la mirada por todo el lugar hasta que diviso a su Omega, con sus tiernas manos en los oídos y hecho bolita.

Apaguen la música — Su voz
de mando ordenó aquello y la
música seso inmediatamente y los murmullos ya no se
escuchaban.

Todos estaban pasmados al
escuchar la dura voz de mando de Jungkook. Las omegas chillaban por querer moverse sabiendo que su instinto no se los permitiría.

Jungkook miro a Seokjin diciéndole todo con su mirada. El Omega por su lado, asintió algo abrumado por lo que antes había ocurrido moviéndose del lugar dejando que Jungkook se sentará.

El ya mencionado miro a el Omega aún hecho bolita en su asiento y tocando ligeramente el cabello de Taehyung con voz cariñosa le dijo.

— Taehyung ya estoy aquí tranquilo—

El castañito inmediata le miro con ojitos acuosos, acercándose
ligeramente con algo de desconfianza del contacto físico y abrazo suavemente al alfa.

Sus lobos estaban más que contentos al estar juntos,
chillaban y movían sus colitas
felices.

En todo el transcurso hacia el museo Jungkook mimaba o hacía
reír a su Omega, y este aún con
un ceño fruncido cuestionaba los
chistes sin entenderlos mucho.

El autobús estacionó en el enorme lugar donde tonos cremas decoraban el establecimiento y en fila todos bajaron para descubrir las maravillosas estatuas de hielo a refrigeración, con cada uno de los detalles que poseían delicadamente tallados.

Taehyung miraba todo sonriente y aunque en su casa buscaría la razón de porque las estatuas tenían aquel color transparente, miro emocionado las diferentes formas alrededor de treinta minutos. Luego de eso Tae se
aburrió y caminando buscando algo que hacer, pero se encontró una escena para nada de su agrado.

🍰𝐀𝐔𝐓𝐈𝐒𝐌𝐎꒰⁠⑅꒱ ᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉWhere stories live. Discover now