II

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Izuku

Ya había corrido por al menos veinte minutos asique creyó estar asalvo para poder tomar un taxi y llegar al centro de la ciudad, ahí podría mezclarse entre la gente y no ser descubierto.

Su plan fue frustrado cuando llego ahí y habia anuncios con su rostro por todas partes, no quería ser descubierto asique se dirigió a un lugar con poca luz y saco las cosas que le dio Kaminari para permanecer de incógnito.

Se color unos lentes y una gorra, también una mascarilla pero al ocuparla se le empañaban los lentes asique prefirió no usarla, le había mandado un mensaje a Uraraka con su ubicación para encontrarse con ella, también le había  indicándo que el plan con Kaminari fue todo un éxito, comenzó a caminar sin rumbo para esperar a su amiga hasta que vio un pequeño restaurant familiar y desidio entrar para esperar mientras comía algo.

Una vez dentro eligió la mesa de hasta el final ya que estaba más apartada y no lo verían tan fácilmente, intentando pasar lo más desapercibido posible ante el resto de gente que ahí había, no era mucha pero no debía confiarse.

Llegó junto a él una Omega de pelo rubio cenizo, con una sonrisa le entrego el menu y le indico que ya vendría alguien a atenderlo, Izuku le dio las gracias y la mujer se alejó, al parecer su disfraz si funcionaba.

Unos minutos después vio a un mesero dirigirse hacia donde él se encontraba, era alto y parecía de su edad, se parecía a la Omega que lo había atendido, posiblemente era su hijo, venía con la vista puesta en su libreta pero por lo que pudo notar era un alfa y además muy guapo.

Cuando el Alfa llegó frente suyo y levantó la mirada sus ojos se encontraron, eran de un hermoso color rojo, parecían rubíes, sintió como una pequeña corriente pasaba por toda su espalda, le comenzaron a sudar las manos y sentía cosquillas en el estómago, hubiera seguido así si no fuera porque de los labios del Cenizo escapo un ligero gemido.

Katsuki

¿Un gemido? Ahora sí quedo como un tonto delante del amor de su vida.
-Yo...tu...tu...que bonito eres~ El rubio sentía su cara arder,si antes quedo como un tonto ahora quedo como un idiota, todo ubiera sido peor si no ubiera notado que el pecoso tenía sus mejillas sonrojadas.

El Pelicenizo sonrió de manera tierna al notar lo lindo que se veía el menor al estar así, en todas las fotos que había visto el siempre se veía serio y algo distante nada que ver cómo era ahora.

-Que guapo eres~ Izuku quería que la tierra lo tragara ¿Porque había dicho eso? Se dejó llevar al ver la sonrisa del más alto, desvió la mirada y tomo el menú tapándose la cara.

Katsuki no pudo con los nervios y dejó salir un poco de su aroma, hasta que se dio cuenta que el pecoso bajaba el menú y lo miraba directamente y el sintió como el Omega también liberaba un poco del suyo, ahora caramelo tostado y menta dulce se combinaban de una manera perfecta, ambos se sonreían y ahora estaban más tranquilos, se miraron por unos minutos donde solo existían ellos hasta que una rubia llegó para romper esa burbuja.

-Cariño debes tomar la orden~ La Omega estuvo observando todo desde un lugar un poco más apartado pues quería ver que sucedía, ella habría reconocido al pecoso en cuanto entro por ese motivo había enviado a su hijo ya que sabía lo enamorado que estaba de ese joven modelo, aunque ambos estaban mirándose como tontos y no hacían ni decían nada asique ella sería la encargada de darles el empujón necesario.

-A si, es sierto ¿Que le gustaría ordenar? ~ Tenía un leve sonrojo en las mejillas y sostenía su libreta con fuerza.
-Me gustaría una malteada de caramelo~ sonrió de manera coqueta para luego recordar que la Omega seguía ahí, volteo con cara preocupada hacia la mujer, ¿que pensaría de el por coquetearle a su hijo frente a ella?.

Con El Mundo En Contra (KatsuDeku)Where stories live. Discover now