Lee Felix es un chico bastante tímido, su tranquila y dulce personalidad lo hace pasar desapercibido. Sus sentimientos por el atractivo y amable Bang Chan lo llevan a comenzar a escribirle pequeñas notas a este, quien a pesar de no saber su identida...
— Es la quinta vez que lo preguntes y dije que si.
— Porque me cuesta creerlo, bro.
Todo lo que llevaban de camino el pelinegro no paraba de hacer la misma pregunta con diferentes tonos para poder procesar la información que recibio en su hogar. Aun no podia. El pequeño pecoso tenia su nariz arrugada y sus labios apretados en forma de piquito, las mismas palabras lograron aburrirlo, estaba seguro de su decisión y estaba dispuesto a infartarse cuando BangChan lo enfrentara al descubrir la verdad; pero ya no hay vuelta atras.
Es ahora o nunca.
— Pues comienza a creerlo, porque es un hecho. —Sonríe al ver el rostro de emoción de su mejor amigo. — ¿Eres feliz?
— Mucho. —Ríe emocionado. — MinHo dijo que hoy vendria, ya se siente mejor. Pero que le compren unos dulces.
— Uh... Traje brownies, espero que sirva.
— Por supuesto brownie boy.
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Ambos chicos estaban de pie en la entrada de las instalaciones de la escuela esperando a MinHo a pedido del mismo por medio de un mensaje, este llegaria junto al rubio australiano. Los dos se veian adorables con sus rostros sonrojados debido al frío, incluso los nudillos de ellos estaban rosas e intentaban que los guantes puedan deshacer la baja temperatura; cuando levantaron la vista pudieron notar la presencia de Bang y Lee.
— Oh hola hyungs, ¿Pudieron descansar bien? —Sonrío al ver una afirmación de ambas partes. — MinHo, lo extrañe, ¿Como se siente?
— Estoy bien. —Sonrio de lado y corrio el cabello en sus ojos.
— Estaras mejor con esto, Felix trajo brownies.
El castaño abrio sus ojos brillosos y su boca entreabierta ante gran revelación, pues los famosos brownies de Lix eran deliciosos. Cada día Lee se especializaba en descubrir nuevas recetas para probarlas y Hwang era el primero en probar esos diferentes sabores extremadamente exquisitos. Era un chef excepcional sin duda.
— Empezamos bien el día. —Y dio una hermosa sonrisa solo como Lee MinHo puede hacerlo.
El mayor río y palmeo el hombro del pelinegro. — Andando ya casi es hora de la primera clase.
— Ugh tengo sueño. —HyunJin se quejó y dejo salir un puchero de sus labios. — Hace frío y estoy lejos de casa~. —El alto cantó exagerando y haciendo reír a sus amigos.
— Llama, dormiras un poco en el descanso, vamos. —El pecoso lo tomo de los hombros y lo empujo con cuidado para que camine.
— Con cuidado, soy frágil.
— ¿Sabes? Ahora que son nuestros amigos, la escuela es más entretenida. —Sonrío y volteo a ver a su pálido amigo.
— Lo sé. —Lo volteó a ver de reojo para devolverle la sonrisa. — Mejor vayamos.
