Admirador Secreto - ChanLix

🥀 - ２４

La sensación de estar con la persona que te gusta, es de cierta forma inexplicable para definirlo en una sola palabra.
Sientes felicidad y ansias, te pones nervioso e intentas no tartamudear mientras piensas algo coherente para decir. Existen personas que saben disimular bien esto, pero a cambio se da a notar en su buen humor, que disfrutan de la compañía de dicha persona; así se siente el pecoso al estar con Bang Chan. Siente que a su lado todo estará bien, su miedo se esfuma y puede ser el mismo.

Porque ese efecto tiene Chris en él.

Decir que ambos adolecentes no disfrutaban de su momento a solas sería mentir, la conexión que tenían era especial, logrando complementarse. El mayor seguía recostado en la cama con dos cobijas cubriendo todo su pálido cuerpo, mientras el pecoso seguía sentado en una esquina de la cama hablando del porque debía cuidar de él.

Bang se sentía enternecido al ver como Felix lo regañaba por no abrigarse y tomar las precauciones para no terminar de esa manera. Su preocupación lo hacia ver el aprecio que sentía y que le importaba lo que le pasará; cosa que aunque no lo dijera en voz alta, el adoraba.

— No hace falta que sigas regañandome, aprendí la lección, descuida. —El rubio le brinda una sonrisa sincera a su menor para que pudiera relajarse un poco. Levanta su dedo meñique y extiende su brazo hacia Lee. — Lo prometo.

El pecoso observo la mano del mayor y finalmente unió sus meñiques sellando la pequeña promesa de Bang, causando que ambos chicos rieran de la nada divertidamente.

— Siento haberlo regañado Hyung. —Baja la mirada y una pequeña sonrisa se escapa de sus labios para volver a levantar su mirada. Espero unos segundos antes de volver a hablar y arreglo las mangas de su suéter. — Me preocupe anoche al oír su tos, se que no fue su intención, pero estos últimos días son más helados de lo que recuerdo; no quería que empeorará.

— Está bien, se que lo hiciste con buenas intenciones. Yo fui el tonto que creyó que unos minutos fuera sin abrigo no me harian daño.

— Al menos ya estás mejorando.

— Y puedo comer en la cama, algunas ventajas saque de todo esto. —Suelta una risita y tose un poco. — Aunque los remedios saben muy mal.

El pecoso hace una mueca de disgusto y observa al rubio. — Eso suena mal, mi mamá me da medicamentos con sabor a fresa.

— Eres suertudo.

— No tanto, ya que luego me toca el feo. —Un puchero sobresale de los labios del menor y el rubio deja escapar una sonrisa enternecida.

— Gracias por visitarme, haces que estar enfermo no sea tan malo.

— Descuide hyung, realmente disfruto de su compañía y no quería dejarlo sólo.

El rubio queda hipnotizado ante las palabras de Lee, sin importar cuanto tiempo pase siempre logra dejarlo sin palabras. La dulzura e inocencia del chico son el toque de su personalidad, aquello que hace a Lee Felix único.
Siempre preocupándose por los demás, dispuesto a dejar su timidez de lado si alguien necesita su ayuda. Bang Chan estaba conociendo de a poco distintas facetas de Felix; y eso le emocionaba.

Porque Chris quería conocer a aquel chico tímido que llamo su atención.

— Por cierto, iba a darte algo hoy en la salida; pero como no es posible, te lo daré ahora. —El menor ladea su cabeza con algo de confusión, mientras observa que el mayor abre un cajón de su mesa junto a la cama y saca una caja pequeña de color amarillo. — Espero que te guste.

Extiende su pálida mano con la caja.
El pecoso la toma conmovido y la abre dejando a la vista un lindo anillo plateado con un sol en el centro. Sonríe de forma inconciente y alza su vista hacia el rubio.

— ¿Hyung?

— HyunJin me dijo que tus hermanas suelen llamarte Sunshine, así que cuando vi el anillo y pensé en ti. —Cubre la mitad de su rostro con las cobijas al sentirse apenado.

— Es hermoso. —Quita el anillo de la caja y se lo coloca en el dedo anular. — Hyung, en serio se lo agradezco. Es un gesto muy bonito de su parte.

— Se cumplen dos meses de que somos amigos. —El pecoso voltea a verlo. — Tal vez no sea importante, pero quería obsequiarte algo.

— Claro que es importante. A decir verdad, esa es la otra razón por la que vine. —Quita el cabello que cubre su ojo y ríe. — Pensé que no sabías la fecha.

— Fechas así de importantes no puedo olvidarlas. —El pecoso lo mira fijamente sin pronunciar palabra alguna. — ¿Qué?

— Me agrada que no lo haya olvidado. —Las comisuras de sus labios se elevan formando una sonrisa sin dientes. Mientras el mayor le corresponde la sonrisa.

— Deberíamos dejar repetir eso y abrazarnos, ¿No crees?

El pecoso asiente y deja que el pálido lo rodee en sus brazos. Apoya su cabeza en su hombro y se aferra a Bang como si fuera a desaparecer, deseando permanecer así siempre.

Él es su lugar seguro.

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Volví con un nuevo capítulo, ¿Qué les pareció?
Recuerden que agradezco mucho su apoyo.💕

[·🍁·] Sunnie.