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Capítulo nueve: Una carga.

La luz del sol se metía por el pequeño espacio entre las cortinas, eso fue lo que la despertó junto con un dolor de cabeza hizo que quisiera dormir de nuevo y eso estaba por hacer, pero su hermano entró a su cuarto haciendo que su sueño y su dolor de cabeza desaparecieran por un momento.

—Tenemos que limpiar cuanto antes, mamá llegara en cualquier momento.

—Ahg, deberías decirle a Chan y a Jisung que nos ayuden, ellos tuvieron la idea de hacer la fiesta.

—Ellos ya están limpiando, así que ahora levántate y ayúdanos. —dijo por último y salió de la habitación.

________ se levantó de la cama sin ganas, desbloqueó su celular con la esperanza de ver un mensaje de su mejor amigo, en cambio se encontró con uno de la hermana del chico cosa que se le hizo bastante extraña, ni siquiera recordaba cuando había sido la última vez que había hablado con ella en persona.

"Seungmin y yo llegamos a casa bien, no tienes porqué preocuparte. Oh, por cierto, no quiere hablar contigo por el resto de su vida, entonces no te molestes en enviarle algún mensaje o llamarlo, él simplemente no contestara. Que tengas un lindo día </3"

Mierda.

Su estado de ánimo no había sido muy bueno al despertar y con eso había empeorado un doscientos por ciento. Quería aventar el celular por la ventana y encerrarse a llorar todo el día en su habitación.

¿Seungmin no quería hablar con ella?

Ahora no podía dejar de pensar en lo que ocurrió ayer, lo había dejado solo y Jisung había dicho que alguien intentó besarlo. Tenía que disculparse con Seungmin en ese mismo momento, era una tonta, jamás se iba a perdonar el hecho de que algo le hubiera pasado a su mejor amigo por dejarlo solo sin explicación alguna.

—¿A dónde vas? —preguntó Changbin al ver a su hermana salir de la casa apresuradamente.

—A la casa de Seungmin.


(. . .)


El castaño se encontraba "desayunando" tranquilamente con su abuela, no tenía mucho que su madre y su hermana habían salido por más cosas para el almuerzo y la comida.

—¿Qué pasa, cachorrito? —preguntó su abuelita pasando delicadamente su mano sobre el cabello castaño de Seungmin. —No has tocado tu desayuno desde que te lo serviste.

A decir verdad, la mayor no solo se había percatado de aquello sino también de la tristeza en sus ojos, esas pequeñas ojeras debajo de ellos, la palidez de su cara y las pocas veces que había hablado desde que se despertó, cosa que con ella no era algo normal pues a Seungmin le encantaba contarle anécdotas sobre los días en los que no la visitaba, la mayoría de esas anécdotas acompañadas de una sonrisa y el nombre de la persona que las provocaba, Seo _________.

—No es nada, nana, ayer después de la fiesta no pude dormir eso es todo.

Le dio una sonrisa para dejarle saber a su abuela que no había de que preocuparse, sin embargo, no logró convencerla del todo. Ya tendría más tiempo para hablar con él sobre qué era lo que en realidad ocurría, pero aguardaría a que él se sintiera listo para decírselo, solo esperaba que no fuera muy tarde para poder ayudarlo.

—Bien, ahora desayuna, por favor. No quieres que tu pobre abuela se enoje porque su querido nieto estuvo con el estómago vacío hasta el almuerzo.

El chico asintió y comenzó a desayunar sin muchas ganas, pero de verdad no quería hacer que su abuela se enojara o que se preocupara, así que utilizo toda la fuerza que le quedaba para terminar con su desayuno.

𝐏𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫𝐭𝐞 | 𝐒𝐞𝐮𝐧𝐠𝐦𝐢𝐧.Where stories live. Discover now