Capítulo 5

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La primera jugada era ingeniosa. Un poco arriesgada, pero no certera. Se le ocurrió la noche anterior, después de llegar de la casa de Chris. Se había desplomado en la cama, cansado de un arduo día de diplomacia y la cara de Seungmin se le vino a la mente -su sonrisa de labios- con el vaso de café helado en una mano, y el otro en la otra mano. Siempre había otro.

Hyunjin no pudo evitar soltar un bostezo cuando salió del ascensor y vio todos los escritorios vacíos. El de Seungmin tenía una vista perfecta a todo Seúl, pulcro y en orden; Hyunjin esperaba que no fuera tan meticuloso como para notar que alguien había revuelto sus cosas. Se sentó en la silla, abrió los cajones y comenzó a inspeccionar carpetas en busca de algo que le llamara la atención. Vio un cuaderno rojo con muchas cuentas y anotacions en lápiz. Se lo guardó en el lado interno del saco. Abrió otro para ojearlo. Por personas fisgonas como él, Hyunjin tenía una Notebook con clave.

El timbre del ascensor hizo que su corazón diera un salto. Cerró los cajones y trató de tomar una pose relajada contra el respaldar de la silla de ruedas. Empujó con sus pies el suelo para quedar mirando a Seungmin salir del ascensor.
Kim inspeccionó la sala para cerciorarse de que había sido el primero en llegar. Traía su maleta de cuero marrón y los dos frappuccinos. Cuando se topó con Hyunjin un sentimiento de infortunio se apoderó de su semblante.
-Hyunjin- dijo. Dejó caer el maletín en su escritorio. Clavó la mirada en Hyunjin esperando algún tipo de explicación. Parecía impaciente. Solo pasaron cinco segundos cuando agregó: - ¿Qué quieres?

Vaya que le había caído mal su llegada, pensó Hyunjin mientras veía su plan flaquear.

–Vine a entregarte tu libro de cuentas- dijo hyunjin y se lo tendió.
–¿Y por qué lo tenías? –  Kim se lo sacó de la mano. Lo ojeó fugazmente.
–La secretaria de Chris me lo pidió ayer a la tarde- explicó Hyunjin. -Ya te habías ido, así que me tomé el atrevimiento de buscarlo - se balanceó en la silla. Sabía, por cómo Seungmin evitaba a cierto tipo de mujeres, que la secretaria de Christopher le caía mal. Contaba con que no se acercara a ella a preguntarle, que fuera directamente con Chris. –¿Te enteraste?... A Chris lo ascendieron esta semana.
Seungmin ladeó una sonrisa y dejó los frappuccinos en el escritorio; parecía irritado. Hyunjin se levantó de la silla y ambos quedaron muy cerca.

-Lo sé- Kim dio un paso hacia atrás y señaló el escritorio de Hyunjin. – si eres tan amable.
La sentencia de Seungmin lo hizo dar un respingo. Le sorprendió. Era la primera vez que veía a Seungmin irritado. Se dio cuenta de que estaba a gusto con lo que podía causar en él.
- ¿Irás a celebrar más tarde? Podríamos ir juntos...
-¿Qué buscas Hyunjin?
-¿Socializar?

Hyunjin lo repasó de arriba abajo con la intensa mirada que sabía tener. Quería causar algún efecto en Seungmin ¿era eso racional siquiera? Al menos, debía intentarlo. Lamentablemente, Kim lo repasó de vuelta. Despectivamente. Eso removió algo en el corazón de Hyunjin y lo hizo acobardarse.

-Pues aquí no. - Hyunjin esperaba no lucir afectado- en el área de redes necesitan de eso.

Seungmin se sentó en su silla y se dio la vuelta. Su traje negro y su pelo negro. La silla era igual de oscura. Hyunjin sintió una pared negra imponerse entre el frappuccino que debería tener en sus manos y su estómago revuelto.

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