Free Stars (DinLuke)

Hoja II: El caballero de Aq Vetina

Los soles comienzan a a ponerse por el horizonte y un misterioso hombre que viste con una armadura con la que cubre todo su cuerpo incluido su rostro, la cual es de color plata, con pequeños detalles negros y marrones. Lleva consigo varias armas. Camina por las tranquilas calles de Aq Vetina. Es un lugar de casas pequeñas con algunos campos de cultivos, el lugar está rodeado por lo que antes era un verde y enorme bosque, ahora solo quedan troncos muertos y cenizas en el suelo. 

Conforme avanza la gente se gira para mirarle y cuchichear sobre él, que continúa su camino sin importarle lo más mínimo. Hasta que llega a una tienda de víveres y entra en ella.

—Buenos días ¿Qué desea? —pregunta la mujer que lleva la tienda, tras ver quien es, cambia de conversación—. Pero si es Din Djarin, que sorpresa. Hacía bastante tiempo que no venías por el lugar donde naciste.

—Sí, ya. Hola ¿Podemos ahorrarnos las anécdotas y los llantos? No me apetece estar aquí demasiado tiempo... —contesta Din.

—Es que... No todos los días se ve de nuevo al gran guerrero.

—Sólo quiero algunos suministros e irme de aquí lo más rápidamente posible.

—Vale. Pero ya podrías preocuparte por tu tierra natal ¿No has visto como está?

Din suspira algo desesperado.

—He visto en que estado está. Está mucho peor que la última vez que pase por aquí. Hace unos... Tres años, creo...

—Sí... Las cenizas del bosque se han ido extendiendo a bastantes cosechas. Quedan menos de diez cultivables y las personas que trabajaban en aquellas granjas se han ido de aquí buscando un lugar donde vivir...

—Este lugar no me interesa, ni nada que haya en él... Ya hemos hablado bastante ¿Puedes atenderme ya?

—Pero eres uno de nosotros, nuestro valeroso guerrero. Si tú no haces algo por Aq Vetina ¿Quién lo hará?

La desesperación de Din va en aumento, aprieta los puños con fuerza.

—¡Hace muchos años que yo no soy uno de vosotros! Además, no sólo este lugar ha sido arrasado. "Estar aquí sólo me trae amargos recuerdos..." El imperio de Darth Vader alcanza y arrasa cada día un nuevo lugar y yo sólo no puedo arreglar nada. Y aunque acabase con él y todo su enorme ejército, tiene como heredero al maravilloso hijo del que siempre habla en sus eterno discursos..."Aunque nunca lo he visto" Dame lo que pido y no se hable más... Por favor...—Din intenta calmarse aunque no lo logra demasiado.

Din sale al fin de la tienda con la bandolera llena de víveres aún algo cabreado y camina para alejarse de allí lo más rápido que puede.

Pero al pasar por una de las granjas, la cual tiene el aspecto de que ardió y de llevar en ruinas muchos años, hacen que a Din le vengan a la cabeza unas breves imágenes de un niño muy pequeño asustado entre llamas.

—"No tendría que haber venido aquí... Sólo me trae amargos recuerdos... Hasta de eso tuvo Darth Vader la culpa... Realmente debería vengarme y atacar su único punto débil, su hijo..."

Din no sabe muy bien porqué, pero corrige sus pasos, ya que ha decidido ir hacia el Sur, al reino de Tatooine.