Cuidar a: Sasuke

Una mirada no hace daño

Itachi abrió los ojos y los dirigió a la ventana de su habitación mirando el paisaje natural que había.

El día parecía que sería una maravilla, así que aprovecharía para ir a cortar florecitas al bosque y alejarse del caos que había en su casa.

Maldecía internamente su buen corazón y la poca fuerza de mantener su palabra, algunas veces, ¿por qué se dejo chantajear por unas fotos con poca ropa de Naruto?

Si, bueno... ¡Era para mandarlo a encuadrarlo y ponerlo en su habitación!

Como que eso no ayudaba mucho a despistar que no deseaba tan siquiera un poco al rubio.

—Nii-san que bien que despiertas— Dijo un alegre Sasuke que se acostaba a un lado de su hermano. —Naruto-Kun trato de hacer un chocomilk y casi acabo incendiando la casa.

Era un ser que irradiaba luz y seguridad, así que no podía rebajarse a gritar como maniático a un rubio testarudo que casí quemaba su casa.

Suspiro y forzó una sonrisa.

—Vamos, yo haré el desayuno.

Sasuke sonrió y bajo corriendo. Itachi se restiró y luego se puso de pie.

Ser de nuevo el hermano mayor que cuida del hermano menor de cinco años era muy agotador.

Ya se sentía algo viejo y eso que aún ni llegaba al cuarto piso.

Pero para una buena cojida esta bien puesto. Hay por si alguién se ofrece.

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Itachi caminó hasta la cocina mientras se tallaba los ojos, de detuvo y miró con sorpresa su cocina.

¡A que pinche hora pasó un huracán ahí!

Tanto tiempo se pasó arreglando su cocina de ensueño para que Naruto la llegué a destruir.

—¡¿Cómo sucedió esto?! —Dijo con enojó mirando al rubio cubierto de harina y un sartén en su cabeza. —¡Quiero ya una explicación lógica!

Chales, Naruto ya habia hecho la excusa de que unos extraterrestres que eran sus amigos llegaron de visita y el bien alterado hizó todo el desmadre en la cocina, luego Deidara apareció correteando a un Tobi asustado por ser explotado nuevamente en esa mañana. En resúmen, Deidara hizo explotar la cocina.

—Es que yo nomás quería hacer un chocomilk aparte de que queria hervir agua para mi maruchan.

Respondió jugando con sus dedos y con la cabeza gacha.

Seguro que con eso no sería brutalmente regañado.

El azabache se acercó de manera amenazante al rubio. Sasuke se interpuso enmedio de ellos y tomó una mano de ambos.

—Ya, ya. Llevemos la fiesta en paz. —Dijo mostrando una sonrisa— Ahora somos como una pequeña familia.

Itachi y Naruto se miraron con asco.

Ninguno de los dos sería alguna vez familia... o eso era lo que se forzaban a pensar.

—Si, si una... Familia. —Habló entre dientes el Uchiha mayor.

Ya verá su hermanito cuando sea mayor. ¡¿Por qué se empeñaba en unirlo con el estúpido rubio?!

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Itachi estaba esperando a que Naruto terminara de usar el baño.