Capítulo 6: Culpable

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La cama jamás se había sentido tan cómoda ni las sábanas tan cálidas, había poca luz y la estancia era acogedora.

Estiró los brazos y despertó sin abrir los ojos, jaló la sábana y un olor familiar invadió sus sentidos.

"¿Por qué mi cama huele a Aid...?"

Sus pensamientos eran confusos, y en el segundo en qué pensó eso reaccionó y recordó todo.

Abrió los ojos de golpe y se sentó.

—Buenos días John. No deberías levantarte así de rápido, podrías marearte—Aiden estaba no muy lejos de él, sentado al lado de una mesa mientras leía un libro.

—Tú...—John se quedó en shock. Había demasiadas cosas pasando por su cabeza en tan pocos segundos.

Anoche...pasaron muchas cosas, y recordaba vagamente que Aiden bebió de su sangre, y luego de eso no había nada. Pero por más extraño que parezca no se sentía cansado o somnoliento, es más, se sentía estupendo.

Se paró del lado izquierdo de la cama, se acercó a una mesa y se observó en el espejo que había sobre ella. Su rostro se miraba bien, no se veía cansado, vio su cuello y tampoco había nada, sus hombros, su pecho... absolutamente nada. Tampoco sentía dolor de ningún tipo, y lo notó especialmente al no sentirlo en su parte baja.

—No hagas eso tan temprano John, me estás tentando—dijo Aiden con una voz suave.

Y ahí John se dio cuenta que estaba desnudo.

Jaló la sábana de la cama y se la echó encima.

—Aiden...—su mirada era extremadamente seria y sus ojos verdes apenas se miraban con esa aterradora expresión.

—¿Qué? —cerró el libro y lo dejó.

Pero John no dijo nada, siguió observándolo, y poco a poco sus mejillas se tornaron coloradas.

—Sé porque me estás mirando así, y ni pienses en desquitar tu vergüenza conmigo—se defendió y se cruzó de brazos.

—N-No voy a hacerlo—exclamó con molestia y se sentó en la cama—yo no siento vergüenza.

—De acuerdo... Bueno, dejando eso de lado ¿cómo te sientes? Estupendo ¿verdad? —sonrió y cruzó su pierna.

—... Supongo—respondió en voz baja sin mirarlo a los ojos.

—Sabes, al ser mi "compañero" tu recuperación se aceleró considerablemente, y eso junto con mi saliva y....demás fluidos hacen que tu cuerpo se sienta mejor que antes. Y yo, jamás me había sentido mejor—suspiró y peinó su rubio cabello con los dedos—tú en verdad eres un exquisito festín, uno de los manjares más deliciosos y raros que haya probado jamás, en todo sentido.

—Mm....—en el fondo se sintió un poco halagado por sus palabras.

—Me siento feliz al ver cómo terminó todo—acarició sus propios labios con malicia y sonrió con dulzura, sin quitarle el ojo de encima—y al pensar en nuestra situación me parece que ahora estamos casados, por así decirlo, ¿no piensas lo mismo, cariño?

John lo miró y su rostro se tensó, claramente lleno de vergüenza e indignación.

—...No me llames así.

—¿Por qué no? Siempre me gustaron esa clase de sobrenombres, como amor, cariño, tesoro...o amorcito, ese último es lindo.

"Pensé que se enojaría por lo de casados"

Se dijo con diversión.

—Nunca pensé que fueras tan pegajoso y meloso—dijo con asombro, y una ligera mueca de desagrado.

El vampiro seductor y su cruel cazador© ✓ |Gay|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora