El juego del Amor (+18)

Capítulo 2 - Pelirroja

Daniel Leal

- Gracias por hacerme el amor- me dice la rubia que tengo en mi cama, la verdad me cagan esas tonterias.

-No chiquita yo no hago el amor, yo follo duro- le digo para que le queda claro, igual no es como que la vaya a ver otra vez.

-Eres un idiota- me dice mientras recoje sus cosas de mi habitación

-Que bueno que lo tengas claro- le digo y se va.

Despues de ese pequeño percance bajo a desayunar, mi padrasto Cesar me dijo que tenia algo importante que decirme, ojala no me diga que vaya a dirijir un entrenamiento de su equipo, el me ha propuesto eso varias veces, pero la verdad no me interesa, soy el capitan del equipo profesional de baloncesto de filadelfia, asi que tengo muchas cosas que hacer, como para entrenar a un montón de aficionados, bueno hay algunos que si valen la pena, mi padre siempre habla de una tal Sara, la capitana del equipo femenino y un tal Adrían que es el capitán del equipo masculino, igual no espero concocerlos.

-Ciao Figlio- me dice mi madre, ella es italiana, aveces me habla en italiano ya que acá en filadelfia no tiene con quien hablar en su lengua natal, mi madre me enseño el idioma desde muy pequeño y la verdad me sirve , las chicas se vuelven locas cuando les hablo en italiano, yo tambien nací en Italia pero mi mamá y yo nos vinimos a Estados Unidos cuando yo tenia 2 años por razones que les contare después.

 -Ciao Madre- le contesto, mientras me siento a desayunar, Susan nustra cocinera hoy hizo panqueques de avena, le quedaron muy ricos, la verdad Susan entra en la pequeña lista de personas que me importan, desde muy pequeño simpre me ha mimado.

- Daniel tengo que pedirte un favor- Me dice Cesar sentandose en la mesa 

- Dime- le respondo

- Necesito que entrenes a los  jaguares, especificamente al equipo femenino y antes de que digas que no, de verdad necesito el favor, me progamaron un cita medica para lo de la rodilla y nadie puede cubrirme- Sabia que algo malo me iba a pedir y todo por su rodilla, hace años Cesar se jodio la rodilla en un partido, eso hizo que no pudiera jugar profesionalmente y termino siendo entrenador pero bueno, el dice que esta contento con su trabajo.

-Pues no tengo mas opción, ¿A que horas?- le pregunto fastidiado

- A las 4:00, no lleges tarde o la capitana se va a enojar y no sabes como es esa niña cuando se enoja- me dice 

- No me voy a dejar intimidar por tu capitana, más le vale a ella que llene mis expectativas- le digo, y es enserio el me ha hablado mucha de Sara Guzmán dice que la quiere como una hija pero a mi no me van esas curcilerias, solo espero que de la talla.

- A y otra cosa, no vayas a sacar tu faceta de todas mias y menos con Sara- me dice, osea por favor, yo no tengo la culpa de estar tan bueno, ademas de seguro esa Sara se queda pendeja cuando me vea.

- Lo que digas- le respondo y sonrio, me dan gracia sus advertencias -Ya me tengo que ir a los entrenamientos, no creo que regrese a casa, del coliseo salgo a las canchas de los jauguares-

-ok figlio, ti amo- me dice mi madre y me da un beso en la mejilla.

( figlio - Hijo )

-Cuidate Daniel- me dice Cesar

-Lo mismo, Adios- les digo mientras cojo mi mochila para ir al coliseo.

Me subo en mi hermoso Mercedes-Benz y me dirijo al coliseo, despues de 20 minutos llego, esta semana tenemos que entrenar muy duro, ya que tenemos las eliminatorias para ir a un torneo nacional, el fin de semana jugamos contra el equipo de Boston, la verdad creo que somos mejores pero no nos podemos confiar.