8: CORDERITO

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El carro se ha estrellado contra el pobre gato que estaba pasando la carretera, haciendo que el ojiverde se exalte.

Por poco pudo haber sido él.

Sigue con su camino ahora que los carros se han detenido,, legando sano y salvo al otro lado de la carretera. Aunque solo es su estado físico, porque mentalmente está destrozado.

La fan que lo estaba grabando llevaba un suéter con el eslogan "TPWK" y había hecho todo lo contrario a lo que la canción y la campaña buscaba lograr.

El rizado comienza a llorar nuevamente. En verdad trata de ser fuerte, pero parece que todo el mundo está empeñado en verlo destrozado.

Sus "mayores fanáticas" cancelándolo.

Sus "amigos de la industria" aislándolo y cortando contacto con él.

¿Cuándo acabaría aquella pesadilla? ¿En verdad merece tanto odio por el simple hecho de ser gay?

—Harry.— Le grita Louis desde el coche mientras toca el claxon.

El ojiverde ni siquiera lo escucha por estar sumergido en sus pensamientos.

Su esposo al notar que Harry se encuentra llorando baja rápidamente del carro y cuando está frente a él no duda en abrazarlo.

—¿Qué pasó ahora mi pequeño?— Pregunta.

—Siguen atacándome Lou. Enserio me lastiman demasiado.— Responde entre sollozos.

—Vamos al carro mi pequeño, necesitas descansar.— Le pide mientras toma su mano para llevarlo al carro.

Harry va cabizbajo hasta que del otro lado escucha a alguien que lo está llamando.

—Harry y Louis ¡volteen por favor!

Es una fan quien está grabándolos. Ella sonríe cuando ve que ambos voltean a verla.

—Ustedes son fuertes, no están solos. Aún hay personas que los apoyamos.— Grita con entusiasmo.

El ojiverde no puede evitar sonreír ante aquel comentario.

—¿Lo ves? Esas son verdaderas fans. Las que valen la pena y debemos escuchar.— Dice el ojiazul.

Ambos suben al coche y saludan a la fan que aún sigue grabándolos.

—El amor es solo para valientes y ustedes lo son ¡Recuérdenlo!

Aquel comentario queda en la cabeza de Harry todo el camino a su casa. Como si por arte de magia hubiera borrado todos los comentarios malos que recibió en el transcurso del día. 

Aún se siente triste, pero ya es en una menor cantidad. 

—Vamos ricitos, ya llegamos.— El ojiazul ya se había bajado del carro y ahora le estaba abriendo la puerta del carro al ojiverde.

Baja del carro y ambos se dirigen al departamento.

—¿Tienes hambre ya?— Cuestiona Louis.

—Un poco, si.— Admite.

—Genial, comencemos a comer. Ya está todo listo.

—¿No podemos saltarnos al postre?— Pregunta con picardía.

—Podemos si tú quieres eso. Hoy es el día de complacerte.

Harry no responde con palabras, simplemente se inclina hacia su esposo para besarlo con suavidad. Louis jadea, perplejo, cerrando los ojos y dejándose llevar.

Faith in the future [L.S]Where stories live. Discover now