Capítulo 87: Uncertain Futures

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-¿Todo bien, cariño?- preguntó Eileen cuando Harry se dirigió a la sala de estar. No le preocupaba que Harry pareciera extremadamente... feliz por algo. Sólo tenía curiosidad por saber qué era lo que había provocado esa expresión en su rostro cuando todo el mundo había estado tan preocupado y deprimido últimamente.

-Lo hice-, explicó Harry, -¡finalmente lo hice!-, añadió como si la primera vez no hubiera sido suficiente para enfatizar su punto.

-¿Hiciste qué?- preguntó Eileen, había tantas cosas que Harry y Severus estaban haciendo - que sinceramente no podía seguir la pista de todo. Tenía la sensación de saber de qué se trataba pero no quería asumir nada.
-La poción para Frank y Alice, pensé en hacérselo saber a Neville... pero ya no estoy seguro ¿y si termina decepcionado y no funciona?- afirmó Harry, no es que dudara de su trabajo ni mucho menos pero siempre estaba la posibilidad por desgracia.

-Si tú lo creaste, funcionará- dijo Eileen con firmeza, -Sin embargo, sería bueno esperar y dejar que Neville lo descubra por su cuenta... sin duda sería una sorpresa que no espera. Ahora ven aquí y muéstrame cómo se hizo-, dijo Eileen con entusiasmo, su primer amor había sido pociones, al igual que su padre y por supuesto el amor que le había transmitido a su hijo. Todos en la familia Prince tenían afinidad con Pociones, así eran las cosas.

Harry sonrió antes de unirse a ella en el sofá, sentándose le entregó el diario, confiando en Eileen con su vida, por lo que darle su preciado libro de pociones no era nada. Esperó pacientemente a que ella lo leyera, tenía cinco páginas, para las tres diferentes pociones y cómo interactuaba y cosas así.

Un elfo doméstico apareció con el correo y los periódicos, normalmente los traían con el desayuno pero aún no era la hora. Todos se habían levantado temprano, así que Dobby debió suponer que les gustaría que fuera temprano. Harry los aceptó dedicándole a Dobby una pequeña sonrisa, mostrando su agradecimiento y guardando silencio para que Eileen pudiera seguir concentrada en el libro.

-¿Dobby podría empezar a desayunar?- preguntó el elfo doméstico en voz baja.

-Sí, gracias, Dobby- respondió Harry, asintiendo con firmeza.

Dobby se inclinó antes de marcharse, para cumplir las órdenes de su amo. A menudo pensaba en la época en que Harry había estado en las mazmorras de Malfoy Manor. Era tan diferente del niño que él había asegurado que tuviera comida, incapaz de hacer nada para ayudarlo. Había quedado atrapado por el hecho de que servía a los Malfoy, y no era capaz de sacarlo de las mazmorras. Cuando lo habían vendido para que sirviera a los Malfoy las reglas habían sido muy claras y no había podido burlarlas. Se había sentido secretamente muy satisfecho cuando se había alejado del desagradable amo y del malvado mago oscuro. Nunca había esperado sobrevivir cuando se enteró de la utilización de los recuerdos, sólo para ser salvado de la muerte (y de la decapitación) por Narcissa Malfoy y empleado por el mago que lo había salvado. No sólo eso, sino que obtuvo mucho dinero que gastó en materiales para hacer su propia ropa, todo por haber ayudado al amo Harry con la poción para ayudar a la señora Eileen.

-¡Harry esto es increíble!- dijo Eileen, radiante de orgullo, era increíble con las pociones. -¡Lo has hecho muy bien!- cerró el libro y lo volvió a colocar al lado de Harry hipnotizado. Después de todo este tiempo por fin lo había conseguido y ella no dudaba que lo haría. Ver esto la hizo arrepentirse de muchas decisiones, podría haber tenido una carrera propia en pociones. Desgraciadamente no tenía la inteligencia necesaria para crear las suyas propias, pero le encantaban las pociones y prepararlas.

Harry se sonrojó: -Gracias, Eileen-, sonrió tímidamente, nunca se acostumbraría a sus elogios, no importaba cuántos años pasaran.

-¿Cuándo lo vas a enviar?- preguntó Eileen, con curiosidad.

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