En un mundo donde los alfas son la raza dominante, Yoongi es un beta bajo las ordenes de la familia Jeon y esta decidido a ser fiel a sus amos, pero el tatuaje en su espalda representa el único obstáculo en su vida para ser feliz hasta el día de su...
El alfa frunció en ceño y le tomó de los brazos aprovechando que estaban cubiertos por la ropa.
- Escúchame bien, Yoongi... toda mi vida he deseado encontrar a esa persona que me complementa, a esa persona que tiene la otra mitad de mi alma -comenzó a explicar sosteniéndole con firmeza para que no huyera-. Yo no... no quiero hijos, no quiero cualquiera a mi lado, tú eres la persona que nació única y exclusivamente para mía, ¿Por qué debería buscar algo más cuando tengo ya a alguien
- Porque por más que usted quiera esto, no va a suceder -dijo colocando sus manos en el pecho del mayor y empujándolo suavemente-. Entienda que hago esto por su bien... el día de mañana cuando tenga una buena pareja y una familia me lo agradecerá... se alegrará de no haber hecho el lazo conmigo.
- He dicho que no, no quiero a nadie más.
- Usted es muy terco.
- Sí, bastante y no voy a mover un dedo del renglón.
- Pues se cansará de esperar entonces, porque no voy a acceder.
Jungkook apretó los puños y se pasó las manos por el cabello con frustración, Yoongi era tan terco como él y eso nadie lo podía discutir.
- Bien... sin lazo... pero al menos déjame estar cerca de ti.
El pelinegro hizo una mueca incómoda y le dio la espalda, lloraría de desesperación de nuevo.
- No, debe estar lejos para que no se sienta tentado a tocarle ni a formar el lazo.
- No lo estaré... prometo tener en cuenta que no lo deseas.
- No, señor, probablemente usted encontraría la manera de convencerme para formar el lazo.
Desvió la mirada sintiéndose culpable ante la acusación, era muy cierta.
- Bien, probablemente si lo intente, pero no te obligaría a nada, dame una oportunidad de... enamorarme... de enamorarte.
El beta se cubrió el rostro desesperado, sabía que eso iba a pasar.
- No, lo siento -se mantuvo con la mandíbula tensa, respirando despacio-. No deseo enamorarme ni que usted se enamora, por favor, entienda que hago esto para evitarle mucho sufrimiento...
- Eso significa que sientes más que aprecio... te importo lo suficiente como para que quieras evitar mi sufrimiento... -la voz de Jungkook surgió quebrada sin querer y soltó un jadeo-. Solo quiero que me ames... -susurró acercándose un poco al beta, su voz había salido en un todo suplicante y muy bajo.
Yoongi se mordió el labio, estaba flaqueando y debía mantenerse firme en su decisión de estar alejado.
- Señor... no busque más excusas ni razones donde no hay... no voy a ceder.
Jeon se sentía destrozado, toda su vida esperando por encontrar a su persona destinada para él... al final le quedaban un montón de secretos que su familia guardó a su espalda y una persona que más que apreciarlo parecía repudiarlo.
- Yoongi, te lo suplico... no me rechaces... dame una oportunidad.
El pelinegro se encogió en su lugar, un alfa suplicando a un beta... vaya cosa, si alguien los viera ya lo habrían puesto en la horca.
- Quiero amarte... como debe ser, quiero darte lo que mereces porque eres una gran persona y has pasado de todo... quiero hacerte feliz.
- Usted solo quero eso por la marca -la voz de Yoongi salió quebrada convenciéndose de que el mayor estaba cegado por la situación-. Usted no me ama y no lo hará porque no somo iguales.
- ¡A mí no me importa que seas beta! Yo de verdad deseo tomar esta oportunidad y convertirlo en algo bueno... ¿Por qué no me dejas?
La insistencia de Jungkook lo estaba abrumando y lo peor de todo es que sentía que cesaría en cualquier momento, en un instante podría salir corriendo sin aviso para huir.
- P-porque... no quiero que sufra, entiéndame, por favor... solo intento protegerlo -dijo volteando para verle a los ojos.
- No quiero que me protejas... de ti deseo algo diferente -dijo acercándose con toda la intención de tocarlo.
- Pero está prohibido y... dolerá... mucho -dijo triste el beta encogiéndose para no dejarlo que le tocara.
Jungkook bajó las manos al ver que Yoongi no cedería y suspiró con cansancio. Cerró los ojos y soltó un sollozo que le dolió a los dos escucharlo.
- No vas a ceder, ¿verdad?
- No -susurró Min bajando la mirada.
- Bien -murmuró alejándose del cuerpo del menor-. Será como hasta ahora entonces... intentaré pretender que esto nunca sucedió.
Sintió como si una llamarada le hubiese quemado la espalda en la zona de su tatuaje, ahora que finalmente lo estaba rechazando sentía que dolía peor que las torturas... pero ¿Qué esperaba? Él había dicho que no iba a ceder ante sus insistencias... tal ve un poco más de insistencia por parte del mayor lo hubiera quebrado y había accedido.
Menos mal que se había quedado ahí.
- Quiero que prepares una maleta para mañana... de dos semanas -le ordenó dándole la espalda, abrazando a sí mismo-. Volveré en dos semanas para la reunión de mi hermana y me tendrás lista otra maleta para un mes... -suspiró y se sentó en la cama sin verlo aún-. Cuando vuelva te daré instrucciones sobre el tiempo que me iré y lo que tendrás que tener listo a mi regreso...
- Si, señor -murmuró con la cabeza agachada, volvían a la normalidad... esperaba.
- Puedes irte ahora, perdona que te haya quitado tu tiempo -murmuró recostándose y apagando la luz.
- Con permiso -dijo Yoongi saliendo de ahí, había roto a Jungkook... todo esa su culpa.
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