Beta's Testing ♡Kookgi♡

Dolor

Jungkook daba vueltas en su habitación como león enjaulado. Su interior era un mar de emociones contradictorias y abrumadoras que lo tenían en un gran dilema.

Por una parte, estaba feliz de saber que había alguien que nació para él, que tenía la otra mitad de su alma y que podía llegar a amarlo como nadie más en el mundo... Pero por otro lado estaba más enfadado porque todos lo sabían y siempre le decían que debía ser paciente, pues esa persona llegaría cuando la realidad era otra, era claro que Yoongi jamás le diría del tatuaje.

Tensó su mandíbula y se dejó caer en la cama completamente frustrado por la situación y sus propios sentimientos contradictorios. Tocaron la puerta y entraron, conocía los pasos a la perfección. Alzó la vista y se encontró con la cara de Yongsun que tenía los ojos brillosos y rojos.

- Señor... su madre quiere verlo en el estudio -dijo con voz temblorosa y las manos escondidas en su espalda.

- ¿Y qué le hace pensar a mi madre que quiero verla? -preguntó con el tono casi enfadado.

- Por favor -casi suplicó la castaña con la voz entrecortada-. Por favor, yaya... necesita saber...

- ¿Saber qué, Yongsun?

La beta tragó saliva con dificultad y soltó un sollozo involuntario.

- Es mucho, señor... ella le contará todo... vaya por favor.

Jungkook lo pensó un poco, eso iba a suceder de una forma u otra. Suspiró y se puso de pie.

- Bien... pero si ella llega a omitir tendrás que decírmelo, ¿entendido?

La mujer asintió casi frenética, estaba confiando en que la mujer le contaría todo.

El alfa suspiró y salió de la habitación a pasos agitados hasta el estudio, abrió la puerta sin delicadeza y entró azotándola, Jihyo estaba sentada al escritorio y Yoongi a su lado, encogido con la mirada.

- Jungkook... sé que estas enfadado -comenzó al fin su madre con la mirada perdida-. Pero, créeme que esto tiene una buena explicación.

- Bien, quiero escucharlo.

La mayor suspiró y tragó saliva, tenía los labios secos.

- Como ya sabes... Yoongi es hijo de una amiga que falleció cuando tú eras un niño aún, ella me pidió que cuidara a Yoongi y desde el momento en que ella me lo encargó, yo lo he considerado un hijo más.

- ¿Quién era ella?

- Min Nayeon... la última de los Min -murmuró con cierta tristeza.

- ¿No tuvo más hijos? ¿Y su alfa?

- Bien... creo que para que entiendas, debo contarte desde antes -dijo sin dejar el tono triste y nostálgico-. Nayeon y yo nos conocíamos desde antes de que conociera a tu padre... yo... fui su amiga y... su pareja, en secreto, hasta que nos obligaron a comenzar a asistir a las fiestas de los Jeon.

- ¿Su pareja? -preguntó confundido y sorprendido.

- Si... amé a Nayeon más de lo que nadie puede imaginar, la amé mucho más de lo que alguna vez pude amar a tu padre.

Jungkook se quedó analizando y tomó aire para no ponerse a gritar de nuevo.

- ¿Y te casaste por obligación?

- Bueno... si, jamás iban a dejar a dos omegas estar juntas como pareja, además de que las dos teníamos tatuajes completamente diferentes -explicó apretando los puños-. Tu padre lo sabía... y él también amaba a alguien más, así que decidimos casarnos y ambos seguiríamos viendo a nuestras parejas respectivamente, pero nos usaríamos al otro de fachada -tamborileó los dedos en el escritorio y suspiró por enésima vez-. Pero cuando nos casamos, Nayeon desapareció y no pude decirle el acuerdo que él y yo teníamos... después ella encontró a su pareja destinada y Daniel y yo tuvimos que comenzar a actuar como un matrimonio, pues todos comenzaban a sospechar sobre él ausentándose muchos días como un beta, su pareja -tragó saliva y se mordió el labio-. Tuve a Namjoon y después a ti... y Daniel me ayudó a buscar a Nayeon, pues nos habían llegado rumores de que su alfa la había abandonado, estábamos dispuestos a ayudarle.