En un mundo donde los alfas son la raza dominante, Yoongi es un beta bajo las ordenes de la familia Jeon y esta decidido a ser fiel a sus amos, pero el tatuaje en su espalda representa el único obstáculo en su vida para ser feliz hasta el día de su...
- No seas muy duro con él... por favor -le pidió en tono bajo y cansado.
- Solo pediré lo justo, mamá.
- ¿Lo justo?
- Quiero saber... porque no me dijo nada... pude haberlo mantenido en secreto.
- No te lo dijo porque podías ponerte como te pusiste antes.
- Lo sé -admitió Jungkook soltando un bufido.
- Además, no quisiera ver lo que ejecuten por traición si se enteran... o te hagan daño a ti.
- Es más probable que se ensañen con él -murmuró el alfa bajando la vista.
- Lo sé...
Jungkook tomó aire y jadeó sorbiendo la nariz.
- Mamá... creo que estoy asustado...
La mujer apretó el abrazo y palmeó su espalda.
- Lo entiendo, mi niño -dijo más tranquila, aunque aún sonada triste-. Lo que viene puede ser muy difícil... pero sé que eres inteligente y sabrás afrontarlo.
- ¿Aún si... aún si imagino la muerte de Yoongi y siento que moriré por solo la noticia? -preguntó algo temeroso de la reacción de su madre, ella podía ser un poco extremista.
- Aún en ese escenario... sabrás reponerte.
Agradeció las palabras de su madre y se puso de pie cuando ella finalmente le soltó.
- Mamá -le llamó antes de dirigirse a la salida del estudio.
- ¿Qué pasa, Jungkook?
- ¿Crees... que Yoongi me quiera?
La mujer sonrió y suspiró.
- Tal vez no ahora... porque ninguno de los dos está enamorado del otro... pero tal vez sí, eventualmente.
El menos soltó un suspiro muy largo y asintió.
- Gracias, mamá -susurró saliendo del lugar.
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Yoongi esperaba sentado en la orilla de la cama del alfa completamente abstraído, estaba asustado por la situación y no quería que eso terminara mal, Jungkook estaba tan enfadado que lo asustó... nunca antes había estado enfadado.
La señora Jihyo lo había consolado cuando se había desecho em llanto por la desesperación, la incertidumbre de no tener idea de lo que pasaría después. Todos los posibles escenarios de como terminarían los dos le abrumaban y se sentía temeroso por haber tenido las cosas fuera de su control... nada había salido como él había planeado.
La puerta se abrió y Jungkook entró a paso firme, Yoongi se encogió en su lugar y tembló para ponerse de pie, cuando el castaño llegó a su lado, puso una mano en su hombreo para que se sentara de nuevo, sentándose también.
