6. En el hospital con Stilinski

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Unos minutos después, no sé de dónde, pero Stiles apareció.

Bien, mi día se ponía cada vez peor.

En cuanto él vio a Lydia se puso nervioso. Pero al parecer, se armó de valor, pues se acercó a ella y se apoyó en la pared en una pose de chico 'genial'. En él no se veía para nada genial.

―Hola, Lydia ―empezó él. Obviamente no se había percatado de que ella estaba hablando por teléfono con un handsfree―. Tal vez no me recuerdes. Me siento detrás de ti en biología ―Patético―. Siempre sentí que teníamos una especie de conexión. Una conexión no hablada, por supuesto ―Otra vez, patético―, tal vez, sea buena idea conocernos un poco mejor.

Mordí mi labio para evitar reírme. Esto debería de estar grabándolo.

―Un momento ―dijo Lydia a Kelly, luego le habló a Stiles―. No escuché nada de lo que dijiste. ¿Vale la pena repetirlo?

Y es por este tipo de cosas que te amo, Lydia.

―Ah... ―Stiles parecía más nervioso que antes y a la vez decepcionado. Casi sentía pena por él. Casi―. No, lo siento ―se alejó un par de pasos de ella, acercándose a mí, aunque estoy segura de que aún no me ha visto―. Me sentaré aquí... pero... no te importa... ―le dijo a Lydia.

Este ha sido de los momentos más geniales que he visto en mi vida.

Stiles se sentó exactamente en la silla a mi lado. Cogió un folleto del ciclo menstrual, seguro para tapar su vergüenza.

―A menos de que tu novia imaginaria se haya vuelto real, no creo que te importe mucho el ciclo menstrual de la mujer ―dije.

Él me miró sorprendido, definitivamente no esperaba encontrarme aquí.

― ¿Qué haces en el hospital? ¿Me estás siguiendo?

―Tú no eres el centro del universo, he venido aquí por Ly... ―diablos, casi meto la pata―... libros, libros del ciclo menstrual.

― ¿Libros del ciclo menstrual? ¿Acaso no sabes todo lo que deberías sobre ese tema? Además, si quieres libros, deberías ir a una biblioteca.

―Aquí también tienen libros... ―no tengo idea de si tienen un libro, pero fue lo primero que se me ocurrió.

― ¿Qué haces aquí en realidad?

―Estaba viendo como Lydia te rechazaba una vez más, debo admitirlo, fue muy entretenido.

Él suspiró y su rostro se ensombreció. Sí que estaba enamorado de Lydia.

― ¿Podrías no burlarte de mí sobre eso? Búrlate de todo lo demás, pero no de eso.

― ¿Tan enamorado estás? ―él miró a mis ojos, era la primera vez que me veía de esa manera, como si me suplicara con la mirada―. Deberías dejarla ir, si ella no te ve, deberías de olvidarla. Algún día encontrarás a alguien que vea lo genial que eres ―no tengo ni la más mínima idea de dónde salió eso, estoy segura de que él tampoco se esperaba que dijera esas palabras.

― ¿Piensas que soy genial?

―No, pero estoy segura de que algún día aparecerá una loca que sí lo piense ―dije encogiéndome de hombros.

―Ya me parecía raro que me trataras bien.

Reí por su comentario.

―Jamás te había visto reír, es raro en ti. Pensé que no tenías esa habilidad.

Enamorándome de mi peor enemigo | EMPE #1 | Stiles StilinskiWhere stories live. Discover now