Peter y yo tomamos la decisión de tomarnos unos días libres de nuestras labores como reyes, para estar con nuestros hijos. los chicos están tomando nuestras tareas aunque siempre encuentran la forma de venir a ver a los niños y cargarlos sobre todo mas Lucy, es la que mas disfruta verlos en sus cunas o simplemente tocando su carita.
habían pasado dos días desde que los niños nacieron, yo por orden de los curanderos y mi madre podré volver a salir dentro de una semana, que mi cuerpo se haya recuperado de haber traído a la vida a mis dos hermosos hijos. Este día eran aproximadamente las nueve de la mañana recién habíamos desayunado con los hermanos de Peter aquí en nuestro cuarto. estábamos en nuestra cama con un bebé cada uno.
admiraba como Peter estaba arrullando y besando la cabeza de nuestra pequeña hija, como la veía con un gran amor, el a sentirse observado levanta la cabeza de nuestra hija y me sonríe a mi mientras deja un pequeño beso en mis labios para volver a arrullar a nuestra princesa.
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Me recosté un poco en la cama con mi pequeño Ares en mi pecho su pequeña cabecita estaba en mi corazón, con mi mano libre tome una de sus pequeñas manitas y el aprieto mi dedo.
-alguien va a ser un pequeño muy fuerte- dije besando la cabeza de mi hijo mientras veía a Peter que sonrío acostándose a mi lado.
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-entonces escogimos bien su titulo-dijo mientras me veía con una sonrisa y besaba uno los sus pies de Ares cubiertos con una medias tejidas a mano.
nos quedamos un buen rato acariciando a nuestros hijos, admirándolos yo seguí sin poder creer que espere nueve meses para tenerlos en mis manos, admiro sus pequeños cuerpecitos y me digo que no importa si tuviera que volver a estar las seis horas de labor de parto que tuve y todo ese dolor si debía pasarlo de nuevo para tener a mi hijo e hija en mis brazos lo haría sin pensarlo un segundo mas, haría todo para tenerlos conmigo. Estaba tan concentrada en todo esto que de un momento a otro Elizabeth empezó a llorar volteo a verla y veo que Peter empieza a caminar con ella por el cuarto para que deje de llorar con una gran cara de preocupación, no le gustaba ver a sus hijos llorando me lo dijo la noche que nacieron ya que lloraban mucho, mientras veía la preocupación en su cara me di cuenta de lo que era,mi hija tenia hambre.
