28.- 𝑨𝑫𝑰Ó𝑺 𝑪𝑨𝑴𝑨𝑹𝑰𝑻𝑨

1.9K 266 35
                                    





✧ » ◇ « ✧ » ✦ « ✧ » ◇ « ✧


Guiados por Fawkes, cuyas alas rojas emitían en la oscuridad reflejos dorados, desanduvieron el camino hasta la tubería. Gilderoy Lockhart estaba allí sentado, tarareando plácidamente.

—Ha perdido la memoria —dijo Ron—. El embrujo desmemorizante le ha salido por la culata. Le ha dado a él. No tiene ni idea de quién es, ni de dónde está, ni de quiénes somos. Le he dicho que se quedara aquí y nos esperara. Es un peligro para sí mismo.
Lockhart los miró a todos afablemente.

—Hola —dijo—. Qué sitio tan curioso, ¿verdad? ¿Vivís aquí?

—No —respondió JJ, abrazando a Ginny.

—¿Has pensado cómo vamos a subir? —preguntó Potter a Ron.

Ron negó con la cabeza, pero Fawkes ya había pasado delante de Potter y se hallaba revoloteando delante de él. Los ojos redondos del ave brillaban en la oscuridad mientras agitaba sus alas doradas.

—Parece como si quisiera que nos agarráramos de él... —dijo Ron, perplejo—. Pero es demasiado para que un pájaro suba.

—Fawkes —aclararon JJ y Potter— no es un pájaro normal.

Potter se volvió inmediatamente a los otros—. Vamos a darnos la mano. Ginny, agarra la de Ron. Profesor Lockhart...

—Se refiere a usted —aclaró Ron a Lockhart.

—Agarre la otra mano de Ginny, Kiara te vas a abrazar de mi y...

—Que plan de mierda —lo interrumpió JJ— será mejor que Lockhart sea el que se agarre de Fawkes, luego tu Rayito de Lockhart, tú Ron de Rayito, yo de Ron y Ginny de mi —Potter la miro mal ¿No podía hacer POR UN MOMENTO lo que el decía?— ¿Qué esperan? No pienso quedarme a dormir aquí, no traje mi pijama. Así que digan ¡Adiós camarita!.

Potter se metió la espada y el Sombrero Seleccionador en el cinto. Ron se
agarró a los bajos de la túnica de Potter, Lockhart de las plumas de la cola de Fawkes, que resultaban curiosamente cálidas al tacto.

—Abrázame Ginny, con todas tus fuerzas y no te sueltes —dijo Kiara y ella asintió— igual no te voy a soltar pero más vale prevenir.

Una extraordinaria luminosidad pareció extenderse por todo el cuerpo del ave, y en un segundo se encontraron subiendo por la tubería a toda velocidad. Podían oír a Lockhart que decía:

—¡Asombroso, asombroso! ¡Parece cosa de magia!.

El aire helado azotaba el pelo de Kiara, y cuando empezaba a disfrutar del paseo, el viaje por la tubería terminó. Los cinco fueron saltando al suelo mojado del cuarto de baño de Myrtle la Llorona, y mientras Lockhart se arreglaba el sombrero, el lavabo que ocultaba la tubería volvió a su lugar cerrando la abertura.

Myrtle los miraba con ojos desorbitados.
—Estás vivo —dijo a Potter sin comprender.

—Pareces muy decepcionada —respondió Potter serio, limpiándose las motas
de sangre y de barro que tenía en las gafas.

—No, es que... había estado pensando. Si hubieras muerto, aquí serías bienvenido. Te dejaría compartir mi retrete —le dijo Myrtle, ruborizándose de color plata, Kiara rodó los ojos.

—¡Uf! —dijo Ron cuando salieron de los aseos al corredor oscuro y desierto—. ¡Harry, creo que le gustas a Myrtle! ¡Ginny, tienes una rival!

Pero Ginny seguía abrazando a JJ y por su rostro seguían resbalando unas lágrimas silenciosas.

—¿Adónde vamos? —preguntó Ron, mirando a Ginny con impaciencia. Potter señaló hacia delante.

𝐉𝐀𝐃𝐄 𝐘 𝐋𝐀 𝐂Á𝐌𝐀𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓𝐎𝐒Where stories live. Discover now